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jueves, 18 de marzo de 2010

La Abuela Margarita

Los celtas, los mayas y muchos otros pueblos veneraban a la luna y sus fases como a una diosa... Al principio esto puede parecernos raro, y hasta estúpido. ¿Qué demonios hace un hombre o una mujer del siglo XXI adorando ritualmente a un satélite?

Me costó mucho tiempo comprender que el problema no estaba en considerar o no a la luna un satélite; más bien el problema residía en pensar que los ancianos pueblos de la tierra eran imbéciles.

Yo no sé si esta gente imaginaría o no que la luna era básicamente un pedazo de roca... Quizá lo intuyeran, o quizá no. Pero lo que tengo claro es que de imbéciles, nada: estaban llenos de una intuitiva, simbólica e impresionante sabiduría.

Os paso este texto que me han remitido a mí sobre una entrevista a la Abuela Margarita, publicada en La Vanguardia de Barcelona. Esta señora es una conocida curandera maya que está ahora mismo en tierras españolas... Dejo a vuestro criterio valorar su sabiduría o su imbecilidad, la veracidad de sus palabras o sus "pinitos" con el marketing.

... Dicen que cuando la luna mengua, se convierte en una anciana muy sabia, que no teme a la muerte, y que algunos denominan Luna Oscura (cuando está desaparecida del cielo y no se ve)...

¡Un abrazo muy fuerte!


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"La Abuela Margarita, curandera y guardiana de la tradición maya, se crió con su bisabuela, que era curandera y milagrera. Practica y conoce los círculos de danza del sol, de la tierra, de la luna y de la búsqueda de la Visión. Pertenece al consejo de Ancianos Índigenas y se dedica a sembrar salud y conocimiento a cambio de la alegría que le produce el hacerlo, porque para sustentarse sigue cultivando la tierra. Cuando viaja en avión y las azafatas le dan un nuevo vaso de plástico, ella se aferra al primero: "No joven: esto va a parar a la Madre Tierra" (...) Sus rituales, como gritarle a la tierra el nombre del recién nacido para que reconozca y proteja su fruto, son explosiones de energía que hacen bien al que lo presencia; y cuando te mira a los ojos y te dice que somos sagrados, algo profundo se agita.

(...)

- Pregunta: ¿dónde vamos tras esta vida?


- Respuesta: ¡uy, hija mía, al disfrute! La muerte no existe. La muerte es simplemente dejar el cuerpo físico, si quieres.


- P.: ¿Cómo que si quieres?


- R.: Te lo puedes llevar (...) La cuestión es que estaba una vez en España, cuidando de un fuego, y nos pusimos a charlar.


- P.: ¿Con quién?


- R.: Con el fuego. "Yo estoy en ti", me dijo. "Ya lo sé", respondí. "Cuando decidas morir retornarás al Espíritu, ¿por qué no te llevas el cuerpo?", dijo. "¿Cómo lo hago?", pregunté.


- P.: Interesante conversación


- R.: "Todo tu cuerpo está lleno de fuego, y por lo tanto, de Espíritu", me explicó. "Ocupamos el 100% dentro de ti. El aire son tus maneras de pensar, y ascienden si eres ligero. De agua tenemos más del 80%, que son los sentimientos y se evaporan. Y tierra somos menos del 20%, ¿qué te cuesta cargar con eso?".

- P.: ¿Y para qué quiere usted el cuerpo?


- R.: Pues para disfrutar, porque mantienes los cinco sentidos y ya no sufres apegos. Ahora mismo están aquí con nosotras los espíritus de mi marido y mis hijas.


- P.: Hola, muy buenas ;-)


-R.: El muertecito más reciente de mi familia es mi suegro, que se fue con más de 90 años... Tres meses antes de morir decidió el día. "Si se me olvida- nos dijo- me lo recuerdan". Llegó el día y se lo recordamos. Se bañó, se puso ropa nueva, y nos dijo "Ahora me voy a descansar". Se tumbó en la cama y murió. Eso mismo le puedo contar de mi bisabuela, de mis padres, de mis tías...


(...)


- P.: ¿Qué merece la pena?


- R.: Cuando miras a los ojos y dejas entrar al otro en ti, y tú entras en el otro y te haces Uno... Esa relación de amor es para siempre, ahí no hay hastío. Debemos entender que somos seres sagrados, que la tierra es nuestra madre y el sol nuestro padre. Hasta hace bien poco, los huicholes no aceptaban escrituras de propiedad de la tierra. "¿Cómo voy a ser propietario de la Madre Tierra?", decían...


- P.: Aquí la tierra se explota, no se venera.


- R.: ¡La felicidad es tan sencilla! Consiste en respetar lo que somos, y somos tierra, cosmos y Gran Espíritu. Cuando hablamos de la Madre Tierra, también hablamos de la mujer que debe ocupar su lugar de educadora.


- P.: ¿Y cuál es la misión de la mujer?


- R.: Enseñar al hombre a amar. Cuando aprendan, tendrán otra manera de comportarse con la mujer y con la Madre Tierra. Debemos ver nuestro cuerpo como sagrado y saber que el sexo es un acto sagrado; ésa es la manera de que sea dulce y nos llene de sentido. La vida llega a través de ese acto de amor. Si banalizas eso, ¿qué te queda? Devolverle el poder sagrado a la sexualidad cambia nuestra actitud ante la vida. Cuando la mente se une al corazón, todo es posible. Yo quiero decirle algo a todo el mundo.


- P.: ¿...?


- R.: Que pueden usar el poder del Gran Espíritu en el momento que quieran. Cuando entiendes quién eres, tus pensamientos se hacen realidad. Yo, cuando necesito algo, me lo pido a mí misma. ¡Y funciona!


- P.: Hay muchos creyentes que ruegan a Dios, y Dios no les concede...


- R.: Porque una cosa es ser limosnero y otra conocerte y respetarte a ti mismo, saber qué es lo que realmente necesitas. Muchos creyentes se han vuelto dependientes, y el espíritu es totalmente libre; eso hay que asumirlo. Nos han enseñado a adorar imágenes en vez de adorarnos a nosotros mismos, y entre nosotros.


- P.: Mientras no te empaches de ti mismo...


- R.: Debemos utilizar nuestra sombra, ser más ligeros, afinar las capacidades, entender... Entonces es fácil curar, tener telepatía y comunicarse con otros, con las plantas, con los animales, con las personas. Si decides vivir todas tus capacidades para hacer el bien, tu vida es un deleite.


(...)


- P.: Quizá sea posible, o quizá una utopía.


- R.: Mis antepasados nos dejaron a los abuelos la custodia del conocimiento. "Llegará el día en que se volverá a compartir en círculos abiertos". Creo que ese tiempo ha llegado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡Pero qué interesanteee!!

Gracias por compartirlo compañera de risas ;)

azuldelmar

Luz de Andrómeda dijo...

¡De nada, hermosa! ¡A mandar! XDDD