Reiki: crisis de sanación I

A menudo nos hacemos ideas preconcebidas... No lo podemos evitar. Ninguno estamos libres de ello. Por ejemplo, nos planteamos con todo lujo de detalles cómo debería ser nuestra vida; sobre dónde y de qué forma, e incluso con quién, podríamos obtener la felicidad. Y esto no siempre es así. El realismo no consiste en hacer planes de futuro, en base a lo que creemos que nos resultará beneficioso... Pero no controlamos completamente el devenir de nuestra existencia.

Lo único que controlamos es nuestro libre albedrío. La elección, asimismo, de nuestros estados de conciencia, con respecto a cualquier situación que nos pueda venir de frente. Con el reiki pasa lo mismo: nadie lo controla, sino Dios. O lo que cada uno quiera llamar "Dios", para ser más exactos.

Reiki es una energía "inteligente". Tiene conciencia, aunque esto pueda sonar absurdo. Cualquiera que haya practicado reiki durante algún tiempo, sabe que actúa por su cuenta, al margen de la voluntad del reikista. Incluso al margen de su buena voluntad, de su estado de salud, o de su ánimo. Uno es un mero canal al servicio de la energía universal, y eso nunca debemos olvidarlo.

Tampoco debería olvidarlo yo, que ayer me pegué un buen susto. Todo ocurrió porque estaba "probando" la aplicación de un nuevo símbolo que me vino "inspirado", digámoslo así, sobre alguien muy cercano. Esto es muy frecuente, y en otro post hablaré sobre ello. Envié Reiki a dos personas, y me quedé bastante impresionada de la reacción que el procedimiento curativo tuvo sobre al menos una de ellas. Me asusté: creí que le había hecho daño. Nada más lejos de la realidad. Hay que confiar: Reiki es una energía inteligente, y sabe bien lo que necesita cada cual, cada persona en cada caso. No se puede dañar con ello.

Esto viene al caso porque, cuando se aplica reiki a una persona o situación, ya sea a nivel físico, espiritual, o mental, los resultados pueden no ser, en principio o en final, los que esperamos. Puede que enviemos reiki para, por ejemplo, resolver o aliviar una mala situación matrimonial.., encontrándonos con que, al final, lo que hace ese envío energético es precipitar la disolución de una pareja. Indefectiblemente, esto es lo que necesitan las personas implicadas, por muy doloroso que resulte, y con el paso del tiempo, mirando hacia atrás, dicha necesidad de liberación acaba por revelarse como un patrón claro, a nivel evolutivo.

A nivel físico, también y en algunas ocasiones puede ocurrir un "empeoramiento" repentino y breve de los síntomas de la propia enfermedad. O bien la persona se muestra revuelta, convulsa, confundida, duerme mal, come mal, le aparece un resfriado, le duele la cabeza, etc. De alguna manera, el Ser de cada persona se purifica así, trata de "liberarse" de lo que le está oprimiendo, incluso aunque la persona, conscientemente, interprete esas ataduras como "un bien".

Tener un Ferrari no es malo, en principio... Muchos lo considerarían incluso un bien evidente; sin embargo, para algunos, el disponer de coche es más una atadura o una limitación que otra cosa.., y encontrarían alivio, por ejemplo, en utilizar más el transporte público.

En post posteriores explicaré en qué consisten las "crisis de sanación" del reiki; cómo se manifiestan; y la explicación a cómo aparecen y por qué.

¡Saluditos!