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"De repente, aparecí en una vasta extensión de terreno: era completamente de noche, y arriba, en un cielo de profundo y aterciopelado color índigo, brillaban las estrellas. Me sorprendió mi vestimenta, porque iba como de gala, con un traje vaporoso de color crema claro, al estilo de Ginger Rogers, la que bailaba con Fred Astaire en esas viejas películas en blanco y negro, jajaja. Me sorprendió porque jamás voy vestida de ninguna forma que se le parezca.., y mucho menos aún con esos zapatos color crema claro de tacón de aguja que llevaba.
Miré hacia mi derecha, y vi la superficie oscura y brillante de las aguas de un lago inmenso, pero tranquilo. Miré hacia mi izquierda, y el agua parecía solidificarse, pero me di cuenta de que era más bien un material parecido al cristal, de color índigo profundo, casi negro, sobre el que yo me sostenía. Una especie de plataforma; también vi una barandilla como de plata que separaba dicha plataforma de las aguas. Descubrí que había un hombre tocando un enorme, casi gigantesco, piano de cola negro. No le veía el rostro desde mi posición, pero escuchaba su música: eran temas clásicos, arriesgados y complicados, llenos de escalas barrocas y casi imposibles.
Al acercarme me apoyé en el piano, complacida, mientras aquel hombre tocaba con maestría. Se trataba de un hombre muy joven, vestido con una especie de frac negro, y también tenía el pelo y los ojos muy negros. Se esforzaba, se desesperaba, se derramaba casi sobre las teclas del instrumento, como si quisiera, de alguna manera, fundirse con él. Estuvo así, tocando, durante un larguísimo rato, y yo sin moverme, simplemente escuchando su música. Brusca y súbitamente se interrumpió, y me miró sonriendo complacido, como si me conociera de toda la vida.
Me dijo que tenía que darme las gracias, porque debido a mi actitud y a mi arrojo era posible que él hubiera podido desarrollar su arte, y que ahora sabría cómo seguir, cómo salir adelante, como continuar, y que eso en ningún caso debía de preocuparme, porque era algo que él tenía que hacer por sí mismo. Yo asentí, como si le comprendiera, y entonces él se levantó, moviéndose muy rápido, y se acercó a mi. Me dijo que era yo, ahora, la que tenía que "espabilar" y hacer valer mi arte. Le pregunté cómo así, puesto que ningún arte yo tenía, o al menos no era capaz de reconocerlo. Él se rio abiertamente y levantó su mano como por encima de mi cabeza, y entonces sentí y vi como si me cayeran por todos los lados partículas infinitesimales de purpurina de plata y oro, que me revestían como de un halo estelar. Me sorprendí, me quedé alucinada por aquello, y le pregunté al hombre qué podía esperar de la vida ahora, cuál era el camino a seguir.
Él me señaló hacia el lago en quietud y calma, y yo vi varias parejas de cisnes blancos que surcaban las aguas... Me volví hacia él de nuevo, y le comenté que sabía que cosas terribles iban a tener lugar, y que si podía indicarme cómo hacer para sobrevivir a todo aquello. Entonces él cambió su gesto, que se volvió muy fuerte y grave, y escudriñó el horizonte. Aquel se había enrojecido, y al contraste noté que lo flanqueaban una especie de montañas, pensé que volcanes, los cuales rodeaban aquel lago enorme, oscuro pero tranquilo.
Entonces él alargó de repente un dedo hacia la luna, y yo la vi roja, como si estuviera en sangre. Curiosamente, sobre su superficie se formó el signo de Aries, delineado perfectamente en trazos negros. Empezaron a tener lugar unas terribles explosiones a lo lejos; vi, oí y sentí bombas, humo rojo y amarillo de color azufre, y todo el ambiente se volvió, a la vez, terrorífico y hostil. Pensé en mi vestido vaporoso de color cremita, y de qué forma no "pegaba" con el ambiente circundante. Lo curioso es que no sentía mucho miedo, sino más bien una especie de estupor; creo que no comprendía del todo lo que estaba pasando.
