Hace ya algún tiempo, durante el curso de Astrología Kármica que impartió Rosa Natalia Poveda en Itiee elegimos, según nuestra fecha de nacimiento, un ángel de la Cábala: aquel que nos correspondía y que, por tanto, tenía un mensaje especial para cada uno de nosotros.
A mi me corresponde Chavakiah, según los Escritos...
Se dice que en el principio fué el Verbo, pero a pesar de que llevo muchos, muchos años dedicándome al mundo de la comunicación, no entendí muy bien qué quería decirme aquello que Rosa me estaba leyendo directamente del libro cabalístico. ¡Reconozco mi torpeza!
El nombre de este ángel significa "Dios que da alegría"... Según dicen, otorga la gracia de reconciliarse con todos aquellos a los que uno ha ofendido (en esta vida, o en teóricas vidas precedentes); también asiste en las particiones de testamentos de forma amistosa; mantiene la paz y la armonía en las familias; favorece la comprensión entre padres e hijos; y evita la tentación de caer en la discordia, así como los procesos injustos y ruinosos.
Chavakiah pertenece al Coro de las Potencias, y su misión es "crear futuro, utilizando el Verbo para ello". Es decir: utilizar la capacidad de la comunicación para alinearse con los objetivos de la Conciencia Universal, abriendo puertas a la comunicación, a la fe, a la esperanza y a la posibilidad de un mundo mejor, en el cual todos tengamos la oportunidad de trascender nuestras limitaciones, así como de ejercer nuestro mayor y más alto potencial en esta bendita tierra.
Es el ángel número 35, y se dice que su piedra es el aguamarina (la piedra que más me gusta de entre todas las que colecciono, por cierto; aquélla con la que a nivel del alma me encuentro, quizá, más plenamente identificada).
Hay muchas, muchísimas situaciones del pasado que no conocemos... ¡No nos conocemos a nosotros mismos! No estoy hablando tan sólo de lo que somos, de lo que sentimos, del por qué reaccionamos de una manera u otra ante determinado tipo de circustancias... Se trata también de situaciones que en el pasado han quedado en suspenso para nosotros, y no sólo relaciones rotas, sino también todo tipo de actuaciones por nuestra parte. Todas estas situaciones "en suspenso", si no se han resuelto, quedan de una forma u otra en el subconsciente, y constituyen una terrible carga para las personas. Nos vienen de antiguo, y es preciso liquidarlas ya. Ésa es la virtud, el don más importante que otorga Chavakiah: la capacidad para desarrollar una abrumadora fuerza en aquellas personas que se hayan bajo su influencia, con el fin de superar estos traumas del pasado.., y ayudar a los demás a superarlos también.
Chavakiah me susurró al oído algo así como: "Pondré todo el pasado delante de ti, para que emplees tu enorme poder, si quieres, con el fin de corregirlo y sanarlo".
Pero yo (y lo digo sin una pizca de asombro ni de soberbia por mi parte), entonces no lo entendí. No entendí tampoco que esta Potencia procura no sólo la liquidación del pasado, sino también la capacidad de desarrollar toda la paz necesaria para crear nuevos horizontes de cara al futuro. ¿Cómo diablos iba a entenderlo, entonces? Aún me faltaba un largo camino por recorrer... :-)
Éste fue el texto que me leyó de viva voz Rosa Natalia... ¡Seguramente vosotros seréis más listos, más hábiles que yo, y lo comprendáis a la primera!
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
"El Eterno me ha situado en este punto del Universo
para que conduzca a los hombres más allá del pensamiento concreto,
en las regiones en las que se elabora el futuro...
Y yo te he elegido a ti para que me sirvas de instrumento.
Crear futuro ha de ser tu trabajo, tu misión.
Y para que esa creación se implante,
te he dotado de medios expresivos convincentes.
Utiliza la palabra, peregrino, utiliza el Verbo,
busca en los medios de comunicación la manera de hacerte oír,
y para que mejor te escuchen y comprendan
sé lobo entre los lobos y oveja entre las ovejas.
Utiliza la lengua del pueblo,
sé sencillo y campechano en apariencia,
pero no olvides jamás tu misión esencial.
Por ti la Tierra ha de regirse como nos regimos en el cielo.
Tú has de hacer que las leyes humanas se conformen
a las leyes divinas.
Has de abrir los ojos a tus hermanos
para que sean capaces de discernir
lo que está a la derecha y lo que está a la izquierda,
lo que es positivo y lo que es negativo,
y enseñarles para que sirve lo uno y lo otro.
Cuando te vayas de este mundo, peregrino,
la puerta del eterno futuro debe estar,
para los hombres de la Tierra, abierta de par en par".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Interesante, es un buen ángel el que te correspondió.
Lo de la palabra Verbo, me recuerda a las clases de catequesis, pero no sé si se referirá a lo mismo ^^
Hola ShinyWish: pues la verdad? No sé si será bueno, pero aunque habla alto y claro, al parecer, yo debo estar aún medio sorda XDDD
Ah.., la catequesis. Ése es un curioso punto de partida desde el que se podrían alcanzar interesantes estados de conciencia. Recuerdo que leí la Biblia completa con 9 años, y varias veces me la he releído después (y el Corán, y los Vedas...). Siempre he tenido que estudiar y contrastar todo lo que ha tenido que ver con las viejas religiones y filosofías...
Bajo mi punto de vista, el Verbo hace referencia al poder de la palabra. Hay muchos terapeutas, incluidos algunos chamanes y otros que ya se revisten de un tinte más actual, de mayor modernidad, que hacen referencia al inmenso poder de la palabra (escrita, pronunciada, pensada). Los mantrams, sin ir más lejos, son especie de oraciones de poder que nos llevan a través de estados de conciencia distintos. Yo no podía imaginar, anteriormente, cómo eran tan efectivos.., sin embargo pude comprobarlo en carne propia (reconozco que, a día de hoy, aún no sé bien cómo funcionan), pero algunos son de un poder insospechado, brutal e inaudito.., capaces de hacer despertar la propia kundalini de sopetón. ¡Hasta ese punto tiene poder el llamado Verbo!
Bueno, no me extiendo más, que me enrollo como las persianas XDDDD
Por mí no te cortes, me encanta leerte. Llegué hace unos días por una anterior publicación tuya sobre Orión y los egipcios, y desde entonces por aquí me quede ^^
¡Anda! Me acabas de recordar que tengo que escribir la segunda parte sobre eso.., ¡bien, iré con ello, a ver si puede ser mañana! ;-)
Publicar un comentario