La diosa de los ojos de lechuza

Qué bello ejemplar el de la foto; qué elegancia y qué prestancia la del animal que vuela, desafiando todas las leyes de la física, con un movimiento deliberadamente lento y majestuoso, absolutamente insonoro, y de una belleza inusual. Eso que véis ahí es una lechuza común (Tyto alba), también llamada lechuza de los campanarios o luétiga. Una verdadera y real ave de presa, pero nocturna, que siempre me ha fascinado; animal totémico de la diosa Atenea o Minerva, lo suficientemente importante como para que se acuñaran monedas con su efigie en la antigua Grecia (nada menos que el famoso tetradracma ateniense).

A los búhos y lechuzas se les emparejaba en aquella época tradicionalmente con la sabiduría, y por lo tanto, con la diosa Atenea, que era su valedora. Estos animales, posteriormente, descendieron de categoría entre los mortales, y pasaron a ser los acompañantes de brujas, chamanes, magos, curanderos y adivinos. Se les asoció con los poderes y fuerzas sobrenaturales que deben ser invocados para descubrir las causas de los hechizos y enfermedades. ¡No hay más que ver quién es el compañero animal del conocido Harry Potter!

En el norte de Perú el búho es un ser especial, que se mueve a medio camino entre la sabiduría y el reino de la Oscuridad. Un poco más al sur, entre los mapuches, el chuncho es un brujo o bruja que ha separado la cabeza del cuerpo, y que ha hecho crecer sus orejas como alas para volar a las cuevas de los brujos y participar en sus orgías y maleficios.

En Japón, los búhos se consideran símbolos de la muerte, y ver uno significa que va a morir pronto una persona querida o cercana... Lo mismo dicen los antiguos gitanos rumanos en Europa, cuando escuchan silbar el agónico ulular de una lechuza en las proximidades...

A pesar de todo este halo de misterio y de que son considerados por muchos como un animal nefasto y maléfico, tanto las lechuzas como los búhos representan poderosos símbolos de protección para las personas que "vibran" con su energía. Era común anteriormente en España (antes de que fueran declarados como especie protegida) el colgarlos disecados en las puertas, para ahuyentar el mal que pudiera aproximarse a las casas. Muchos estudiantes llevan un búho como colgante, puesto que es beneficioso por simbolizar la inteligencia y la sabiduría. Además, la lechuza y el búho son animales tótem de los videntes y psíquicos, ya que viven de noche y se guían por su intuición. Además, son animales con un gran poder de visión, y en consecuencia, con una clara y sutil conciencia de todo lo que sucede a su alrededor.

Siguen siendo considerados seres que ayudan al chamán en sus viajes al Otro Lado. En el mundo precolombino, llegaron a representar a las clases gobernantes, y en otros ámbitos, incluso al mundo sacro. El búho y la lechuza ven detrás de las apariencias, se mueven veloz y silenciosamente, son mensajeros de secretos y premoniciones, y representan un enlace entre el mundo de la Luz y el de la Oscuridad. Representan la Luna, la libertad, las sombras.., y son muchos los que dicen que resultan un talismán imprescindible para no pasar nunca penurias económicas (en los tiempos que corren, no está de más cualquier ayuda que se nos preste XDD).

Dicen que si uno desea que sus ganancias se multipliquen hay que colgar un pequeño búho o lechuza, como si fuera un móvil, en su habitación. Si se precisa dinero a corto plazo, hay que situar, además, algo de dinero debajo de este búho móvil. Sólo hay que tener algo en cuenta: si notas que la fortuna te visita precisamente por utilizar a estos animales como amuletos, hay que ir adquiriendo de cuando en cuando más búhos o lechuzas, para ir progresando económicamente. ¡Por eso habréis notado que tanta gente los colecciona!

En cuanto a Atenea Palas o Minerva, la Diosa de los Ojos de Lechuza, y su relación con este animalito, así lo explicaba Juan Pérez de Moya, en su "Filosofía secreta": "Desechada la corneja de la compañía de Minerva, recibió la lechuza o mochuelo, porque esta ave ve de noche y al sabio, entendido por Minerva, ninguna cosa se le debe esconder, por encubierta que parezca; y porque así como este ave está de día escondida y retraída en lugares oscuros, apartada de la conversación de las otras aves, así el sabio con el deseo de la especulación se retrae a lugares solitarios, porque en la familiaridad y frecuencia de la gente no hay quieto reposo para filosofar".

A Atenea o Minerva se le consagraron estatuas, imágenes y altares, con lámparas de aceite encendidas toda la noche.., cuando sus lechuzas no se lo bebían. Posteriormente, la lechuza de la diosa, anatemizada por algunos cristianos integristas, fue también marginada mucho tiempo por los naturalistas, confundidos siempre con las "aves de noche".

Afortunadamente la lechuza de la Diosa, travestida no hace tanto en búho, es hoy el símbolo utilizado por diversas entidades que quieren tener, o tienen relación, con la filosofía... Incluso aparece la lechuza de Atenea en la moneda de un euro griega (yo tengo una, que he convertido en un anillo ;-). En dicha moneda, se ve una lechuza, una luna, y una rama de olivo (el árbol que también es símbolo de Minerva). Incluso este curioso euro conserva el nombre del antiguo Estado emisor de la moneda: AQE –apócope del nombre de la ciudad: ATHE (Atenas).

¡Bienvenida de nuevo, soberana lechuza, a nuestras vidas!