Le pregunté al hombre qué significaba todo aquello, porque me parecía una guerra, y le expliqué que el signo de Aries siempre me era particularmente maléfico, puesto que residía sobre la cúspide de mi Casa 8, la Casa de la pérdida material, la muerte individual y de los parientes, así como las operaciones, etcétera... Me recordó que esa Casa era también la de la posibilidad de resurrección, la de la capacidad de compartir, y la de los valores en una relación matrimonial o de socios, además del sexo. Me dijo que la 8 era, por si se me había olvidado, la Casa de la trascedencia de las limitaciones humanas a través de las relaciones interpersonales, cuando el alma se identifica con los otros necesariamente. Me reí algo incrédula y extrañada por la seguridad que desprendía en sus aseveraciones, y le contesté que, con Aries en la cúspide de la 8, seguramente estaba destinada a morir de muerte violenta, dura y antinatural. Entonces él se enojó bastante y me dijo, con una voz rara y cambiada que aún resuena en mis oídos, una cosa extraña: que el regente de Aries, cuando está en la Casa 12, opera de forma opuesta a lo que se espera de él, y que no es maléfico en absoluto, en contra de lo que se podría esperar, y que aquel que yo creía mi mayor enemigo, era mi más fuerte aliado y el que debería salvarme y proveer mi supervivencia. Que la 12 guardaba los recuerdos del karma, y que el que quita la vida debe, manifiestamente, tratar de salvarla a toda costa cuando le llega su oportunidad.
Y no recuerdo nada más...
Lunación en mi Casa 1, conjunta a Urano, Saturno y Mercurio, en sextil a Venus natal en Casa 11, en Cáncer. La conjunción Venus-Marte que opera ahora mismo está en cuadratura a mi Venus natal, y en mi Casa 2, en oposición al signo de Aries. Opera antes de producirse la retrogradación de Venus bajo la que actualmente nos encontramos".
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Miré hacia mi derecha, y vi la superficie oscura y brillante de las aguas de un lago inmenso, pero tranquilo. Miré hacia mi izquierda, y el agua parecía solidificarse, pero me di cuenta de que era más bien un material parecido al cristal, de color índigo profundo, casi negro, sobre el que yo me sostenía. Una especie de plataforma; también vi una barandilla como de plata que separaba dicha plataforma de las aguas. Descubrí que había un hombre tocando un enorme, casi gigantesco, piano de cola negro. No le veía el rostro desde mi posición, pero escuchaba su música: eran temas clásicos, arriesgados y complicados, llenos de escalas barrocas y casi imposibles.
Al acercarme me apoyé en el piano, complacida, mientras aquel hombre tocaba con maestría. Se trataba de un hombre muy joven, vestido con una especie de frac negro, y también tenía el pelo y los ojos muy negros. Se esforzaba, se desesperaba, se derramaba casi sobre las teclas del instrumento, como si quisiera, de alguna manera, fundirse con él. Estuvo así, tocando, durante un larguísimo rato, y yo sin moverme, simplemente escuchando su música. Brusca y súbitamente se interrumpió, y me miró sonriendo complacido, como si me conociera de toda la vida.
Me dijo que tenía que darme las gracias, porque debido a mi actitud y a mi arrojo era posible que él hubiera podido desarrollar su arte, y que ahora sabría cómo seguir, cómo salir adelante, como continuar, y que eso en ningún caso debía de preocuparme, porque era algo que él tenía que hacer por sí mismo. Yo asentí, como si le comprendiera, y entonces él se levantó, moviéndose muy rápido, y se acercó a mi. Me dijo que era yo, ahora, la que tenía que "espabilar" y hacer valer mi arte. Le pregunté cómo así, puesto que ningún arte yo tenía, o al menos no era capaz de reconocerlo. Él se rio abiertamente y levantó su mano como por encima de mi cabeza, y entonces sentí y vi como si me cayeran por todos los lados partículas infinitesimales de purpurina de plata y oro, que me revestían como de un halo estelar. Me sorprendí, me quedé alucinada por aquello, y le pregunté al hombre qué podía esperar de la vida ahora, cuál era el camino a seguir.
