De buscadores, de amor, de insumergibles...

Enriqueta, una enoooorrrme amiga, me dice siempre que soy una buscadora, y que por eso nunca tiene miedo por mí... Tiene toda la razón del mundo. Nunca dejaré de buscar. Nunca me rendiré. No está en mi naturaleza hacerlo.

"Ningún espejismo, ninguna ilusión puede detener al hombre que se ha propuesto la tarea de caminar por el aguzado filo de la navaja de la senda que habrá de conducirle a través (...) de las profundas aguas del sufrimiento y del dolor; de los valles del sacrificio; y sobre las más altas montañas, hasta la puerta de la Liberación. Tal vez viaje algunas veces en medio de la oscuridad (y esa ilusión de la oscuridad puede ser muy intensa); (...) tal vez llegue a saber lo que es vacilar en la senda, y caer bajo la fatiga del servicio y de los conflictos; quizá se sienta tentado en ocasiones a caminar por los senderos de la ambición, del interés propio y del encanto de lo material, pero esas vacilaciones y esos interludios serán breves. Nada, ni en el Cielo ni en el Infierno, ni en la Tierra ni en ninguna otra parte, podrá impedir el avance de ese hombre que ha despertado del mundo de la ilusión, que ha percibido la realidad existente más allá de los espejismos del plano astral, y que ha oído, aunque sólo fuera una vez, el toque de rebato de su propia alma".

Alice Bailey
"Tratado sobre magia blanca".

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El toque de rebato de su propia alma...

El fotograma pertenece a la película "Titanic", cuyos protagonistas son, en este caso, Kate Winslet y Leo DiCaprio. En esta escena, él le pide que le haga una promesa. Le pide que jamás se rinda, pase lo que pase. Suceda lo que suceda. Ella lo promete, y lo cumple.

Esta película puede gustaros más o menos... Puede pareceros una historia de amor un poco melodramática. Cuando la vi tenía 25 años. Ha pasado ya tiempo, pero aún recuerdo cuánto me impresionó. No lloré con ella, pero me quedé como en una especie de shock emocional. Y hoy, que me he reencontrado con este vídeo en Internet por casualidad, que muestra la traducción al castellano de la famosa canción interpretada por Celine Dion, he comprendido por qué.

http://www.youtube.com/watch?v=-qDdSeAgnHw

¡Bueno! He confesado y confieso que soy lenta. ¡Pero segura XDDDD!

Que no os engañen. Que no os dispersen. Que no os hagan claudicar con burdas mentiras.

Claro que ese amor, el AMOR con mayúsculas, existe. ¿En serio pensábais que la vida iba en broma? No somos niños: ya no. Entonces, si no somos niños, ¿por qué dejamos que nos cuenten cuentos?

Una batería de preguntas: ¿qué hubiera pasado si el personaje de ella, Rose, no se hubiera encontrado con Jack? ¿Habría seguido adelante con su extraña y aparentemente segura vida de ilusión? Su alma, que estaba dando gritos por liberarse, ¿lo hubiera hecho al fin y al cabo? ¿Se habría casado con el especímen aquél, que ya iba mostrando maneras un tanto preocupantes para con ella? ¿Habría plantado cara a su rígida y bienintencionada mamá, que tanto se preocupaba por su bienestar (¿el de quién?)? ¿Habría languidecido Rose como una flor sin perfume, dentro de los barrotes de su dorada jaula?

"Eres una ilusa".., me sueltan, de sopetón, algunos otros bienintencionados... "Siempre idealizándolo todo. ¿Y por qué Rose iba a ser desgraciada si se casara con su prometido, si siguiera dentro de las comodidades que le proporcionaba su elevada clase social...? ¡Eso que dices no tiene fundamento!". Oh, pues claro. Claro que no tiene fundamento. Porque mi opinión real, queridos bienintencionados, es que Rose no se hubiera salvado: no hubiera tenido el valor, los reaños suficientes, como para salvarse, de no conocer a Jack.., que fue su espíritu guía, su fuerza, su fe, su protección y su real y único apoyo, hasta las últimas consecuencias.

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Jack es en masculino lo que otro personaje de la película es en femenino: la "Insumergible Molly Brown". Estamos hablando no de una ilusión, ni de una alucinación, ni de una creación del genio humano. Molly Brown realmente existió. Protagonizada en Titanic por la genial Kathy Bates, el personaje real sobrevivió dos veces al ahogamiento. Una cuando era un bebé, por unas inundaciones; y otra, cuando se hundió el famoso trasatlántico que, teóricamente, ni los dioses podrían tocar.

... Vana soberbia la de la ciencia y la razón, siempre empeñadas ambas en saber más que los propios dioses...

Pero, como ya escribiera Asimov, "contra la estupidez, los propios dioses luchan en vano".

Procurad ser como Molly: insumergibles. Que no os líen. Eso del amor incondicional realmente existe. Que no os cuenten películas como Titanic. No os rindáis nunca al desánimo. Y siempre, siempre, procurad ser buscadores.

Biografía de Molly Brown, en inglés:

http://mollybrown.org/learn/