Crisis en las relaciones: hacia un nuevo paradigma

Todo.., absolutamente todo en nuestra sociedad está siendo puesto a prueba actualmente... Nuestra relación con el dinero, nuestra relación con nosotros mismos.., pero también, claro está, nuestras relaciones con los demás.

La gente está asustada; algunos no comprenden del todo de qué va todo este asunto. Sienten como si las bases donde hubieran asentado sus más altos ideales, sus más arraigadas convicciones, se estuvieran derrumbando. Actualmente, se producen en España cuatro divorcios por minuto. ¡Y eso da mucho, mucho miedo! Sobre todo porque hemos basado muchas de nuestras relaciones personales en una especie de "contrato de arras", en el que no es que permanezcamos junto a las personas a las que amamos porque las amamos, sino por interés económico.., o peor aún, ¡porque no hay más remedio!

Bajo mi punto de vista, y como dice alguna de mis clientas y/o amigas, "nos hemos complicado demasiado la vida". Y es cierto: parece que necesitáramos de muchas, muchísimas más cosas que nuestros padres y abuelos para ser felices. Creo con toda mi alma que ha llegado el momento en el que debemos aprender a vivir sin apegos: nos va mucho en ello. Las ataduras y dependencias emocionales, del tipo que sean, nunca me han parecido nada bueno.

Todo esto, sabedlo, tiene mucha, pero que muuuuucha relación con el cambio energético que está sufriendo el planeta Tierra, por si no os habíais dado cuenta... Esta noche, sin ir más lejos, soñé con el Árbol Blanco de Góndor (sí, sí, aquel que recordarán los fans de la Saga de El Señor de los Anillos)... No comprendía bien aquella visión hermosa de un árbol alto, enorme como una catedral, de color blanco plateado, brillando delante de mi como una aparición increíble... ¡No entendía qué quería señalárseme! Hasta que el bendito árbol fue convirtiéndose, en mi sueño, poco a poco en los maravillosos y también gigantescos, formidables árboles de la película Avatar.., ¡y entonces entendí el mensaje! ¡Y supe que tenía que escribir hoy sobre esto!

El Árbol Blanco simboliza el pasado, y los árboles de Avatar, en mi sueño, simbolizan el futuro. La Humanidad se enfrenta a una decisión drástica en estos momentos, que pasa por configurar una nueva escala de valores, a nivel mundial, donde prime el bien común, en lugar del bien particular. Todos aquellos que no estén dispuestos a modificar su escala de valores en este sentido, no tendrán lugar en el nuevo ordenamiento que se dispone.

Desde la familia, nos hemos acostumbrado a mantener o permitir determinados tipos de chantaje emocional, abusos psicológicos de toda condición, y además hemos entrado en una dinámica de mantener a nuetros más amados seres atados a nuestras necesidades y exigencias afectivas, sin respetar su libertad, al creer que nuestros íntimos nos pertenecen... Pero ha llegado la hora: es tiempo de empezar a crecer individualmente, y esto nos está llevando, a muchos de nosotros, a romper las relaciones que mantenemos ahora mismo con nuestros padres, hermanos, novios, parejas, amigos íntimos, etc...

¡Pero que no cunda el pánico! Es muy, muy posible que muchas de estas relaciones, más adelante, vuelvan a unirse, pero ya sin dependencias ni apegos, desde una visión autosuficiente de nosotros mismos, donde la dinámica de relación sea más enriquecedora. O tal vez, necesariamente hayamos de comprender que, en muchos de estos casos, es imprescindible andar ya el camino por separado. En las nuevas relaciones que se están fraguando en estos momentos no tiene cabida la pasión disfrazada de amor; la obsesión o la dependencia por la persona amada. Es tiempo de crecer todos al unísono individualmente, para vivir lo más posible en mutua armonía y libertad.

... Así, el mítico Árbol Blanco de Góndor, que representa a la Humanidad y los lazos de hermandad que la unen, renacerá nuevamente, como hace siempre, para convertirse en los luminosos árboles de Avatar, interconectados entre sí y con todas las criaturas vivientes por medio de la unidad en la Vida... ¡La gran familia de los seres humanos está cambiando, por fin!

Las situaciones en las que la familia es dirigida sólo por un miembro (sea cuál sea este "cabeza de familia") están muriendo lenta pero inexorablemente... Las relaciones de pareja no basadas en un profundo respeto mutuo, donde los dos miembros de dicha pareja no dejen libertad al otro, también están quedándose atrás. No se vivirá ya más para la pareja o para los hijos, sino para crecer uno mismo y aportar, seguidamente, lo mejor de uno a los demás miembros familiares. Abandonaremos cada vez más las actitudes de posesión del otro, y el verdadero amor y el respeto mutuo se irán abriendo paso cada vez más.

El ser humano debe aprender inmediatamente a vivir en armonía real consigo mismo, con el planeta entero y con todo lo que contiene, así como con sus semejantes... Si te encuentras en una de estas fases críticas, y tu pareja ha "dejado de quererte", debes dejar de sufrir y centrarte en amarte lo primero a ti mismo, por encima de todas las demás cosas en este instante. Debes comprender que tu felicidad interior no depende, en ningún caso, del aprecio o del amor de nadie externo hacia ti mismo.

No estamos ya en un paradigma de víctimas y culpables... No hay un dios castigador al que echarle la culpa de lo que nos pasa. Todos, absolutamente TODOS debemos hacernos cargo de lo que nos pasa, aprendiendo de nuestros errores cada día y procurando ser cada vez menos egoístas y más humanos. Estamos en un lugar de aprendizaje, y hemos venido A APRENDER, a conocernos cada día más, no a sufrir.

Tienes que darte cuenta de que, a lo mejor, todo ese apego al que estabas atado/a te ha hecho vivir olvidándote de ti mismo/a, cumpliendo tus sueños, metas, ilusiones o ideales. Si has estado toda tu vida viviendo para otra persona, sobreprotegiéndola creyendo que eso te daría la felicidad, ahora tienes una oportunidad de oro para soltar, renacer y aprender a quererte desde el interior.

¡NO VIVAS PARA OTROS, ÁMATE Y VIVE PARA TI MISMO!