Él me señaló hacia el lago en quietud y calma, y yo vi varias parejas de cisnes blancos que surcaban las aguas... Me volví hacia él de nuevo, y le comenté que sabía que cosas terribles iban a tener lugar, y que si podía indicarme cómo hacer para sobrevivir a todo aquello. Entonces él cambió su gesto, que se volvió muy fuerte y grave, y escudriñó el horizonte. Aquel se había enrojecido, y al contraste noté que lo flanqueaban una especie de montañas, pensé que volcanes, los cuales rodeaban aquel lago enorme, oscuro pero tranquilo.
Entonces él alargó de repente un dedo hacia la luna, y yo la vi roja, como si estuviera en sangre. Curiosamente, sobre su superficie se formó el signo de Aries, delineado perfectamente en trazos negros. Empezaron a tener lugar unas terribles explosiones a lo lejos; vi, oí y sentí bombas, humo rojo y amarillo de color azufre, y todo el ambiente se volvió, a la vez, terrorífico y hostil. Pensé en mi vestido vaporoso de color cremita, y de qué forma no "pegaba" con el ambiente circundante. Lo curioso es que no sentía mucho miedo, sino más bien una especie de estupor; creo que no comprendía del todo lo que estaba pasando.
Le pregunté al hombre qué significaba todo aquello, porque me parecía una guerra, y le expliqué que el signo de Aries siempre me era particularmente maléfico, puesto que residía sobre la cúspide de mi Casa 8, la Casa de la pérdida material, la muerte individual y de los parientes, así como las operaciones, etcétera... Me recordó que esa Casa era también la de la posibilidad de resurrección, la de la capacidad de compartir, y la de los valores en una relación matrimonial o de socios, además del sexo. Me dijo que la 8 era, por si se me había olvidado, la Casa de la trascedencia de las limitaciones humanas a través de las relaciones interpersonales, cuando el alma se identifica con los otros necesariamente. Me reí algo incrédula y extrañada por la seguridad que desprendía en sus aseveraciones, y le contesté que, con Aries en la cúspide de la 8, seguramente estaba destinada a morir de muerte violenta, dura y antinatural. Entonces él se enojó bastante y me dijo, con una voz rara y cambiada que aún resuena en mis oídos, una cosa extraña: que el regente de Aries, cuando está en la Casa 12, opera de forma opuesta a lo que se espera de él, y que no es maléfico en absoluto, en contra de lo que se podría esperar, y que aquel que yo creía mi mayor enemigo, era mi más fuerte aliado y el que debería salvarme y proveer mi supervivencia. Que la 12 guardaba los recuerdos del karma, y que el que quita la vida debe, manifiestamente, tratar de salvarla a toda costa cuando le llega su oportunidad.
Y no recuerdo nada más...
Lunación en mi Casa 1, conjunta a Urano, Saturno y Mercurio, en sextil a Venus natal en Casa 11, en Cáncer. La conjunción Venus-Marte que opera ahora mismo está en cuadratura a mi Venus natal, y en mi Casa 2, en oposición al signo de Aries. Opera antes de producirse la retrogradación de Venus bajo la que actualmente nos encontramos".
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Por su interés, y porque siento que tengo que meditar (extrañamente) sobre este particular, reproduzco aquí un comentario astrológico que he encontrado en Internet sobre la Casa 8, y que se sale un poco de lo común. Adjunto el link entero para su consulta:
"(...) La 8ª casa rige todas las uniones reales de amor, ya sean legales o informales, como corresponde al signo del amor Escorpión. El signo en la cúspide de la octava denota si el nativo es capaz de devoción pasional e indica la fortaleza de sus sentimientos sexuales, subordinando a modificarse por la posición del signo de Plutón (...)
Si una relación de la 7ª casa es verdaderamente funcional y tiene un propósito, es en el campo de experiencias relacionadas con la octava casa que este propósito funcional se halla substanciado. Cuando se sustancia y asume un carácter muy concreto, la pareja deberá afrontar la responsabilidad por cuanto esa relación produzca a otras personas, y especialmente a toda la comunidad y a la tierra. Uno puede lograr la realización de que cada persona es miembro del todo sólo cuando la calidad de la relación entre los participantes hace posible la evocación y por lo tanto su renacimiento en un nivel superior de la inclusividad y amor despojado de ego. Todo está basado en la confianza. Una persona tal vez tenga que ver sus opciones de manera más profunda y vital en función de los tipos de experiencia de la octava casa. Estas opciones no solo afectarán al individuo, sino también a la sociedad en su conjunto.
La 8ª casa muestra el apoyo que se recibe de otros, incluyendo el financiero, moral, espiritual y físico (...). Muestra cuestiones ocultas, sueños, investigación a fondo, búsqueda y bienes ocultos. Incluye bienes de compañeros y asociados y pensión de divorcio. Es la casa de la cirugía y, junto con la 6ª, muestra clases de enfermedad.
Esta es la contraparte de la 2ª casa. La 2ª representa las necesidades físicas básicas que debemos satisfacer. La 8ª representa las necesidades más fundamentales, trascendentales y espirituales que debemos satisfacer. La ergonomía nos dice que somos un sistema de vida energético auto sustentable; por lo tanto nuestra necesidad funcional básica es mantener nuestra energía fluyendo. Ahora, esa energía se puede expresar a sí misma como impulsos sexuales, sociales o espirituales. No importa cómo se expresa a sí misma cuando el nivel de energía interna se eleva exige una salida. Si no permitimos que esta energía fluya puede dar como resultado estragos internos: el resultado final puede ser la muerte. Las palabras clave básicas de la 8ª casa son: muerte, regeneración, sexualidad y fuertes impulsos espirituales. (...).
La 8ª casa está conectada con las relaciones íntimas con otras personas. Es la casa del dormitorio, donde te enfrentas con las emociones que no vives durante el día. La 8ª casa está en relación con la habilidad de mostrar intimidad sexual. Los planetas situados aquí mostrarán la facilidad o dificultad que tiene uno en bajar las defensas emocionales. Hay mucha ansiedad y trauma emocional conectado con esta casa. Los planetas situados aquí estarán ocultos en su expresión y reflejarán cuestiones emocionales sin resolver. La 8ª casa refleja las emociones evocadas en otros (...).
En el Zodíaco, ésta es la casa del trauma. Su característica primordial es la experiencia de situaciones con las que tratamos y que podríamos afrontar con solamente llamar a nuestras profundas reservas de fortaleza para producir crecimiento. Está asociada con nuestras funciones físicas más fundamentales y las más espirituales, y puede ser llamada verdaderamente la “casa de las necesidades”. Está mejor simbolizada por una puerta que nos saca del mundo familiar a un nuevo paisaje.
Aquí tratamos con cosas de las que no podemos escapar: nacimiento, muerte, deudas, impuestos, cirugía, sexo y mucho más. Los problemas en esta área pueden provocar violencia y perversión, mientras que los aspectos benéficos pueden producir una curación o una herencia. En todos los casos, dichos eventos tienen ramificaciones que cambian a la persona, alterando su progreso por la vida. Se vuelven puntos de vuelta en el camino (...).
Las actitudes psicológicas de “compartir” o “comprar” o “prestar” pueden entrar en conflicto aquí. Es por ello que alguna gente compara el amor con las “cosas”. Aprendieron cuando niños que sus padres no compartieron tiempo o amor con ellos y lo sustituyeron con posesiones materiales. Crecieron juzgando el valor por el precio. Discuten sobre las herencias familiares porque así es como juzgan cuánto fueron “amados”. Revisan los regalos por su valor en dinero y califican todas las relaciones de esa manera. La confusión entre el amor y el sexo puede surgir junto con los asuntos de la valía personal. La 8ª casa no trata del amor romántico sino con lo que requiere compartir ese amor. El compartir es necesario. No hay otra opción si es viable la asociación(...).
"(...) La 8ª casa rige todas las uniones reales de amor, ya sean legales o informales, como corresponde al signo del amor Escorpión. El signo en la cúspide de la octava denota si el nativo es capaz de devoción pasional e indica la fortaleza de sus sentimientos sexuales, subordinando a modificarse por la posición del signo de Plutón (...)
Si una relación de la 7ª casa es verdaderamente funcional y tiene un propósito, es en el campo de experiencias relacionadas con la octava casa que este propósito funcional se halla substanciado. Cuando se sustancia y asume un carácter muy concreto, la pareja deberá afrontar la responsabilidad por cuanto esa relación produzca a otras personas, y especialmente a toda la comunidad y a la tierra. Uno puede lograr la realización de que cada persona es miembro del todo sólo cuando la calidad de la relación entre los participantes hace posible la evocación y por lo tanto su renacimiento en un nivel superior de la inclusividad y amor despojado de ego. Todo está basado en la confianza. Una persona tal vez tenga que ver sus opciones de manera más profunda y vital en función de los tipos de experiencia de la octava casa. Estas opciones no solo afectarán al individuo, sino también a la sociedad en su conjunto.
La 8ª casa muestra el apoyo que se recibe de otros, incluyendo el financiero, moral, espiritual y físico (...). Muestra cuestiones ocultas, sueños, investigación a fondo, búsqueda y bienes ocultos. Incluye bienes de compañeros y asociados y pensión de divorcio. Es la casa de la cirugía y, junto con la 6ª, muestra clases de enfermedad.
Esta es la contraparte de la 2ª casa. La 2ª representa las necesidades físicas básicas que debemos satisfacer. La 8ª representa las necesidades más fundamentales, trascendentales y espirituales que debemos satisfacer. La ergonomía nos dice que somos un sistema de vida energético auto sustentable; por lo tanto nuestra necesidad funcional básica es mantener nuestra energía fluyendo. Ahora, esa energía se puede expresar a sí misma como impulsos sexuales, sociales o espirituales. No importa cómo se expresa a sí misma cuando el nivel de energía interna se eleva exige una salida. Si no permitimos que esta energía fluya puede dar como resultado estragos internos: el resultado final puede ser la muerte. Las palabras clave básicas de la 8ª casa son: muerte, regeneración, sexualidad y fuertes impulsos espirituales. (...).
La 8ª casa está conectada con las relaciones íntimas con otras personas. Es la casa del dormitorio, donde te enfrentas con las emociones que no vives durante el día. La 8ª casa está en relación con la habilidad de mostrar intimidad sexual. Los planetas situados aquí mostrarán la facilidad o dificultad que tiene uno en bajar las defensas emocionales. Hay mucha ansiedad y trauma emocional conectado con esta casa. Los planetas situados aquí estarán ocultos en su expresión y reflejarán cuestiones emocionales sin resolver. La 8ª casa refleja las emociones evocadas en otros (...).
En el Zodíaco, ésta es la casa del trauma. Su característica primordial es la experiencia de situaciones con las que tratamos y que podríamos afrontar con solamente llamar a nuestras profundas reservas de fortaleza para producir crecimiento. Está asociada con nuestras funciones físicas más fundamentales y las más espirituales, y puede ser llamada verdaderamente la “casa de las necesidades”. Está mejor simbolizada por una puerta que nos saca del mundo familiar a un nuevo paisaje.
Aquí tratamos con cosas de las que no podemos escapar: nacimiento, muerte, deudas, impuestos, cirugía, sexo y mucho más. Los problemas en esta área pueden provocar violencia y perversión, mientras que los aspectos benéficos pueden producir una curación o una herencia. En todos los casos, dichos eventos tienen ramificaciones que cambian a la persona, alterando su progreso por la vida. Se vuelven puntos de vuelta en el camino (...).
