"Santo Príncipe de la Gloria,
Poderoso arcángel San Rafael,
Grande en los bienes de la naturaleza
Grande en los dones de la gracia,
Grande en el ardor de la caridad,
Grande en el resplandor de la sabiduría,
Grande en la piedad con los hombres,
Grande en el poder contra los demonios,
Grande en la dignidad,
Grandísimo en la humildad.
Medicina de Dios,
Príncipe de los médicos,
Prefecto de las curaciones,
Salud de los enfermos,
Luz de los ciegos,
Gozo de los afligidos,
Custodio de caminantes,
Guía de los peregrinos,
Maestro de los que desean la perfección,
Protector de la virtud".
Invocación tradicional al arcángel Rafael.
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Hay veces en que, simplemente, uno se pierde a sí mismo. En ocasiones no nos damos cuenta de que necesitamos ser sanados, curados en cuerpo, mente, alma y espíritu. Lo veo a diario: no hay nada de lo qué avergonzarse; simplemente, ser humano es complicado. No siempre es tan fácil elegir, discernir, tomar las riendas de la propia vida. Y en ocasiones, atrapados por la vorágine de lo que aparentemente nos sucede, perdemos el norte. No nos damos cuenta de que estamos inmersos en un proceso que desde fuera puede apreciarse como una crisis, pero que en realidad es SANADOR.
El arcángel Rafael, cuyo nombre significa "la Curación de Dios" o "Curado por Dios", es la entidad que soporta el arquetipo del Sanador Divino... No tenía ni idea de sus virtudes y atribuciones, hasta que este mes tuve varias experiencias relacionadas con la sanación, y me di cuenta de lo fundamental que ésta se está volviendo (cada vez más) en nuestras vidas. De alguna manera, de forma voluntaria, me he situado bajo la protección e inspiración de esta entidad angélica para que me guíe y sane a mi misma, con la intención de lanzarme directamente a desarrollar todo el potencial que poseo internamente para esta labor.
La Conciencia Cósmica denominada Rafael custodia el Este, la dirección solar del nacimiento, la nueva vida y la primavera... Rige el elemento aire, y trata las alteraciones del cuerpo mental que producen cambios en el cuerpo físico (enfermedades), con el fin de expresar los conflictos internos que el alma humana está viviendo... Específicamente asociado a la "regeneración de la Visión" (tanto a nivel físico como espiritual), es invocado para clarificar nuestro pensamiento, a fin de que dejemos "de dar vueltas como peonzas" y nos enfoquemos en lo que realmente necesitamos para cambiar, evolucionar, sanar, crecer.
Rafael actúa como guardián del Reino Físico, de la Naturaleza... Es el encargado de regenerar la Tierra, de hacer crecer las fuentes, las plantas, a todas las criaturas. Está al cuidado, pues, de todos los sistemas ecológicos, y como entidad gobernante de la fertilidad, también es invocado para todos aquellos/as que desean tener hijos. Asimismo es el patrono de los herbolarios, farmacéuticos y médicos. Armonizado con el color verde, la guía de Rafael enseña el camino de la compasión hacia todos los seres que existen en el plano material. Su acción directa potencia el equilibro en todo tu Ser, y es fuente de inspiración para todos aquellos que se dedican al noble arte de sanar.
Pero las atribuciones de esta Conciencia Cósmica no acaban ahí... Rafael te permite alcanzar la calma interior en aquellos momentos en los que más la necesites, y promueve la armonía en tu existencia. Además, te ayuda a comprender el sentido de vivir "en la verdadera abundancia". El arcángel Rafael otorga prosperidad de forma AUTÉNTICA Y DIVINA. Esto es: la manifestación terrenal del amor que existe en nuestros corazones se plasma en la vida abundante. Rafael es el ángel de la curación, pero como ya hemos visto, también de la fertilidad: toda abundancia proviene directamente de la misma Tierra, y todo lo que nos desvíe de ese potencial generador puro y divino, nos enferma y nos aparta del Plan Divino para la raza humana.
El color verde de Rafael nos trae contacto también con las altas ciencias, con la música, con las matemáticas... Bendice nuestro esfuerzo en la consecución de nuestras metas, siempre y cuando éstas sean amorosas y nazcan del centro mismo de nuestro corazón. Algunas tradiciones confirman a Rafael como ángel del Conocimiento, guardián del Árbol de la Vida y del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal. Su potencial nos muestra que solamente la Divinidad existe, y que la dualidad no es más que las dos formas, los dos puntos de vista que presenta el mismo problema.
Otras tradiciones afirman que Rafael es el guía de las almas que pasan a otros planos de existencia tras la muerte... Es el ángel, dicen, que concedió a Sara la capacidad de tener hijos cuando ya se le había pasado la edad. Otros textos afirman que desterró a los demonios que poblaban la Tierra tras el Diluvio, ¡e incluso se le atribuye haber sanado a Abraham tras su circuncisión! Cierto texto judío menciona que reveló a Noé el secreto curativo de las plantas.
