El pasado sábado 20 de octubre tuve la suerte de poder acudir por fin a un taller de Constelaciones Familiares... La verdad es que me habían hablado de esta técnica hace haaaaarto tiempo, pero nunca me había decidido a ponerla en práctica conmigo misma.
Los que ya me conocéis sabéis perfectamente que jamás, jamás recomiendo una técnica específica y/o la pongo en práctica, sin haberla yo experimentado antes... ¡Y mereció la pena! No tengo muy claro si no la había probado antes porque me daba miedo (sí, miedo: a mi también me pasa XDXD), o porque no me lo acababa de creer del todo. ¡Pero os aseguro que funciona, que está genial!
Acabé allí porque me di cuenta de que había llegado a un punto determinado en mi evolución personal, en el que no me permitía a mi misma avanzar en ningún sentido. ¡Y eso me producía un grado excesivo de angustia y de dolor! No quería seguir repitiendo los mismos "lugares comunes", los mismos patrones de relación con determinadas personas que encuadran mi círculo más íntimo de una forma eterna. Ese día me quedé relajada como un saco de alfalfa, pero sobre todo, lo más curioso, lo más impresionante, lo más mágico, es que empecé a obtener resultados.., ¡al minuto y medio después de salir por la puerta!
La terapia con constelaciones familiares es muy particular... Bert Hellinger, su creador, afirma que en ella no se trata de cambiar nada, como ocurre con casi el 95% de las otras terapias que algunos (¡o muchos!) hemos experimentado o conocemos... ¡Al contrario, se trata de aceptar! Parte de la base de que el 70% de los problemas psicológicos que nos afectan como adultos parten de nuestra historia y, más concretamente, de nuestra relación familiar. El niño, por amor ciego, adopta reacciones y soporta cargas que, más adelante, le dificultarán sobre manera su vida de adulto.
Tengo que decir que la terapia de Constelaciones es de las más rápidas que existen. ¡Adecuada para gente que no quiere perder el tiempo, o a la que no le sobra la paciencia! Yo misma he visto con mis propios ojos la velocidad con la que se aborda y sale a la luz la dinámica interna que causa el sufrimiento en la persona. ¡También he visto cómo, con las circustancias adecuadas, se corrige en el mismo momento! Parece magia, y sin embargo no lo es. Por su eficacia, cada vez más psicólogos, psiquiatras y psicoanalistas se interesan por las Constelaciones Familiares como herramienta terapéutica.
Las Constelaciones se basan en el trabajo en grupo y con representantes que toman el lugar, con nuestro permiso, de las personas que protagonizan, en la vida real, el "drama" o historia que nos está causando sufrimiento... Así, un compañero elegido por ti toma el lugar de "tu personaje" en la vida; otros toman el lugar de tu padre, de tu madre, de tu hermano, o de la persona o personas con las que tienes el conflicto. ¡Así de simple! Lo más "mágico" de todo el proceso es que el alcance del trabajo no se limita a la persona que ha hecho la constelación, sino que provoca cambios (en positivo) en todo su "sistema familiar". Pero, ¿qué significa eso de "sistema familiar", en el ámbito de las Constelaciones?
Es muy sencillo: esta terapia alternativa reconoce que existe una transmisión de conflictos, preocupaciones familiares y comportamientos que se perpetúan en las familias a través de las generaciones... Dichos problemas determinan los problemas psicológicos actuales del individuo. Además, su concepto de "familia" es mucho más amplio del que admitimos comúnmente en la vida cotidiana, ya que en el sistema constelar se incluye a muchas personas que sí pertenecen a nuestra vida íntima, pero no a nuestra "familia de sangre", técnicamente hablando.
Cuando un elemento del sistema familiar "se mueve", debido a su trabajo constelando, se recoloca tooodo el sistema familiar, encontrando de esta forma un mayor equilibrio. Asimismo, el trabajo de una persona del taller afectará también al resto de participantes, ya que muchas problemáticas son comunes, en mayor o menor medida, a las del resto de los participantes.
Sólo tengo que añadir: ¡atreveros a probarlo! Seguro que os quedaréis tan, tan alucinados como yo misma... Añadiros que, seguramente y visto lo visto, en este año iniciaré una formación para poder tratar el tema de las Constelaciones desde una perspectiva terapeútica, si el tiempo y el Todo me lo permite. ¡Hay tantas cosas que aprender, hay tantas formas de relación por descubrir!
¡Un besote! ¡Realmente una terapia genial, en serio!
6 comentarios:
¿De qué secta dices que es la foto esa?
Mmmm: me parece q es de los "amigos" ésos con los q te relacionas... Ésos que ven ascendidos y cosas por el estilo por doquier. Ahora bien: no estoy segura. También podrían ser un grupo de gente amable y concienciada tratando de sanarse a su familia y a la gente q aman. Cualquier cosa pudiera ser!
No no, esos claramente están esperando que vengan de Raticulín a llevárselos a todos, la gente amable y sobre todo concienciada va al médico para sanarse.
Buff: esperemos que sean médicos de los q no son maltratadores de sus esposas.., q conozco a alguno por ahí, eh?
Hijos de puta maltratadores los hay de todos los credos, pero me llama mucho la atención que lo menciones así sin venir a cuento.
Me encanta tu blog, es con el tercero que más me río después de "El Jueves" y "El Mundo Today", y te animo a que sigas actualizando.
No: sin venir a cuento no. Concretamente, tengo "in mente" a alguien de esas características. En fin! Hay amigos míos q opinan q el ser humano es una plaga. Con los maltratadores pasa lo mismo...
Saludos, gracias por leerme!
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