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miércoles, 30 de septiembre de 2015

LUNA DE SANGRE: LAS VERDADERAS CLAVES DEL ECLIPSE



















Ya ha pasado, sí: pero no os dejéis engañar, porque aunque el famoso eclipse en Aries de la Luna de Sangre de septiembre haya pasado, nos quedan seis meses.., seis largos meses para ir sintiendo y aprendiendo acerca de él.

Voy a tratar de resumir, porque el tema es muy complejo y contiene muchas implicaciones: el pasado 27 de septiembre se dio un evento astronómico muy completo. Coincidieron un eclipse total de luna.., una superluna.., y también, lo que se ha dado en llamar (tan tétricamente), “una luna de sangre”. Este evento ha coincidido con la llamada “luna de la cosecha”, que se da todos los años en el mes de septiembre por la luna llena, en las fechas más cercanas al equinoccio de otoño.., y que representa simbólicamente en nuestra psique una oportunidad de oro para cambios y nuevos comienzos (o re-comienzos, como veremos a continuación).

La superluna se da siempre que nuestro satélite se encuentra muy, muy cerca de la Tierra… Al aproximarse tanto, su energía es poderosa y casi irresistible.., sobre todo en el ámbito de las emociones, que es lo que principalmente gobierna la Luna.

Y por último: la “luna de sangre” es, simplemente, un término que se usa para describir a una serie de 4 eclipses de luna totales.., aunque también es cierto que la Luna adquiere esta tonalidad roja durante el eclipse, lo cual afianza más el dramatismo de esta definición.

Lo raro y lo potente de este eclipse no es que suceda (eclipses tienen lugar varios al año), sino que se trate de una serie de 4 eclipses de luna totales desde el 14-15 de abril de 2014, hasta hoy.

¿Recuerdas qué pasaba entonces de importante en tu vida.., cuál era el tema predominante en el devenir de los acontecimientos? Haz memoria, si puedes: porque lo que viene a cerrar este último eclipse del fin de semana pasado es, precisamente, una etapa de tu vida muy importante, que tiene total y absoluta relación con lo que acontecía en aquel momento.

Relaciones, relaciones y relaciones: ¡de eso es de lo que trata esta serie de eclipses! De los patrones de ruptura o mantenimiento de relaciones que uno tiene.., de su capacidad de compromiso, de su respuesta ante las demandas y/o exigencias del otro. También, y por lógica, de nuestro papel en las relaciones (de todo tipo, ¿eh? Que este asunto no trata tan sólo y únicamente de las relaciones de pareja, sino también con amigos, socios, compañeros de trabajo, parientes, etc). 

Amor: amor incondicional, armonía.., sí, ¡de esto trata esta reveladora serie de eclipses! Pero también de tu ego, de visualizar y comprender en qué momento te has apartado de tu camino, y de TU AMOR HACIA TI MISMO/A. 

A menudo, mis clientes me hacen la pregunta del millón: “¿Qué venimos a hacer aquí?”. O bien: “¿Cómo se explican las enormes dosis de dolor y sufrimiento que vemos en el mundo?”. Bien, yo no soy una iluminada (¡ni muchísimo menos!), pero creo firmemente que hemos venido a aprender y a devolver a la Creación al estado de AMOR absoluto; a experimentar las consecuencias del DES-AMOR (es decir, del alejamiento de lo que es el verdadero Amor, y que es la sustancia, germen y objetivo de todo cuanto existe).

Se puede dar mil vueltas al asunto, pero en esencia se trata de eso: “porque el día en que comáis del fruto del Árbol del Bien y del Mal, seréis como dioses”, como se sugiere en la Biblia (Génesis, 3:5). Es decir, técnica y literalmente COMO DIOSES: con capacidad para discernir los efectos y las consecuencias de la libre elección entre el AMOR y el DESAMOR.., y no sólo eso. “Como dioses” implica un acto de creación, y lo que venimos a aprender aquí, o a desarrollar aquí, entre otras cosas, es la capacidad para CREAR nuestra realidad en función de nuestra mayor o menor cercanía o apartamiento, según nuestros pensamientos, palabras y obras, del AMOR.

… Abrir caminos para el amor incondicional (hacia uno mismo y hacia los demás), en clave compasiva y auténtica: de eso trata este eclipse, así como los tres anteriores con los que está íntimamente relacionado. Las fechas son clave: y aquellos que son estudiosos de la Astrología, como yo, o que tengan muy buena memoria podrán rastrearlas sin dificultad. A saber: 14-15 de abril 2014. 7-8 de octubre 2014. 4 abril de 2015. Y finalmente, el del pasado 27 de septiembre de este mismo año. 