Se le representa muchas veces con atuendo de caminante o peregrino, con un báculo o bastón en su mano izquierda, y en la derecha el pez con el cual sanó los ojos ciegos del padre de Tobías... A menudo lleva una cantimplora en la mano. La manifestación terrenal de la luz verde esmeralda de Rafael en la Tierra crea abundancia económica, creativa y social. Su dominio es el crecimiento y la transformación, y si este arquetipo cósmico, por una razón o por otra, aparece en tu vida, es porque ha llegado ya el momento de sanarte de todas esas viejas heridas que residen en tu alma, y que a veces queremos hacer pasar desapercibidas... La purificación que se alcanza tras la sanación de las viejas heridas del alma (que, en ocasiones, pueden incluso provenir de supuestas vidas pasadas) es innegable.
Cuando un ser humano decide dejar atrás de corazón, de una vez por todas, el camino de la victimización, Rafael está a su lado. ¡Incluso puede manifestarse, como algunas personas afirman haber vivenciado! Y es que toda victimización retrasa la evolución personal de un alma, por lo que es eminentemente indeseable y dañina. Es posible que, llegado un determinado momento en tu existencia, decidas "cortar por lo sano", y trabajar con compromiso y fe en tu proceso de sanación, tanto interno como externo... En esos momentos es cuando esta Conciencia Cósmica se pone de manifiesto, revelándote sus dones y su auténtica naturaleza angélica.
Rafael se invoca muchas veces para conseguir un matrimonio afortunado, porque fue el ángel que acompañó a Tobías en su largo y peligroso periplo en busca de una esposa apropiada. Por eso, muchos lo consideran el protector de los matrimonios bendecidos, y el guardián de la felicidad en los hogares. Una labor importante de Rafael en el plano material, y que hay que tener muy en cuenta, es que protege "tu Ego": sí, así, como lo oyes. Es un protector de la energía residente en el Plexo Solar (Manipura, Tercer Chakra), y en contra de todo lo que estoy oyendo hablar últimamente sobre el Ego y sus funciones, se trata de una inmensa y divina fuente de poder y conocimiento que ha sido otorgada al hombre para que la utilice, para que la desarrolle en el plano material.., y no para que la desprecie o la deje de lado por miedo a la materia, sino para que el individuo actúe con amor y conocimiento, con responsabilidad, desde el Yo y en el aquí y el ahora.
El poder de la Conciencia Cósmica de Rafael es inconmesurable. Puedes invocarle para que te ayude a sanar relaciones kármicas muy enredadas y comprometidas, cuya problemática se ha iniciado en otras supuestas vidas pasadas (incluso cuando los interesados ya no se encuentren en este plano vivencial). Puedes reclamar su asistencia en temas de herencias muy, muy liados, por no hablar de aquellos que se atreven con los exorcismos. Rafael es mediador en toda relación conflictiva, incluso presta ayuda en catástrofes naturales o causadas por la mano del hombre.
Rafael es el protector por excelencia: contra las enfermedades, contra los poderes del Mal. Hay muchas invocaciones que circulan por la Red para solicitar su asistencia (por una enfermedad, por un problema matrimonial, por abundancia material, etc). De todas ellas, os propongo la mía, ¡a ver si os gusta!:
"Una alfombrilla
Una vela verde
Un vaso de agua (verde si puede ser)
Una aventurina verde (puede valer un "diamante" de plástico verde de los chinos)
Cerillas
Esencia de menta y lavanda
Una medalla, foto o estampa del arcángel San Rafael
En un lugar calmado, sin ruidos ni interrupciones, siéntate encima de una alfombrilla (si puede ser de color verde, mucho mejor). Pon delante de ti una vela de color verde, enciéndela con las cerillas, y también la imagen del arcángel. Coloca la aventurina dentro del agua, y concentrándote en lo que deseas pedir (con toda la fuerza y fe de la que seas capaz), invoca:
"Arcángel San Rafael, luz y guía de los hombres, escucha mi petición y ayúdame a poder obtener este beneficio en mi vida, para mi mayor bien y el de todos los implicados".
A continuación bebe el agua del vaso, y disponte a tomar un baño caliente; previamente habrás disuelto en el agua un poco de los aceites esenciales de menta y lavanda.
Puedes pedir que se te dé una señal para solucionar tu problema que tan sólo tú puedas comprender perfectamente; o que algo te sea revelado en sueños, o que se den repentinamente las condiciones necesarias para que todo lo que precisas en tu vida tenga lugar. ¡Tú eliges la forma de la petición!
Lleva siempre la imagen del arcángel contigo, así como la aventurina verde, hasta que se cumpla tu deseo, tu problema se solucione, o vuelva la salud y la prosperidad a tu vida".
¡Un abrazo, besotes a todos/as!