Las actitudes psicológicas de “compartir” o “comprar” o “prestar” pueden entrar en conflicto aquí. Es por ello que alguna gente compara el amor con las “cosas”. Aprendieron cuando niños que sus padres no compartieron tiempo o amor con ellos y lo sustituyeron con posesiones materiales. Crecieron juzgando el valor por el precio. Discuten sobre las herencias familiares porque así es como juzgan cuánto fueron “amados”. Revisan los regalos por su valor en dinero y califican todas las relaciones de esa manera. La confusión entre el amor y el sexo puede surgir junto con los asuntos de la valía personal. La 8ª casa no trata del amor romántico sino con lo que requiere compartir ese amor. El compartir es necesario. No hay otra opción si es viable la asociación(...).
8 comentarios:
SUBLIME , ME QUITO EL SOMBRERO ANTE TAL DESPLIEGUE DE ARGUMENTOS, ME LO TENGO QUE LEER MÁS TRANQUILAMENTE, POR LO IMPRESIONANTE , CREO QUE NECESITAS APRENDER MÚSICA , PERO NO ME REFIERO A "EL SOLFEO" VA POR OTRO LADO , MÁS ARRIBA EN CONOCIMIENTO.
LA VERDAD ME HE QUEDADO ANONADADO.
IEIAZEL
Que buena meditacionnnnnnnnnnn…….
Es para estudiar al detalle yo también tuve ayer una visión y estuve a punto de tirar del hilo pero me dije no mañana además estoy cansado………
Pero tres cuatro imágenes me dieron ayer….. Sin yo querer….
A resaltar……. La pasión del hombre……. Y luego la movida de Marte…. Como en meditación de uno es normal te esta mostrando que algo ahí en tu uno de ese planeta no crees…….
Por otro lado recuerdo tu meditación de casa 8 yo te dije que feliz orgasmo, y tu me cuestionaste recuerdas……..
Bueno que te toca curro me parece impresionante…….
Después tuviste la visión de kheper…….. El planeta astro o sol……. Entre dos montañas o volcanes……….
Repásate esta simbología…… no recuerdo si se escribe asi……..
En si es Ra al amanecer un nuevo dia……..
Suerte……. Creo que estas empezando un ciclo muy fuerte…….
besitussssssss
la imagen de el sol entre dos montañas me llevo a encontrar el escrito que te envie.
cuando es el cumple de bego pitirola?????????????
soy toni o besituuuuuus
Jajaja: fíjate qué bueno. El día de Venus sólo les llamó la atención a las chicas, y hoy, sólo chicos.
Pues Ieiazel (por cierto, re bienvenido a esta mi casa), la verdad es que me ha dejado un poco alucinada la meditación, por no buscada. ¡En serio que pensaba hacerla hoy, porque se dijo en el foro que era el mejor día! Se me adelantó, vaya usted a saber por qué...
Aprender música.., ummmmmm.
Ay, qué cosas "veo", de verdad.
:-) ¡Besotes!
Hola Toni: no he entendido bien tus reflexiones, jajaja, bueno, hoy como es pre-fiesta, toi un poco empanada, sé... :-) Pero tengo que asimilarlo.., ¿un ciclo muy fuerte? ¿Más? Dios mío, jajaja...
Ah: recuerdo lo del orgasmo, y el rebote que me pillé.
... Pero es que es.., muy complejo Toni. ¡Muy complejo!
Algún día trataré de explicarlo, escribiendo algún libro :-)
Es posible que pueda servirles a otros.., ¡eso espero!
¿No cuentas lo que viste tú? ;-)
Chissst: es hoy, es hoy!! Vamos a felicitarla todos!!!
Muy atrapante tu meditación,
al leerla recordé tu artículo del
VIERNES 23 DE JULIO DE 2010
Experiencias en el Otro Lado.
Al avanzar la lectura me imaginaba una muñeca vestida como describiste y parada sobre su laqueada caja negra de música...
Bso.
Glois
Ufssssss, Glois!
Eso sí que me resulta la mar de inquietante!
Un besoooote! ;-)
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