Sol naciente...

Sí: sí. Sé que tengo mucho pendiente. Que tengo que terminar el estudio que prometí a Laduda. Que tengo que hablaros de la iniciación de ayer en Reiki III, del cuenco tibetano que me regalaron por mi cumpleaños, del medallón inca y su simbología y lo que me pasó con él.., de la diosa china de la compasión Kuan Yin.., lo sé.

Pero hoy, no sé qué me pasa, que sólo me apetece compartiros este poema que escribí hoy.

La inspiración está en nosotros. Está en la belleza de la primavera que ahora ilumina el hemisferio austral. Está en la calidez de un cuerpo desnudo. Y sobre todo, está en los ojos del que mira.., y del que se deja ser mirado con voluptuosidad y placer.

Qué cosas forja Venus cuando se pone a juego con Neptuno, amigos.., qué cosas...

Lo he llamado "Sol Naciente"

SOL NACIENTE

Piel de romero y luna, sol naciente:
en las entrañas mismas de tu esencia
germina la expresión de la inocencia:
vástago de una lava incandescente.

De una conflagración de muchos siglos,
la estatura indomable de tu nombre,
que al cautiverio infame no responde...
Sólo responde al roce de los lirios.

Por tu piel que no tocan los abismos,
por tu cuerpo que no ha manchado el lodo,
por tu sangre bendita, yo me inclino,
y de mis miedos tristes me despojo.

Llevas brasas de forja en la mirada...
Fuerzas al exterminio de los mansos
por la espada consciente de tus iras.

Tienes la voz azul de una guitarra.
Hueles a pan caliente, a sal y a campos...
Bordas en terciopelo tus sonrisas.

... Para ti, compañero...