Como tengo el ego del tamaño de una catedral gótica (no es una afirmación ni una posibilidad; es, simplemente, una realidad), me van llegando cosas raras por vías raras.., a ver si por fin "me cosco" de qué va el tema. Aparentemente, unas no tienen que ver con otras, pero sí. Últimamente me están viniendo muchas cosas desde La India, por ejemplo.
En fin.., para no alargarme, un breve comentario hoy. Tiene que ver con esa avecilla que acompaña nuestro peregrinar y que convive con nosotros en las grandes ciudades: me refiero al humilde gorrión. Es un artículo del sensibilísimo César-Javier Palacios, que escribe en 20 Minutos hoy esta belleza...
En fin: yo no quiero estar aquí si no hay gorriones que me alegren los días... Yo no quiero vivir en el silencio.
¡Buen fin de semana!
-------------------------------------------------------------------------------------------------
"Sí, amigos. El gorrión se extingue. El pájaro más abundante de pueblos y ciudades, el único que nos ha acompañado fiel desde el Neolítico, se bate en retirada. No hoy ni mañana, es verdad, pero sus tendencias mundiales a la baja son cada día más preocupantes. Nuestras ciudades irrespirables, ajetreadas, apretadas, resultan ya demasiado para él y se va. Lo echaremos de menos, pues a pesar de no ser bello, de no ser un gran cantor, sus piares nos alegran tanto como un beso, nos recuerdan nuestro pasado rural, nuestra condición natural.
Prácticamente se ha extinguido de grandes ciudades europeas como Londres, Dublín, Edimburgo, Praga o Berlín. En Gran Bretaña han desaparecido 5 millones de parejas en los últimos 30 años. La situación no es aún tan alarmante en España donde, con una población de 10 millones de parejas, se considera la especie más abundante y más ampliamente distribuida. Pero se comienza a ver una preocupante tendencia negativa. En los naranjales de Valencia, por ejemplo, los descensos son superiores al 90%. Y en el centro de Madrid cada vez hay menos.
Decía el poeta Miguel Hernández que "los gorriones son los niños del aire", empeñados en una lucha alegre "por existir en la luz, por llenar de píos y revuelos el silencio torvo del mundo". Quizá estos niños se han hecho mayores y se han cansado de nuestros malos modos. ¿Por qué se extinguen? En las áreas urbanas la culpa la tiene nuestra excesiva limpieza de calles y jardines, lo que les escamotea alimento. También la competencia feroz de las palomas por esas migajas de nuestros desperdicios. En las zonas rurales la razón es el despoblamiento de los pueblos, el abandono de las tierras de cultivo, unido a un excesivo uso de productos químicos.
Si hasta los gorriones nos abandonan, ¿no será una señal?".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario