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lunes, 13 de febrero de 2012

Los señores del miedo





















"En los estanques profundos y tranquilos habitan los demonios"

Proverbio ruso.
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Los conozco bien: son los señores del miedo. Los he visto actuando a través de las edades, compitiendo entre sí por el dominio y el poder en el mundo. No hay límites para su ansia.

Sé bien cómo actúan: he luchado contra ellos en infinidad de ocasiones. Infinidad de veces he peleado incluso en su propio bando, y he sufrido y he muerto por ello. Son los reyes de este mundo, y hacemos muy mal en desestimar su existencia, sus ansias de dominio, su sed de sangre. Hacemos muy mal en pensar que este planeta no es su territorio. Hacemos muy mal en creer que tan sólo por el mero hecho de deleitarnos con cánticos y mantras a la luz de las velas y los inciensos, y obviar la oscuridad, les estamos combatiendo y tenemos esta batalla ganada.

Tras la última Gran Guerra, preferimos olvidar el terror y las sombras... Construimos una civilización de teórica calma y bienestar, de progreso y abundancia. Y creímos que se habían extinguido, como los dinosaurios. Conjuramos el poder de las tinieblas, desafiamos a la oscuridad poniendo en tela de juicio las enseñanzas de los sabios. Creímos que todo eso de los demonios, de las fuerzas tremebundas que rigen las más bajas pasiones, los instintos más básicos y poderosos, eran un cuento de viejas para asustar niños. Descartamos el mal de ojo, el poder de la envidia, el susurro de la traición, el avance de la impiedad, el restallar del látigo de la crueldad más evidente y abyecta, porque aquello no era "científico" ni "razonable".., sin darnos cuenta de que todo, absolutamente todo, reside a partes iguales en nuestros propios corazones, en el pozo más oscuro e inconfesable, en los estanques profundos y aparentemente tranquilos de nuestro interior: allí donde habitan los demonios.

Ahora regresan, con bríos renovados... Y es porque el edificio que construimos con nuestras propias manos ya no se sostiene. Hemos pasado por alto demasiadas cosas: la justicia, la bondad, la lealtad, la franqueza, la verdad, la honestidad y la belleza. Hemos olvidado la guerra, la sangre y la muerte, simplemente porque no la encontrábamos a las puertas de nuestras casas. Y realmente creímos que todo eso ya había sido desterrado de nuestras vidas para siempre. Hemos echado tierra sobre la miseria, el dolor y la necesidad de nuestros hermanos en otras partes del mundo, y hemos mirado alegremente hacia otro lado, embuídos hipócritamente por el espíritu de lo políticamente correcto y de las obras de caridad que, a la manera de los condescendientes, generalmente tocados por el halo de la Fortuna, tan sólo nos acordábamos de hacer cuando algún desastre (un terremoto, una inundación, un volcán) se colaban en nuestras vidas a través de la pequeña pantalla para recordarnos, como en una película hollywoodiense tal vez, que el dolor, el mal, la desesperación y el infierno también existen, aunque no nos hubieran tocado en esa ocasión.

Como digo, ahora vuelven con bríos renovados.., y esta vez vienen a por nosotros. El montaje de la Sociedad del Bienestar ya no sirve para sus oscuros intereses, para sus maquiavélicos planes. Ya no les basta con dominar continentes enteros: quieren dominar todo el planeta. Se apoyan en el miedo, en la ignorancia y en la poca conciencia de una gran masa de ciudadanos (sí, ciudadanos y no esclavos como en África, en Asia, en América.., de momento) que simplemente les han dejado hacer para que sus vidas no corran peligro, para que su conciencia no se altere, para que su bienestar no se vea comprometido. Les hemos dado poder renunciando a nuestro propio poder personal, a nuestro "hacernos cargo" en el día a día que, como en una gran y eterna batalla, deberíamos habernos peleado constantemente.

Nos engañan con sus escaparates llenos de luz y color; nos ahogan con sus préstamos, como si la vida y la muerte pudieran ser prestadas, otorgadas o denegadas por ellos; amenazan a nuestra sociedad occidental perfectamente serena y diplomática; se cuelan en nuestras vidas enarbolando la mentira de la crisis y del despilfarro; juegan con el honor de las gentes, destapan escándalos ocultos que sólo ellos habían propiciado, mienten sobre el clima, sobre los oscuros motivos que subyacen bajo la cáscara de todas las guerras; se inventan enemigos globales, descubrimientos científicos globales, redes sociales globales. Pervierten el significado de la humanidad y de todas las grandes palabras que hacen referencia a Dios. Quitan y ponen papas, reyes, políticos, presidentes; crean o destruyen dinero, atacan o sanean los mercados, actúan desde la sombra ejerciendo el poder gracias a la colaboración de sus siervos y de todo aquel que se vende a su causa por un puñado de monedas. Tratan de convencernos de que todo está mal, de que el diferente siempre será nuestro enemigo, de que no hay suficiente para todos, de que yo soy más que tú porque tengo más que tú, de que el éxito y la felicidad sólamente se miden por el rasero que ellos nos quieren imponer... Verdaderamente, jugan con todos nosotros: les hemos ido dejando que, poco a poco, sin prisa pero sin pausa, tomaran posiciones demasiado estratégicas.

Pueden hacerlo ahora porque se han encontrado el campo libre... Hemos bajado la guardia, nos hemos apalancado en el bienestar y en la molicie durante demasiado tiempo. Hemos olvidado.., hemos olvidado a todos aquellos que lucharon por nosotros, por una idea, por una causa justa, mucho antes de que ni tan siquiera nosotros fuéramos una semilla en la mente de Dios. Séeeee: por ese mismo Dios, os digo que les conozco bien. Se autodenominan Custodios, aunque quizá haya Custodios en muchas partes, y de muchos tipos, como ellos bien saben, por cierto... No todos los bibliotecarios están corruptos, aunque la corrupción resida incondicionalmente en el mismo centro del ánima del hombre, junto con la simiente de la Luz.

Claro que os conozco, señores del miedo, señores de la guerra, señores de la sangre... Ya va para largo que mi espada reposa: es posible que haya llegado el momento de volver a tomarla.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ARDE GRECIA EN ESTOS DIAS,,,,,,,,,,
por momentos uno piensa,,,,,,,,,,
donde estara la chispa que haga reaccionar a las gentes,,,,,,,,,y a nosotros mismos,,,,,
vivimos sugyugados a un juego maligno,,,,,, al tiempo que cada uno corre a salvar su culo,,,,,
pero si solo,,,,,,,admitierasmos la verdad de quien se alza,,,,,, y no haciendole estorbo,,,,,ya seria un mucho.
no cuecen a fuego lento como a los caracoles ,,,,, o las ranas.....
las una sin fuerzas y los otros con los cuernos fuera,,,,,,,,,,
eso morimos como cornudossssssss
feliz dia.
besitus

Luz de Andrómeda dijo...

Hola, wapo: bienvenido de nuevo...

Ummmm: pienso que muchas veces, el dolor, la desesperación, es lo que nos impulsa a actuar. Si uno permanece tranquilo, sumido en la calma y sin ningún problema, no tiene la oportunidad de crecer.

... Las grandes crisis son grandes oportunidades para dar inmensos saltos de conciencia... Cuanto más nos imponemos a nosotros mismos, cuanto más nos esforzamos, cuanto más trabajamos, mayores resultados obtenemos.

No salvaremos el culo de nadie mientras no actuemos como un solo corazón: eso sí que puedo decirlo.

Feliz día para ti también, Toni.., besitos!!