lunes, 15 de octubre de 2012
El maltratador invisible
Debido a mi trabajo, no dejo de alucinar día tras día, al ver la cantidad de personas que se encuentran atrapadas en las redes del maltrato.
Francamente, nunca llegué a imaginar que hubiera tantas. ¡Ni en sueños! Sobre todo, porque existe un amplio abanico de maltratos "invisibles", que al parecer nadie nota (ni siquiera el propio afectado/a).., porque no comportan, en principio, las terribles secuelas físicas de otros casos "más graves".
Voy a dar una serie de pautas para reconocer cuando una persona (da igual la filiación que mantenga contigo: si es hijo, pareja, progenitor, amigo, compañero de trabajo o tu jefe) está efectivamente maltratándonos.., abusando de nosotros, consciente o inconscientemente (que también los hay).
¡Sal de la cárcel del maltrato invisible ya!
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Para empezar, ten en cuenta algo muy importante: tú no eres psicólogo ni psiquiatra. No tienes seguramente los estudios necesarios para determinar hasta qué punto tu potencial maltratador está afectado, y tampoco dominas los recursos necesarios como para poder aliviar su mal. ¿Y por qué digo esto? Porque la gran mayoría de los maltratadores han presenciado y/o vivido episodios muy duros de violencia en su hogar y en su primera infancia. Posiblemente han abusado de ellos en su niñez, así que tenlo muy en cuenta. Cuando aparezca alguien en tu vida que tenga la confianza suficiente como para contarte sus intimidades, no lo traiciones, pero ponte en guardia. Me temo que la herida que causa el maltrato en los niños es muy, muy difícil de erradicar, y en ocasiones, es irreversible. Y no queremos que paguen justos por pecadores, ¿verdad?
Así pues, humildad, muuucha humildad: tú probablemente no eres un profesional, y estos casos hay que dejárselos a los verdaderos profesionales de la cosa de la cabeza...
Segundo: las personas maltratadoras tienen una muy baja tolerancia a la frustración y al fracaso. ¡Casi ninguna! Aprende a detectar desde el inicio los pequeños síntomas que denotan un comportamiento altamente explosivo, y aléjate. O ponte a salvo, que para el caso es lo mismo. Nunca sabrás cuándo va a saltar la espita que conduzca a la siguiente explosión atómica.., sí, sí, exactamente: ésa que puede, Dios no lo quiera, llevársete por delante.
Tercero: los maltratadores potenciales o en ejercicio son extremadamente posesivos, envidiosos en grado sumo, y tienen un deseo casi enfermizo de controlar a sus parejas. En el caso de los hombres (ojo: no todos los maltratadores son de sexo masculino, ¡ni mucho menos!) poseen una masculinidad herida, cuyo fortalecimiento depende exclusivamente de la dependencia de una mujer hacia ellos. Sólo se sienten hombres si su pareja es completamente sumisa y dependiente de él. ¡Faltaría más!
Cuarto: la gente que puede llegar a maltratarte tiene una capacidad alucinante para creerse sus propias trolas y mentiras. Para empezar, proyectan tooooda la culpa de lo que pasa y de lo que vaya mal en la relación sobre la otra persona, es decir, sobre ti. A menudo parecen poseer doble personalidad: se muestran durante un rato encantadores contigo, y al siguiente, extremadamente crueles. ¡Mucho cuidado con esa doble vertiente! Recuerda: te parecerá increíble que una personalidad pueda fluctuar de esa manera, pero de hecho lo hacen.
Quinto: no les subestimes, porque tienen un arte y una capacidad para engañar al prójimo fuera de lo común. ¡Son capaces de venderle su propia alma al mismo diablo! Pueden aparentar ser una persona muy calmada, encantadora, incluso sumamente educada... Sin embargo, hay un método efectivo para desenmascararlos: hay que provocarles.
OJO: no recomiendo a ninguna persona que lea esto, y que esté bajo las garras de un maltratador, el provocarle abiertamente BAJO NINGÚN CONCEPTO... Esto sólo puede hacerse bajo la estricta supervisión de un profesional, como ya he dicho antes (psicólogo o psiquiatra), y desde luego siguiendo a rajatabla sus indicaciones, en cualquier caso.., o bien, por parte de otro personal competente, y normalmente ajeno a la víctima. Si tienes miedo, si sientes que peligra tu vida, o no estás seguro/a de lo que puede pasarte, es mejor que contactes lo más rápidamente posible con las autoridades encargadas de la defensa del personal civil. ¡No te lo pienses, puede ser cuestión de vida o muerte para ti!
Cuando una persona autorizada, profesional, con ascendencia sobre él y sabiendo muy bien lo que se hace, provoca a un maltratador "invisible", éste se transforma completamente. ¡Podríais alucinar, os lo aseguro! Como este tipo de personas imponen una lógica cerrada, en la que realmente no aceptan datos nuevos, opiniones ni críticas, no hay más que llevarles la contraria para desenmascararlos. ¡Así de sencillo! Claro: normalmente sus víctimas no lo hacen porque previamente les han sometido a una operación de lavado de cerebro de antología...
Y para terminar, sobre todo recuerda: en la infancia es donde se forjan, muchas veces, los futuros maltratadores. Un altísimo porcentaje de niños y de niñas maltratados se convierten, al hacerse adultos, en maltratadores. Una persona sana y normal, que ha aprendido a forjar vínculos seguros, no se mete en estas redes de destrucción. La psicoterapia puede solucionar muchos de estos problemas si la persona maltratadora realmente desea un cambio en su vida, pero tú no debes implicarte ni dejarte la piel en su proceso. Sobre todo, porque algunos maltratadores y maltratadoras utilizan su infancia como una excusa para no cambiar esos comportamientos que, desde luego, les comportan más beneficios que prejuicios.
... Uno de cada cinco maltratadores ha vivido durante su infancia episodios de violencia en el seno de su familia... Los futuros maltratadores empiezan a demostrar actitudes violentas desde la infancia y adolescencia. Muchos críos ya justifican su conducta desde los primeros "ennoviamientos" con un afán de protección y paternalismo hacia sus parejas, ¡atentos todos a ese dato!
En ocasiones, es preferible arriesgarse a defenderse uno mismo, en vez de dejar que nos defiendan otros/as, ¿verdad? :-)
¡No dejemos nuestro libre albedrío en manos de nadie!
¡Un saludo, y buenos días de lunes a todos/as!
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