El pavo real: un ave mística

Cuando me agobio, puede que me dé por dos cosas: me encierro en mi casa y no me sacan ni los bomberos.., o camino. Horas, y horas, y horas... Ayer domingo me dio por caminar, y me fui a un bello parque que tenemos en Madrid: el Campo de El Moro, que forma parte de los Jardines del Palacio Real. Allí, entre plantas, árboles y bichos, me sentí otra vez mejor.

Hay muchos animales y plantas en este parque. Casi como un jardín botánico. Entre los animales, sorprende la belleza de los faisanes y de los pavos reales. Me agaché a coger una pluma de pavo real que encontré en la arena. La limpié y ahora la tengo sobre la mesilla de noche. Recordaba yo que hace algunos años, una "brujilla" bien intencionada me envió un conjuro de amor para solventar cierto problema bastante enquistado. Me regaló, en un sobre rojo, una hermosa pluma de pavo real que tengo que buscar entre mis cosas (pocas veces tiro nada). Intrigada, decidí investigar algo hoy sobre el pavo real, su faceta mística (es el ave nacional de la India, al parecer) y su relación con el amor.

Efectivamente, este ave siempre ha sido venerada o, cuando menos, admirada en diferentes culturas. Dicen que los brillantes y metálicos colores de su librea simbolizan:

- Púrpura: la iluminación y la abstracción.
- Azul: el estado esencial de la suprema felicidad interior.
- Naranja: la vitalidad.
- Verde: el poder vital y generador.

El pavo real encarna el símbolo de la belleza más trascendental. Simboliza la plenitud y la totalidad, para empezar, ya que reúne todos los colores del arco iris en sus plumas. Considerado símbolo de Cristo, de Krishna y de Hera, para los aficionados a la interpretación del mundo de los sueños representa también la vanidad, el orgullo y la fragilidad de las apariencias. Asiste, según dicen, a los seres más evolucionados espiritualmente, y parece que se pone a su lado para proveerles de inspiración.

Este animal, que forma parte de la fauna de numerosos jardines en todo el mundo por lo ornamental de su plumaje, también ha sido representado hasta la saciedad en numerosas obras de arte. En el hinduismo, sirve de montura a Skanda, dios de la Guerra, y en numerosos lugares de la India representa, por eso mismo, el poder del trueno. En el Islam se lo asocia con Iblis, jefe supremo de los demonios. Por otra parte, la relación entre Krisnha y el pavo real es muy estrecha (como podéis ver en la fotografía que he colgado): las plumas de pavo real siempre han adornado su tocado, y se cuenta que este Dios, el octavo avatar de Visnú por cierto, danzaba como un pavo real para cortejar a su amada Radha, y que cuando tocaba su melodiosa flauta, los pavos reales bailaban al unísono con las doncellas.

En cuanto a Hera, la hermana y esposa de Zeus en el panteón clásico griego, uno de sus atributos era precisamente el pavo real. ¿Y por qué? Pues porque los ocelos de sus plumas simbolizaban los ojos de Argos, el gigante mitológico cuyo cuerpo estaba lleno de ojos, y que tenía la misión de custodiar la virtud de Io, sacerdotisa de Hera y amada por el mismísimo Zeus... Una historia de cuernos como las de toda la vida. ¡Bueno! Animal bello, animal fascinante, animal místico.., comandante en jefe de todos los demonios o danzarín inmortal en los jardines de Krisnha.

Conservaré esta bella pluma de pavo real. Y recordaré las historias mitológicas que siempre, siempre, son tan ilustrativas ;-)

¡Feliz comienzo de semana!