Cuarzo rosa: la esencia del amor

Últimamente he venido escuchando muchas cosas acerca del amor y de las relaciones amistosas... Por avatares de la vida, he tenido la oportunidad de analizar muchos de esos comentarios, así como la propia actitud de las personas que los enunciaban.., y he llegado a la conclusión de que la mayoría hablamos mucho, pero sabemos más bien poco acerca del amor.

Como he visto que esto representa un gran problema para casi todos nosotros, he decidido escribir hoy sobre un mineral que, no por más abundante y fácil de obtener, resulta menos efectivo en el apoyo a la gente sobre todas las cosas que tienen que ver con ese músculo que tan poco a menudo (a pesar de lo que creemos) ponemos en funcionamiento: el corazón.

El cuarzo rosa, considerado piedra que emana y representa la esencia del amor sagrado, está precisamente asociado al chakra cardíaco. La mayoría de las piedrecitas que se venden y que podemos adquirir por un módico precio provienen de países tan dispares como Brasil, Estados Unidos, Japón, Sudáfrica, la India y Madagascar. Quiero añadir que aquí, en España, contamos con muy buenos ejemplares también. El que yo uso me lo encontré por la sierra, es de un color rosa precioso, y da muy buenos resultados :-)

La vibración del cuarzo rosa es eminentemente femenina y delicada. Esta preciosa piedra infunde la energía del verdadero amor (nada de sucedáneos raros, que los hay de todos los tipos y colores, por cierto), que se expresa a través del amor hacia uno mismo y hacia los demás. Extrae suavemente, sin que apenas uno se de cuenta, las vibraciones negativas, y las reemplaza por vibraciones amorosas. El uso prolongado de este cristal nos ayudará a abrirnos a nuestra belleza y paz interiores, con lo que, de una forma suave pero duradera, adquiriremos más confianza en nosotros mismos.

En gemoterapia se utiliza mucho para cerrar heridas sentimentales, y para mitigar el dolor por la pérdida o el alejamiento de los seres amados. Estimula el amor incondicional hacia nuestros semejantes, y la autoestima en sus facetas más positivas. Es muy beneficioso para aquellas personas que no hayan aún experimentado la alegría de vivir por falta de auténtico amor (que las hay.., y más de las que parece), o para los niños que, en su más temprana infancia, no recibieron todo aquel amor que se merecían.

El mecanismo es el siguiente: cuando las necesidades emocionales, por un motivo o por otro, no quedan cubiertas, el inconsciente llega a la conclusión de que no se han hecho suficientes méritos para el amor; por tanto, no sabrá amarse a sí mismo, y en estas condiciones no podrá compartir amor con nadie. Ésta es también la base para el amplio abanico de relaciones amorosas desequilibradas, en las que puede haber de todo: apego, sometimiento, humillación, el típico "amar demasiado", etc... Estos sentimientos nocivos y dañinos de amor distorsionado obedecen a una necesidad del inconsciente, que se hace auténticamente adicto a vivir en ansiedad, incertidumbre y sufrimiento, porque en realidad se considera merecedor de ello. Aquí también tenemos la base para la aceptación de maltratos, tras la cual muchas veces se oculta la carencia de suficiente autoamor.

El cuarzo rosa es una gema excelente para cerrar todas estas heridas... Su energía ayuda a redescubrir que la auténtica fuente del amor verdadero se encuentra, simplemente, dentro de nosotros mismos, y por ello, todas las heridas pueden cicatrizar, ante esa evidencia... La vibración rosa del cuarzo penetra allí donde han quedado almacenados y registrados viejos agravios, para disolver la carga emocional asociada e infundir, a la vez, consuelo y fortaleza.

Cuando se siente, así, la presencia de este amor verdadero e incondicional, el miedo, las penas y el resentimiento que obstaculizaban el auténtico fluir amoroso ceden paso ante la honda sensación de una posible realización personal, y eso marca la apertura hacia la felicidad y la paz interior. La sanación con cuarzo rosa puede abarcar meses, incluso años dependiendo de la carga emocional almacenada en las heridas pasadas, así como en la voluntad del individuo en pro de su propia sanación.

En el ámbito físico, el cuarzo rosa aumenta la fertilidad, sana los riñones y las glándulas adrenales, mejora los vértigos, fortalece el corazón y el sistema circulatorio, y situado sobre la glándula timo, alivia los problemas de pecho y de los pulmones.

Los entendidos en gemoterapia dicen que si te entregas a las altas vibraciones amorosas del cuarzo rosa, el Universo te devolverá todo ese amor multiplicado por tres. Así que ya sabéis, amigos: acaba de entrar la primavera, ¡ya me contaréis si os funciona o no! ;-)