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Yo no he ido a la India.., ni ganas que tengo, francamente.
Pero sí que he ido a Marruecos, y a Perú, y he visto los rostros de los niños de la miseria.
Así viviera 2000 años, creo que únicamente el Alzheimer, o algo similar, podría arrancarme el conocimiento y la memoria de lo que he visto y percibido en estos países.
Ayer, después de una agradabilísima excursión por la sierra de Madrid, en compañía de varios amigos, paramos en un bar para tomarnos un café (hacía un frío de mil perros).., y en la TV del establecimiento daban un reportaje (que no oíamos, pero sí veíamos) sobre cómo hacían películas "tipo Bollywood", pero en miserable, algunas personas en la India... Francamente, la cosa era tan cómica, y tan patética a la vez, que no sabíamos si reír o llorar. Casi acabamos haciendo ambas cosas a la vez.
Por la noche, echaron por la misma TV "Slumdog Millionarie".., confieso que quería verla, pero entre unas cosas y otras, no fui capaz de permanecer frente a la pantalla más de media hora, a lo sumo.
... No fui capaz.
Me declaro absolutamente incapaz de ver esa película sin estar todo el tiempo que dure llorando como una magdalena, o lanzando exabruptos, o algo así.
La semana pasada, algun preclaro de éstos que hablan desde la inconsciencia, la prepotencia y el despilfarro se quejaba en la radio, o en la TV, o en ambos sitios a la vez, de que las mujeres españolas cada vez teníamos menos hijos... Desgraciadamente para ellos (y quizá para todos nosotros), se han topado con una generación como la mía, inteligente, preparada, "estudiada", que comprende bien el significado de lo que representan las masas impersonales de esclavos sirviendo a la comodidad y el bienestar de unos pocos, al margen de cualquier consideración ética, moral, o simplemente, humana.
... Y ya no nos da la gana contribuir a ese sistema de cosas: para que se enteren.
Lo dije hace casi 9 años, y lo repito: habéis plantado, regado y abonado el germen de vuestra propia destrucción; y no lo digo por la especie, sino por los Hijos de la Iniquidad.., ellos ya saben bien a quiénes me refiero, y de quiénes hablo.
Durante miles, millones de años, unos hombres han dominado, han aplastado, han abusado de otros hombres con el beneplácito de las religiones; en nombre de una patria o de "lo que es bueno"; en nombre de la moral, de algún profeta autoinstituído como traductor de la Palabra de Dios. En nombre de las buenas costumbres, o peor aún, del dinero, del poder, o de la estúpida gloria, que no es más que una palabra hueca y vacía.
Ahora doy gracias por cada cacahuete que me meto en la boca, y lo honro y purifico con mi veneración por podermelo llevar al estómago, absolutamente consciente de que, quizá, ese mismo cacahuete, y algunos pocos más, podrían estar en estos momentos salvando una vida en África, en la India, en Perú o en donde sea.., y no pasando a engrosar el fibroso cinturón de salvaguarda genético que se cierne sobre mi cintura.
Señores: dejen de pedirnos más hijos a las mujeres de esta tierra. Dejen ya de joder. Somos absolutamente conscientes de qué forma ustedes extienden la esclavitud, a nivel masivo, sobre un planeta generador de abundancia infinita para todas sus criaturas. Esas pobres damas del Sur, de la India, de donde sea.., tronchadas bajo el peso de la vida, bajo la carga de la miseria, bajo el miedo del abuso, del abandono, del hambre, de la tortura o de la muerte, ¿qué diantres van a poder hacer, sino echar hijos y más hijos a este mundo para que pasen a engrosar, malditos, vuestras legiones de esclavos, a los que ni siquiera consideráis como de vuestra propia especie?
Pero nosotras, no: hemos estudiado, hemos leído, hemos viajado, hemos aprendido demasiado y ya no podemos olvidar lo que hemos visto... Ahora sabemos que todas las religiones se aprovechan del dominio espiritual para servir al poder y al dinero, mientras aplastan la cabeza de los pobres y de los oprimidos. Ahora sabemos que los políticos mienten sin que se les mueva el bigote, y hablan de misiones de paz mientras venden armas descaradamente a los señores de la guerra. Éste es el peso de la iniquidad de este mundo, y nosotras, mujeres privilegiadas, hijas del Primer Mundo, ya no os creemos, ya no os servimos, ya no queremos daros carne fresca para que sea devorada, malditos servidores del mal, de la tristeza, del dolor y de la oscuridad.
Ah, que se me olvidaba: el viernes pasado también echaron por la tele "La Teta Asustada".., y tampoco fui capaz de verla más de media hora. Creo que no lo necesito: lo que necesito es JUSTICIA.., que es lo que necesita, creo yo, cualquier hijo e hija de Dios sobre esta Tierra.
He visto en mi propia empresa, bendita estructura socio-económica del "primer mundo", cómo "los de arriba" criticaban que una mujer embarazada dejara un mes antes de parir sus instalaciones por prescripción médica; cómo no contrataban a otra mujer joven para sustituirla "porque tenía un hijo muy pequeño y vivía muy lejos"; y cosas así... ¿Qué vamos a esperar de otros lugares donde la gente no tiene ni siquiera para comprarse un bendito par de zapatos?
Hay que luchar para que un día, todos y cada uno de los territorios de este planeta pertenezcan al "Primer Mundo".., yo pelearé día y noche, aunque sea con las pocas migajas que están a mi alcance, para que esto sea así y de ninguna otra forma más.
Estúpidos: una raza que vulnera y mancilla los derechos de sus hijos, de sus propias criaturas, de aquellos que son más débiles, está abocada, indefectiblemente, hacia su propia destrucción.
P.D: Me hace gracia que tengamos que fijarnos en invasores extraterrestres, "reptilianos" o alienígenas varios que vienen a devorar a nuestros vástagos o a alimentarse de nosotros mismos, qué barbaridad... Debe ser, como las más puras y altas doctrinas esotéricas advierten, el jodido reflejo espectral de nuestra propia imagen dando de martillazos sobre nuestras conciencias.