El Señor del Aire

"Raphael es un espíritu de Ciencia, y enseñó a Salomón el conocimiento de la Sabiduría. Raphael deberá ser invocado en domingo antes del amanecer. La invocación debe hacerse en un total estado de pureza y castidad, mantenido desde la tarde del día anterior. Éste es su Sello Secreto: en este Sello se encuentra el pensamiento de la manera de conjuntar los activos y los pasivos, unidos el uno con el otro, dentro de las cosas naturales... También en él se encuentra el pensamiento concerniente al Kanssud de las regiones terrestres y a los poderes que en ella habitan, desde una clase hasta la otra".

El Grimorio de Armadel.
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Carezco de aire en mi carta. Quizá por eso Él vino a mí.
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Según la Cábala, Rafael (en hebreo: רָפָאֵל) es uno de los tres arcángeles conocidos dentro de la tradición católica. La referencia al personaje se da dentro del Libro de Tobías (libro deuterocanónico, es decir, incluido sólo en la Biblia Católica). Se dice que su nombre significa "Dios ha sanado". En árabe, este arcángel es llamado اسرافيل Israfil.

De acuerdo con el Libro de Tobías 7, 15, Rafael fue enviado por Yaveh para acompañar a Tobías, hijo de Tobit, en un largo y peligroso viaje para conseguirle una esposa piadosa al joven... Ésta es Sara, quien había visto morir a siete prometidos debido a que un demonio, de nombre Asmodeo, estaba enamorado de la mujer y mataba al esposo en la noche de bodas.

En un principio Rafael se presenta como «Azarías, hijo del gran Ananías», pero al finalizar el viaje cura la ceguera de Tobit y se manifiesta como «el ángel Rafael, uno de los Siete en la Presencia del Señor».

Durante el viaje, da instrucciones a Tobías para pescar un pez, del que extraería las vísceras que usaría más tarde para alejar al demonio Asmodeo enamorado de Sara y curar la ceguera de su padre. Debido a esto, a Rafael se le considera protector de los novios o el noviazgo.

El Libro de Enoc (s. II a. C.) menciona a Rafael como el santo árcangel de los espíritus de los humanos, y el encargado de las enfermedades y de todas las heridas de los hijos de los hombres. El Islam lo considera el ángel responsable de anunciar la fecha del Juicio Final mediante el sonido de un cuerno. En ocasiones se le representa con atuendo de peregrino y portando un gran pescado en su mano.

Según la Cábala, Rafael es un ángel de aire, su color es el amarillo y el verde, su Sephira es Tiphereth, equivalente al Sol; su día el jueves y el domingo, y su animal, el León. A Rafael se le conoce bajo diversas denominaciones: Supervisor de los Vientos del Anochecer, Guardián del Árbol de la Vida del Jardín del Edén, Ángel del Arrepentimiento, la Oración, el Amor, el Gozo y la Luz. Es el Ángel de la Curación, de la Ciencia y del Conocimiento.

Encontré algo sobre a una invocación a este Arcángel... Él se manifiesta de esta forma:

"Si tus ojos ven la iniquidad o lo imperfecto, detente un momento y reza: "Padre, perdona mi transgresión a la Ley del Amor... Amado Rafael, consagra mis ojos para que vean únicamente la Perfección".

Si escuchas chismes y murmuraciones, si tus manos hacen gestos impacientes y dejas brotar la ira; si tus labios pronuncian palabras duras, reza: "Padre, perdóname el mal uso de Tu Energía... Arcángel Rafael, reconsagra mis oídos, mis manos, mis labios para el bien".., y Yo lo haré.

No importa cuántas veces tengas que repetirlo.., las únicas corrientes de vida que están en peligro son aquellas que no tienen deseos de levantarse y volver a empezar.

Yo reconsagraré a cualquier vehículo tuyo (físico, etérico, mental o emocional) veinticuatro veces cada hora si es necesario. ¡ES MI RAZÓN DE SER!

No existe tiempo ni lugar donde Mi Rayo no pueda penetrar y atender la llamada del ser que desea Mi Cualidad de Consagración para la Victoria de la Luz".

Se ha asociado a Rafael con la serpiente por su dominio de las artes curativas... El Caduceo y la Kundalini no son más que otras manifestaciones de este principio (observad, si no, la vara que porta en la fotografía, y releed la explicación del principio, donde se menciona su poder para "conjuntar los pasivos con los activos"). Es el Príncipe de las Virtudes según la Cábala. Tiene dominio sobre el mundo físico, y es un Custodio de la Sabiduría (Sophia) del Templo. Intermediador del matrimonio legítimo, tiene poder sobre el crecimiento, los cambios y las transformaciones. También se dice que es el gobernante de los ángeles de la guarda.

Guía en el Infierno, Raphael en ocasiones porta un frasco dorado: es el bálsamo del alma. Es también protector de los viajeros solitarios, de los caminantes y de todos los que realicen el peregrinar hacia Dios. Se le invoca, como portador del Rayo Verde, para la curación de enfermedades (tanto físicas, como mentales y espirituales), así como en aquellos momentos en los que es preciso vencer una falsedad derrotando una mentira. Su estación es la primavera, su dirección el este, su piedra el olivino o peridoto, y rige sobre los signos de Géminis, Libra y Acuario. Representa la Curación, y su virtud es la Verdad.

Una oración tradicional que he adaptado un poquito:

"Poderoso Príncipe,
antorcha de los Palacios Eternos,
caudillo de los Ejércitos del Todopoderoso...
Emisario de la Divinidad,
ejecutor de sus órdenes,
Custodio de los Arcanos,
Recurso universal de todos los Hijos de Adán.

Compañero de caminantes,
maestro de la Virtud,
protector del amor,
socorro de los afligidos...
Médico de los enfermos,
auxilio de los perseguidos,
azote de los demonios,
tesoro de los caudales de Dios.

Tú, que permaneces a la diestra del Altísimo,
ruega por nosotros.
Tú, que has manifestado tu gran amor a los hombres,
vela por nosotros.
Tú, que has puesto freno a los enemigos que nos tiranizan,
devuélvenos la paz.

Amén".