Si has hecho los deberes (y que conste que soy PLENAMENTE CONSCIENTE de que los deberes son duros o muy duros); si has aprovechado la brutal retrogradación del planeta Venus durante todo el verano, ahora, con Mercurio retrógrado, te darás cuenta de que tienes la oportunidad de dar un giro radical a tu vida. Si eres sincero contigo mismo/a, podrás percibir una hermosa posibilidad, sí: la de ABRIRTE VERDADERAMENTE AL AMOR. Pero no al sucedáneo, ni al ilusorio. No a las variantes de relación que en este planeta llamamos “amor”, cuando no tienen apenas que ver con él. Sé que es muy complicado (lo sé en carne propia). Voy a poner un ejemplo muy bíblico de nuevo (al margen de mis creencias, la Biblia es un libro de gran sabiduría, donde se pueden encontrar claves muy interesantes). Esto es de la famosa “Epístola de San Pablo a los Corintios”, y es un texto que se lee en muchas, muchas bodas:

Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que tañe.

 Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia; aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada. 

 Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada.

El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece; no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido; no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. 

El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

 El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá."

Este eclipse ha venido, como en esta famosa Epístola, a decirnos varias cosas: 

Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles”: es inútil la comunicación entre las personas cuando se hace desde el ego.., y no de corazón a corazón, con absoluta franqueza y sinceridad, libre de miedos.

 “Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia; aunque tuviera toda la fe”: inútil, igualmente, toda espiritualidad que no tenga como fin último la toma de contacto con el profundo Amor que es el motor de todo. Y en el extremo contrario, inútil la razón y la ciencia, la búsqueda de explicaciones racionales o científicas al funcionamiento del mundo o a lo que nos pasa.., si no hay amor en nuestro interior, jamás comprenderemos o alcanzaremos las verdaderas claves cósmicas que gobiernan el funcionamiento del Universo.

Por último, de nada sirven las creencias y la fe ciega, en ocasiones fanática. Creer en el Amor incondicional e infinito de toda manifestación, en su perfección y en su sabiduría innata aunque no la comprendamos, es el fundamento de la verdadera fe.

 “Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas”: también es inútil el sacrificio que no se hace con amor, sino desde el ego. Ese sacrificio y ese dolor del alma que sólo tiene como fundamento y base a la propia culpa (que no es más que un desarrollo perverso e inútil de un ego descomunal). Da igual nuestro sufrimiento porque no sirve a nadie: lo único que sirve a la gente, al universo y a ti mismo/a, es amarnos y amar profunda e incondicionalmente: cuanto más, mejor.

Es posible que en estos días goces de un humor extremo (para bien, o para mal). Todos estamos ahora mismo tomando decisiones potentes y drásticas, que cambiarán o fijarán el curso de nuestras vidas para muchos, muchos años. Estamos en un umbral de encuentro entre almas, de resolución de asuntos kármicos pendientes. No tan sólo de ruptura de patrones establecidos, o de relaciones: por así decir, se queda lo que nos pertenece.., y se va lo que nunca ha sido nuestro. Os recomiendo no forzar las cosas en ningún sentido, porque es inútil: nuevamente, como en la Biblia y en muchas bodas se lee, os recuerdo que (Mateo 19:6):

Por consiguiente ya no seréis dos, sino una sola carne. Porque lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”.

Es decir: este eclipse te trae lo que verdaderamente es tuyo: te alinea con los tuyos. Te acerca a aquellos/as con los que vienes a cumplir una determinada misión de vida (y muy importante, por cierto, ya que el poder de los 4 eclipses es de 3 lunas multiplicadas por 4.., 12.., un número supremo de expiación, de sacrificio, de amor incondicional y de maestría espiritual).

… Y de aquello/aquellos que te aleje el eclipse (ahora y durante los seis próximos meses).., puedes estar seguro, puedes estar segura, que no tienes que estar ya más. Nada ni nadie, ni siquiera tú, podrá acercarte o alejarte de las personas ahora: es un periodo “destinal”, por así decir. Los que se junten o se separen actualmente están trabajando según el Plan Divino y nada puede hacerse ni a favor, ni en contra de dichos lazos.

La última luna de sangre ha venido para hacer caer las fachadas y las caretas: para mostrarnos tal y como somos, y para ver en qué medida somos auténticos.., y lo son los demás. Puede que tengas que afrontar conversaciones o tomas de conciencia incómodas: trata de permanecer en calma, puesto que son imprescindibles para tu desarrollo espiritual. 

Porque este cambio te abrirá a una nueva medida de lo que significa verdaderamente el amor y la compasión universales. Porque este eclipse te enseñará la forma en la que puedes y debes abrir verdaderamente tu corazón. Porque esta "luna de sangre", que muchos nos han querido vender como funesta, esconde en sí misma la semilla del cambio, de la renovación, del renacimiento y de la verdadera felicidad.