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jueves, 4 de noviembre de 2010

Chorlo: el Guardián entre el Centeno



















Pedazo de "zaborro", ¿no? Eso de la imagen es un chorlo, o lo que es lo mismo, un buen pedazo de turmalina negra. Mira que tengo piedras y trabajo con minerales. Mira que se la he recomendado a diversas personas... Bueno: pues yo todavía, ni tenía una, ni la había utilizado.., hasta que me dio un "jamacuco" de cuidado el otro día, y noté que empezaba a despendolarme peligrosamente.

La turmalina negra es considerada por los expertos en gemoterapia como el mayor escudo energético que existe. Favorece el crecimiento espiritual porque enseña a dominar las fuerzas negativas, tanto propias como ajenas. Es muy usada en meditación, para favorecer cambios hacia niveles de conciencia más elevados, expandiendo el entendimiento y propiciando la evolución interior.

En gemoterapia se aconseja, de hecho, la colocación de una turmalina negra en todos los ambientes en los que pasamos largas horas durante el día. Por ejemplo, en la mesa del lugar de trabajo está bien (ahí he puesto una yo ;-). Se la considera una gema saturnina, destructora de las ilusiones de la materia y del ego, que aporta la claridad y la capacidad necesaria como para comprender lo que ocurre, así como descubrir la verdadera cara de las personas y el auténtico significado oculto de los acontecimientos de la vida.

En el plano físico conecta muy bien con las energías de la tierra, por lo que sirve de ayuda en caso de dolencias tales como problemas de piel, huesos, ligamentos, cartílagos y articulaciones. Es muy buena para detener el mal influjo de las radiaciones electromagnéticas, procedentes de teléfonos móviles, televisores, ordenadores, etc... Se la asocia también con Shiva, el Destructor de las Ilusiones, según los mitos hindúes.

La mayor parte de las personas la utilizamos para absorver negatividades, disipar los miedos y angustias, la cólera, la envidia, la ira y, en general, todos los sentimientos negativos (insisto: propios y ajenos). Es muy útil contra depresiones y neurosis; produce un campo sanador de iones negativos a su alrededor (que son los buenos: no confundir con los positivos, que son los malos aunque parezca paradójico). Fortalece al embrión durante el embarazo, protege del ataque psíquico, de los encantamientos y las malas voluntades, y es una piedra incapaz de dañar a quien la usa.

Es necesaria y muy útil para las personas que trabajan en estrecho contacto con la gente, como los profesores, terapeutas diversos, médicos, enfermeros, vendedores comerciales, etc. Aporta seguridad, calma los celos y los nervios emocionales, nos ayuda a superar momentos confusos y alienta la recuperación física, mental y emocional. Sobre el plexo solar favorece la toma de decisiones justas e imparciales, fortaleciendo la voluntad y el carácter recto; sobre el corazón, lo libera de profundas penas y sentimientos negativos; sobre el tercer ojo, propicia la elevación espiritual y el conocimiento de la verdad.

Para limpiarla, lo más conveniente es sumergirla en agua de sal y dejarla toda la noche al fresco, en luna nueva o menguante; para cargarla, basta con ponerla durante un día entero a la luz del sol.

Hay muchas otras formas de descarga y recarga: yo utilizo un cuenco tibetano con mis minerales, por ejemplo, y les "canto" hasta que noto que están limpios y vibrantes... Otra gente entierra las piedras un día en una maceta (sobre todo con las piedras negras y las "de tierra", como ésta, funciona muy bien), y luego las limpian simplemente bajo el grifo con agua fresca.

¿Y por qué denomino a esta piedra "El Guardián entre el Centeno"? Pues primeramente, porque me recuerda poderosamente las cualidades de alguien muy, muy querido por mí y que conozco muy bien.., y también a ese famoso libro de J.D.Salinger, por supuesto, que supongo que nos habrán mandado a muchos leer y comentar en la escuela... Ya sabéis: la historia de aquel muchacho irredento e invicto.., un protagonista de 17 años que mide seis pies y dos pulgadas; el joven al que han echado de incontables colegios, con todo el lado derecho de la cabeza lleno de canas y muy delgado. El chaval que ejerce del mentiroso más fantástico que pueda imaginarse, pero que a su vez odia a los hipócritas, a los falsos, a los creídos y a los cursis. El joven sarcástico y terriblemente irónico, inocente y carismático, manirroto y fumador compulsivo, que sueña con ser "tan sólo un Guardián entre el Centeno" porque, según sus propias palabras:

