Entrevista con Jodorowsky

Extracto de la entrevista publicada hoy en el diario 20 MINUTOS edición Madrid, firmada por Paula Arenas, al psicomago, tarólogo, cineasta y escritor Alejandro Jodorowsky.
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"Desde que sufrió la muerte de una persona muy cercana, Alejandro Jodorowsky decidió que el arte sólo le interesaba para sanar. A ello ha dedicado su vida y su obra, a través de la psicomagia, el psicochamanismo, el tarot y libros como "La vía del tarot", "Manual de psicomagia", o "Evangelios para sanar".

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P.: ¿Por qué es tan importante la genealogía?
R.: Todos tienen una familia y todos estamos creados por la familia, la socidad y la cultura. Crean una manera de ser, un ego. No podemos comprendernos sin conocer las generaciones anteriores. Ellos nos transmiten una forma psicológica. La familia es una trampa y un tesoro. Hay que luchar contra el árbol para realizarlo. Si fracasamos, dejamos sin sentido a las generaciones anteriores. Si triunfamos, tres o cuatro generaciones atrás cobran sentido.

P.: ¿Cómo empezó a interesarle?
R.: Porque crecí en una familia atroz que nunca supo tratar a un niño, y ese niño era yo. Cuando tuve hijos decidí darles todo lo que no me habían dado. Y entonces desarrollé el tarot. Yo no veo el futuro, sino el presente y el pasado. Y siempre que echaba el tarot a alguien, veía que llegábamos a papá y mamá. Todo lo que les pasaba era por cómo los trataban de niños. Hombres no amados por sus madres buscaban parejas que tampoco los amaran.., y así se repetía todo lo que habían pasado.

P.: Pero no sólo los padres tienen tanta influencia...
R.: Los hermanos también, porque con ellos entramos en el terreno de lo competitivo, la competición por el sitio y el amor. También los tíos tienen importancia... Pero nuestra sexualidad, por ejemplo, viene dada por la sexualidad de los padres y cómo nos educaron. Nuestra educación emocional depende de la relación con nuestros padres y con nuestros abuelos. Mis padres eran huérfanos, así que no supieron ser padres, porque no conocieron el amor paterno.

P.: ¿Qué puede producir lo que ha ido pasando en nuestro árbol?
R.: Puede producirnos neurosis sociales, ideas locas, sentimientos de rencor, sexualidad injertada, ausencia de creatividad. O todo lo contrario.

P.: ¿Qué le descubrió a usted su genealogía?
R.: Aprender a amar, a crear, a ser yo y no lo que otros querían que fuera.

P.: ¿Quizá lo más complicado es dejar de ser lo que otros quieren que seamos?
R.: Es que es como una posesión de la que a veces no somos ni conscientes... A muchos que vienen a preguntarme les digo: "ponte la máscara de tu mamá y paséate con ella para ver cómo se ve el mundo y a los hombres a través de sus ojos". Todo ello para después aprender a ver con tus propios ojos.

P.: Cuenta usted que sus padres y sus frustraciones lo marcaron hasta el punto de que no se atrevía a ser más que ellos.
R.: Cuando uno es niño, los padres lo son todo, aunque sean lo peor. La peor angustia de un niño es perderlos. Por eso de mayores repetimos lo mismo. Si tuve padres sádicos, busco situaciones sádicas, porque así los reproduzco y los tengo en mí. Los repito.

P.: ¿Y si lo que hace es todo lo contrario?
R.: Es que se sigue igualmente amarrado al niño... Lo que hay que hacer es convencer a ese niño.

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P.: Dijo usted una vez que habrá una nueva raza humana....
R.: Porque tiene que haber una mutación. Somos animales, ¿no?

P.: ¿Y hacia dónde vamos?
R.: Al espacio. Porque nos vamos a comer la Tierra. Somos devoradores de planetas, y vamos a tener que ir a otro. Mira: las cosas, o están estancadas, o son fluidas. Y porque la política está estancada, se están rebelando todos esos jóvenes.

P.: ¿Necesitamos más fluidez?
R.: La gente está exigiendo fluidez, cambio, porque lo que no cambia se pudre. Estamos en una época de pudrición y eso es bueno, porque eso significa que habrá cambio.

P.: ¿Y qué vaticina usted?
R.: La sociedad está dando golpes, pero porque va a salir una mariposa. Yo no estoy por la revolución política, sino por la revolución poética. La consciencia al poder, digo siempre. Un sistema que no produce alegría está estancado. Cuando la gente pierde la alegría de vivir, se caen los sistemas. Y no hablo de distracciones, como el fútbol, que es una válvula de escape pero nada más. Y sólo la colaboración da alegría de vivir".