El Baile de los Sombreros Negros

Hace dos semanas, tuve el gusto de acudir a un concierto que dieron los lamas tibetanos en Madrid. Lo que no me esperaba es que se pusieran también a bailar. Yoli se puso a hacer fotos, como de costumbre (es algo que le encanta, es muy buena fotógrafa), y una de las instantáneas es la que precisamente adorna esta entrada de hoy.

Ése que veis ahí es un joven lama, ataviado con un traje tradicional del Tíbet y en plena actuación, llevando a cabo la danza llamada "de los Sombreros Negros". Se trata de un tipo de danza funeraria, pero cuyo propósito real es el de eliminar los obstáculos a la felicidad de los individuos.

El Baile de los Sombreros negros es un elaborado ritual, cuya representación se prolonga aún hoy en el Tíbet durante varios días... Esta danza acomete contra las emociones afectivas y los conceptos erróneos que son causa de sufrimiento para el espectador. Al comienzo del espectáculo, los bailarines de esta danza ofrecen simbólicamente una libación de oro (en forma de té) a los Lamas del Linaje, a sus deidades tutelares (que en realidad son diferentes arquetipos del Buda) y a los Dharmapalas (o "Protectores de la Verdad"), para complacerles y recibir sus bendiciones.

Seguidamente, instan a dichos Dharmapalas y sus seguidores para que se unan a ellos. En el budismo tibetano, todas estas entidades aparecen bajo un aspecto "airado". El único propósito de este aspecto es el de subyugar a todas las mentes de aquellos seres que se sienten afligidos por el odio, la codicia y la ignorancia.

Los lamas también representaron para nosotros la Danza del Ciervo, en la que un bailarín disfrazado de este animal adopta la forma de una deidad protectora masculina, cuyos movimientos atraen hacia sí las fuerzas destructivas. En esta danza, primero, se atrae a los Budas y Bodhisatvas; luego se les hacen ofrendas; posteriormente, se llevan a cabo movimientos "airados" para eliminar los obstáculos; y por último, se suplica (siempre mediante la danza) a los Budas y Bodhisatvas que regresen a sus moradas. La danza del ciervo es muy popular en Tíbet, ya que la deidad de cabeza de ciervo está considerada como un gran protector.

Las raíces de esta danza monástica, denominada Cham, se encuentran en las prácticas meditativas del budismo tántrico de la India, que llegaron al Tíbet a comienzos del siglo octavo... Las danzas se conciben como ofrendas a todos los seres iluminados del Universo. También representan los movimientos de dichos seres divinos, tal como lo percibieron los practicantes tántricos avanzados en estado de abstracción meditativa. Así, mientras danzan, los monjes se visualizan a sí mismos como una determinada deidad y, a través de sus movimientos, dan forma a las cualidades especiales de ésta. Por ello, la danza no es sólo una representación simbólica, sino que se la considera, asimismo, dotada de poder propio.
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Al margen de esto, tres noticias me han llamado hoy la atención en los periódicos del día, que no puedo dejar pasar. Primera: "Una escuela canina en Albacete adiestra perros escolta para mujeres maltratadas". Manda carajo que las autoridades no sean capaces de frenar la violencia en los territorios que ellas mismas gobiernan, y que no puedan garantizar la seguridad de sus ciudadanas (para lo cual, no lo olvidemos, han sido elegidas).., y que al final, tenga que venir de nuevo el ser más fiel del orbe, el "amigo del hombre", a enfrentarse con la Bestia y tratar de "desfacer el entuerto". ¡Qué vergüenza!

Aunque más vergüenza (ajena) me da el segundo titular: "Serán los médicos los que decidan si las menores de 16 años pueden o no abortar". Muy bien, señores del Gobierno, otro aplauso desde el foro. O sea: que le quitan ustedes la responsabilidad y la autoridad a los padres sobre sus hijos, y se la dan a un médico, a uno que viene "de fuera", a un funcionario o una autoridad del Estado... Vivir para ver. Qué contento se iba a poner Aldous Huxley...

Tercer y último vergonzoso titular: "60.000 niños desaparecen cada año en China, víctimas de redes de prostitución, venta de menores o tratantes de esclavos". Tócate el pie. ¿Es ésta la civilización "milenaria y espiritual" de la que cierto astrólogo infame, de cuyo nombre no quiero acordarme, nos hablaba hace unos dos años? Joder. Menudo porvenir nos espera, con Europa tocada y hundida, y estos cafres (que además de milenarios en historia, lo son en número) tomando el poder tras la venida abajo y el olvido de los votos que se llevaron a cabo después de la Segunda Guerra Mundial. "Que paren el mundo, que me apeo", como decía Mafalda. Yo emigro aunque sea al Amazonas: no aguanto a esta caterva a la que le da igual ocho que ochenta y que desprecia poderosamente la vida.

En fin, ya me he desahogado: también hoy tocaba :-)

Muchos besotes.

P.D: de nuevo gracias, Yolanda, por la bella fotografía ;-)