Hace bien pocos años tuve la fortuna de conocer, a través de un amigo, esta serie de anime y manga japonesa, conocida en su país de origen como "Shin Seiki Evangelion" (mil gracias, Ricardo). Para los amantes de este género, ya os digo de antemano que se trata de un producto raro, muy raro ("Akira" no le llega, a mi parecer, ni a la suela de los zapatos en cuanto a profundidad, con perdón de los clásicos, jaja). El argumento trata sobre un mundo futuro (se desarrolla en el año 2015 de nuestra Era), en el cual una organización de dudosa reputación y más dudosa aún calificación (la paramilitar NERV) protege teóricamente a la Humanidad en su conjunto de los ataques de unos seres de origen desconocido, a los que otorgan el resonante y significativo (por sus implicaciones religiosas, filosóficas y psicólogicas) nombre de "ángeles".
Para llevar a cabo la defensa de los humanos, NERV ha puesto en circulación a una especie de robots "biomecánicos" (todos los que amamos el cómic japonés sabemos del gusto que tienen los nipones por las maquinitas, jejeje): los "EVA". Al principio, todo parece más o menos claro: un planeta entero amenazado por una fuerza exterior, incomprensible, aparentemente todopoderosa, que ralla incluso los límites del universo paranormal... Un grupo de élite autorizado para dirigir artefactos tecnológicos de última generación contra esa incomprensible amenaza que son los "ángeles". Y unos protagonistas de fácil clasificación, en general: los buenos son buenos, los malos malos.., los del lado oscuro con los del lado oscuro.., y viceversa. ¡Todo muy claro!
Pero en este lugar llamado Tierra, las cosas no son tan sencillas, ni siquiera en la ficción. ¡No, señor!
A lo largo de los 26 episodios originales (puesto que luego existen otros que dan un final "alternativo", más políticamente correcto, a la serie), asistimos a una mutación increíble en el eje argumental, de proporciones antológicas y tonalidades siniestras. Los protagonistas empiezan a mostrar claras afecciones en su personalidad; aparece la profundidad psicológica (muchas veces, intensamente plutoniana y difícil); empezamos a dudar de la catadura moral de algunos de los más emblemáticos personajes; el argumento se complica con giros impredecibles, y al final, acabamos dudando hasta de nuestro padre: ya no sabemos quién es quién dentro del transcurso de la historia, y lo peor, no sabemos por qué hemos acabado dudando, ni tan siquiera cómo hemos llegado hasta ese punto.
Así pues, una serie no apta para débiles mentales, para asustadizos, para los que tiemblan cada vez que se les plantean dudas existenciales profundas... Nada de tonterías: "Evangelion" ha sido considerado por muchos como una de las mejores producciones del anime de todos los tiempos. Hay que señalar que el título del anime en sí, "Neon Genesis Evangelion", significa literalmente "Mensajero del Nuevo Comienzo". ¡Vaya! ¿Por qué ahora siento que me suenan tan familiares esas tres simples palabras?
La serie, como digo, se inicia en el año 2015 de la Era Cristiana.., justo 15 años después (vaya, qué número.., demasiados 15 estoy viendo yo por aquí) del primer y desastroso contacto del ser humano (¡rediez!) con unos extraños seres conocidos como "ángeles" (ondia, qué nombre XDDD). Ese contacto acabó en una especie de cataclismo a escala mundial, conocido como Segundo Impacto (¡por Dios!.., ¡qué concepto tan novedoso XDDDD), que redujo la población humana de la Tierra a la mitad (ups: voy a empezar a echar cuentas)... Claro: para prevenir futuros ataques al mundo por parte de los "ángeles" (coño, con los benditos...), la ONU (¡ohhhhhh, albricias!) estableció en Tokio-3 la organización NERV (cuyo logo incluyo en la entrada de este post; nótesen los colores y, sobre todo, la leyenda que reza por debajo de la hojita...). Por cierto, creo recordar que, en el ámbito de la cultura japonesa, la hoja de arce, que es lo que eso me parece, representa algo así como el inexorable paso del tiempo (que me corrija algún japonés si lee esto, por favor). La leyenda dice algo así como "Destroza la cáscara del mundo, por la Revolución (del mundo)".
Así pues, los de NERV desarrollan una especie de robots gigantes biomecánicos conocidos como Evangelion (o más comunmente por sus siglas, "EVA").., los cuales, curiosamente, sólo pueden ser pilotados por adolescentes (¿einnnnn?).
No quiero desvelar más los entresijos (porque de vísceras trata el anime, y bien cargado que va, por cierto) de esta magistral (y visionaria) obra cumbre del género hasta hoy (bajo mi punto de vista, claro.., que para gustos se hicieron los colores)... Tan sólo avanzaros que en determinado punto del argumento aparece un interesante concepto, el del "Proyecto de Complementación Humana", que consiste en algo así como eliminar la individualidad humana y fusionar a toda la Humanidad en un mismo ser, para poner fin a todos nuestros conflictos, la soledad y el dolor provocados por la existencia individual.
Señor, señor: ni al mismísimo Plutón se le habría ocurrido una cosa más diabólica.., pasen y vean, ciudadanos, y el que tenga oídos para oír, ¡que oiga!
¡Besotes!
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