El árbol de la Vida

Éste árbol es un olivo magnífico... Lo conozco desde que era mucho, mucho más bajito, y más o menos he llevado a cabo un seguimiento de su crecimiento porque está plantado en mi barrio. El otro día le saqué una foto desde abajo, porque ahora es mucho, muchísimo más alto que yo. Me da buen rollo este árbol: me recuerda tiempos mejores, tiempos pasados, tiempos y lugares donde aún no éramos enemigos, cuando la Naturaleza era una fuerza primordial y las estrellas, el fuego, el mar y las corrientes telúricas regían las corrientes de nuestros propios destinos.

Ayer me enviaron este poema de Pablo Neruda, que no conocía, los amigos Carlos y Carmen...  Son fragmentos de una expresión lírica llamada "Los Libertadores", y dice así:

"Aquí viene el árbol, el árbol
de la tormenta, el árbol del pueblo.

De la tierra suben sus héroes
como las hojas por la savia,
y el viento estrella los follajes
de muchedumbre rumorosa,
hasta que cae la semilla
del pan otra vez a la tierra.

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Éste es el árbol de los libres.
El árbol tierra, el árbol nube,
el árbol pan, el árbol flecha,
el árbol puño, el árbol fuego.

Lo ahoga el agua tormentosa
de nuestra época nocturna,
pero su mástil balancea
el ruedo de su poderío.

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Asómate a su cabellera,
todos sus rayos renovados:
hunde la mano en las usinas
donde su fruto palpitante
propaga su luz cada día.

Levanta esta tierra en tus manos,
participa de este esplendor,
toma tu pan y tu manzana,
tu corazón y tu caballo
y monta guardia en la frontera,
en el límite de sus hojas.

Defiende el fin de sus corolas,
comparte las noches hostiles,
vigila el ciclo de la aurora,
respira la altura estrellada,
sosteniendo el árbol, el árbol
que crece en medio de la tierra".

Pablo Neruda.
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Y añadiría, de mi cosecha:

"Rasga en el corazón de tu enemigo,
rebaña sus rastrojos.
Álzate desde el grito de los siglos,
desde el fondo frugal de tu batalla.

No olvides: nunca olvides esa estrella,
la luz que se ilumina desde el vientre,
la luz que se condensa en los aullidos,
que vierte sus dolores rencorosos
bajo la fiebre eterna de la frente.

¿Qué esperas? Nadie más que tú y la noche,
la noche coronada del Zodíaco.
Tu destino es la copa de un olivo
que vierte sus aceites en tu rostro
y nadie, ¿escuchas?, NADIE te agradece
la sangre ni la lucha ni la muerte:
despréndete de capas de miseria,
despréndete de capas de mentira,
alza la frente altiva coronada,
alza la testa antigua arrodillada,
defiende lo que sueñas y defiendes
hasta la infinitud del horizonte.

... Nunca cadenas fueron tus amigas...
Nunca los amos fueron tus hermanos".

¡FELIZ 2012 A TOD@S!