La llave de oro

Mi queridísima Sabina me ha contado hoy que tuvo un interesante sueño el pasado 18 de febrero y que todavía no había tenido ocasión de confiarme... Curioso: otra vez el bendito número 18.., ése que quiero abandonar y que nunca me abandona, rediez. Bueno: consideraré que soñó mi amiga en la madrugada del 19.., y a otra cosa, mariposa.

Os dejo el sueño en sí, para todos aquellos que estáis interesados en el mundo onírico. Curiosamente, ella soñó conmigo.., cosa que le pasa a menudo porque es capaz de "ver" cosas sorprendentes y de atrapar mensajes "subliminares" gracias a sus sueños.

Puse esta carta del raro y extraordinario tarot X-Clamp por varias razones... Primero, porque es la Templanza, que siento que es lo que más necesito en estos momentos; segundo, porque es una figura femenina japonesa en kimono, con una parte de sus vestiduras coloreadas en rojo (como en el sueño); tercero, porque representa a una sacerdotisa shinto, y eso significa mucho para mí; cuarto y fundamental, porque la serie anime en la que está inspirado el mazo de cartas me remite a mensajes importantes para los tiempos venideros.., como por ejemplo el de que no olvide que existen "soñadores de sueños" que, como en el caso de Sabina, tejen y tejen en las hebras de Morfeo para ayudar a despertar a los demás.

¡Muchas gracias por contármelo, wapa! ¡Ahí va tu sueño!
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"Te vi en medio de un largo pasillo cuyas paredes, techo y suelo parecían tener un color mostaza claro... A un lado se podían descubrir una serie de puertas, y también dos ventanas. Curiosamente, al asomarse a una se veían nubes hermosas, blancas, henchidas, como algodón. Sin embargo, en la otra ventana tan sólo se encontraban unas nubes oscuras, tenebrosas, como de tormenta, que amenazaban lluvia.

De repente avanzaste para recoger en tus manos parte de las nubes esplendorosas de la primera ventana. Sorprendentemente, te las introdujiste en el pecho, como si quisiéras guardártelas por debajo de tus vestiduras. Llevabas puesto un kimono de color rojo, con un cinturón gris, adornado con letras que yo sabía que estaban escritas en japonés y en arameo, de color amarillo, blanco y azul.

A continuación, avanzaste hacia la segunda ventana, la de las nubes oscuras, y metiéndote la mano en el kimono, por dentro, sacaste parte de los restos de las nubes algodonosas que guardabas ahí y los soltaste en la segunda ventana, como para contagiar a las nubes oscuras de la limpieza y alegría de las otras.

Entonces, avanzaste una vez más por el largo pasillo. Vi que llevabas una llave de oro en la mano. Te aproximaste a una puerta que se veía en el fondo, y acercaste la llave a la cerradura. Y ahí te quedaste, indecisa, sin saber exactamente si abrir la puerta del fondo, o no".

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¿Abrirá Andrómeda la puerta? ¿Se acabará perdiendo por el largo y oscuro pasillo teñido de ocre? ¿Vencerán las nubes blancas a las negras? ¿La llave de oro será la apropiada para desvelar los misterios de la enigmática puerta del fondo?

Las respuestas, después de la publicidad XDDDD

¡Saludos!