"(...) me imagino a muchos niños pequeños jugando en un gran campo de centeno y todo. Miles de niños y nadie allí para cuidarlos, nadie grande, eso es, excepto yo. Y yo estoy al borde de un profundo precipicio. Mi misión es agarrar a todo niño que vaya a caer en el precipicio. Quiero decir, si algún niño echa a correr y no mira por dónde va, tengo que hacerme presente y agarrarlo. Eso es lo que haría todo el día. Sería el encargado de agarrar a los niños en el centeno. Sé que es una locura; pero es lo único que verdaderamente me gustaría ser. Reconozco que es una locura".

Y eso es exactamente lo que hace la turmalina negra, amigos: recoger "niños perdidos" ante la mismísima boca del Abismo.., para llevarlos de vuelta a casa.

Ah.., ¿que no habéis leído este libro aún? ¿Que no habéis probado aún con el chorlo?

Pues quizá es que ha llegado el momento, majetes ;-)

¡Muchos besotes!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Que loca estas chica!! *_*
Encontré tu blog buscando las características del elestial, y me ha encantado. Debí haber dicho ¡Que loca estas che! ya que soy argentina, pero decidí escribirte en tu lengua!! Yo "todavía" no estoy tan loca y no es porque no me esfuerce, aajjj
Te seguiré leyendo.
Benciciones
Adriana

Luz de Andrómeda dijo...

Hola, Adriana! Bienvenida y muchas gracias por tu comentario. Ahhhh: el elestial es uno de mis cristales favoritos. He recolectado unos cuantos de mis salida por la sierra (aquí, en Madrid, hay algunos ahumados preciosos y de la mejor calidad).

La lengua.., bueno, es la misma, la tuya y la mía. ¡Y me congratulo de ello! Ahora, las diferentes palabras, dejos, modismos.., configuran una unidad de una riqueza esplendorosa. ¡Tenemos un regalo, después de todo!

¡Muchos besoootes!

Eva dijo...

Qué me gusta la turmalina!!!!
Procuro llevar una siempre encima... y otra pa mi chico que mucha falta le hace y creo que le funciona jijiji :p sobre todo porque trabaja con mucha gente con malas energías, jjijiji

Dos dudas que me han surgido... importa el tamaño del mineral que se use? es que la que llevo colgada es más bien pequeñita;
y la otra, tenía entendido que la turmalina negra hacía como una "conexión a tierra" y no necesitaba ser cargada o limpiada como las demás piedras, que simplemente llevándola, con el calor del cuerpo se recargaba y que ella sola se limpiaba. Corrígeme si me equivoco (que será lo más probable :p)
Gracias guapa, me encantan tus entradas, son útiles y siempre frescas :P

Luz de Andrómeda dijo...

Hola Eva! Pues sí: es una piedra muy, muy bonita, y de propiedades muy interesantes. Yo suelo llevar también alguna.., aunque la negra sólo me la he reservado en casos muy extremos la verdad.

Hombre: aunque digan que no, tú y yo sabemos que el tamaño SÍ que importa XDXDXD!!! Ahora en serio: claro que importa, cuanto más grande es una pieza, obviamente mayor energía desprende.

Es verdad que es una piedra poderosa de conexión a la Tierra y al primer chakra, y es verdad también que dicen que no es necesario limpiarla ni descargarla...

Eso sí: quítatela de vez en cuando. A mi, concretamente, a veces como que me "pesa" demasiado y tengo la necesidad de quitármela. Igual es por el trabajo que realizo, que me "tira" para arriba y la turmalina negra me tira para abajo, jajaja... Depende de la persona: por ejemplo, en gente muy, muy "volátil", algo como la turmalina debería llevarlo casi
siempre.

Un besito!

Eva dijo...

Jajajajja ya me parecía a mí que el tamaño importaba.
Yo la suelo llevar con un imperdible en el suje y sólo me la quito para dormir, aunque a veces que he estado muy negativa con alguna crisis o disgusto gordo también la he apretado fuerte para dormir. Una vez fue casi instantáneo, flipé, desapareció en unos instantes el malestar, con sólo apretarla fuerte. Me buscaré una más grande, jajajjaja
A ver si te pesa porque es muy grande, jajajjjajaja es broma. A mí nunca me ha pesado, la verdad, probablemente porque soy volatil, jajajja, estoy siempre en las nubes!!!
Gracias