martes, 15 de enero de 2013
En defensa de las damas
Ayer me tocaba conversar con la Luna.., establecer contacto con mi Madre ancestral como vengo haciendo desde hace ya algunos años, desde que un grupo de bienaventuradas mujeres (astrólogas y mágicas) me enseñara cómo se trabaja con esto de las lunaciones...
... Y como hace siempre, desde que tengo memoria (porque no es traidora la gran Dama Blanca, como sugieren algunos cánticos y leyendas antiguos), la Luna me habló.
Le pedí que abriera mis caminos. Que me mostrara qué es lo que debía hacer, a qué debía dedicarme. Le rogué que me ilustrara para poder llevar a cabo mi tarea cada vez con mayor dedicación, ímpetu y fe. Y ella me reveló que lo que debía hacer era consagrarme a la labor de sanar lo femenino en todos y cada uno de los aspectos en que se me presentara la ocasión, en mi vida.
... Y entonces, me di cuenta de lo que le estaba pasando al mundo, que poco más o menos, en forma resumida, es lo que se explica en esta fotografía. Efectivamente, el mundo en general adolece de un terrible desequilibrio: lo masculino ha tomado las riendas, y lo femenino ha sido relegado hasta prácticamente quedar disuelto en el marasmo de un limbo inexplicable.
Voy a contar lo que ayer me pasó. Resulta que me encontré con una ex compañera de universidad por Facebook: ¡hacía eones que no hablaba con ella! Me contó su caso: le habían obligado en su empresa a hacerse autónoma si no quería ser despedida. Pero después, ella les dijo que se había quedado embarazada. ¡Esto, en el mes de septiembre! En diciembre la habían despedido.
Impresionada, rápidamente tomé el tarot e hice una tirada, en un impulso lógico (creo yo), por intentar ayudarla... No me quedé satisfecha, y levanté una carta astral. No me quedé satisfecha, y como yo de astrología horaria no controlo tanto como de la kármica, me fui a consultar a un conocido foro astrológico que muchos de los que me leéis sabréis ya cuál es. Subo la carta, hago la pregunta.., y al margen de que yo utilizo una astrología un poco distinta de la que usa el común de los mortales (en un 90%, más o menos), va un tipo y me contesta que para qué el tarot, que la astrología es lo más, la única ciencia (?¿?) válida y maestra, que mi amiga ya se puede ir limando las uñas porque hasta el 2020, España no generará empleo, y que a ver si nos intervienen, y que mejor que emigre.
... A lo que yo le contesté, con mucha calma y sin subir la voz, que muchas gracias (por su no-ayuda, claro, aunque eso me lo callé); y que mi amiga no podía emigrar así como así, con tanta facilidad, puesto que ya tenía un niño y venía otro en camino. ¡Y que lo de emigrar, mejor se lo dejamos a las palomas!
Al margen de que comprendo perfectamente la dimensión cuántica de la existencia, y eso de la intervención y de que no se generará empleo en España habrá que verlo (por lo menos, en mi línea de tiempo-espacio.., a saber en las otras realidades que despliegan todos estos amantes de lo apocalíptico lo que estará sucediendo y lo que sucederá), la enseñanza que saqué de este encuentro infausto por la Red, y la posterior explicación que mi inconsciente me dio, a través de mi meditación lunar, fue el siguiente:
"Todo aquel que se dedique sistemáticamente a mancillar lo femenino será destruido (más pronto o más tarde), porque en una existencia dual no se puede sino equilibrar las dos patas de la silla en la que colocamos todos nuestras posaderas".
Y esto lo he puesto entrecomillado, porque es casi ley. Miro a mi alrededor, y veo a amigas en FB preocupadas porque tienen 40 años y creen que eso es un lastre para encontrar trabajo (¿Ein? Será en el país de los esclavos, donde sólamente quieren a gente sin experiencia ni preparación para explotarles hasta dejarlos secos. ¿Quién quiere un trabajo así, y quién quiere vivir en la esclavitud?); sigo mirando, y veo políticos que roban sin escrúpulos; gente que pide 600.000 euros en TV por difundir ante los medios el menú de la primera boda de la presunta futura reina (¿?¿); veo a una ciudadanía abotargada, sumida en el caos, anestesiada por las series gilipoyescas y los gilipoyescos dramas televisivos de las tertulias de los que intentan someter al prójimo; miro más, y veo empresarios que no saben hacer la "o" con un canuto; patronales que sólo entienden de recortes de derechos; sindicatos vendidos a cualquiera que les proporcione una forma fácil de vida.
En fin: lo dicho. Mientras sigamos haciéndole los coros a esta sociedad ruin, en la que todos parecemos bailar al son de unas pocas gaitas desafinadas; mientras sigamos pensando que no hay para todos, que es que hemos gastado en exceso (sí, efectivamente, ¿pero quiénes han sido los que han gastado en exceso?); mientras optemos por encojernos de hombros mientras la cosa vaya con el vecino y no con nosotros; mientras aplaudamos los "recortes" y la garra soez del liberalismo económico.., vamos dados.
La realidad es bien distinta: la Madre Tierra tiene poder suficiente como para proveernos a todos y a todas nuestras necesidades. Todos los hombres son iguales, y no son mejores los que tienen (¿en virtud de qué?) más privilegios que otros. No hace falta emigrar si uno no lo desea. No hace falta elegir la vía del sacrificio o de la austeridad para agradar a Dios. No es cierto que las personas por encima de los 40 años sean inválidas para el mercado de trabajo. Es incierto que la culpa de esta situación (como a veces he llegado a escuchar por ahí) la tenga la incorporación de la mujer al mercado de trabajo (las mujeres, que yo recuerde si miro un poco hacia detrás en la historia, hemos trabajado siempre)... Y así podría ir desmontando, una tras otra, toda una sarta inmensa de mentiras y falsedades diversas que nos mantienen engatusados, abotargados, sumisos, idiotizados y amedrentados.
El poder masculino de la prisa, del ejecutivo agresivo que no da pie con bola si no se pone de coca hasta las orejas; el poder masculino de la explotación al más débil, de la testosterona que quiere dominar a todas las hembras de su territorio; el poder masculino de tener siempre la última palabra, del control, de la rigidez, de la "productividad".., es algo profundamente enfermo, y de hecho, todas las personas (y han sido unas cuántas) a las que les he visto caer en esa dinámica (hombres y mujeres), han acabado bastante mal (enfermos), por cierto...
El poder masculino del soberbio que se erige en amo de la verdad más absoluta, no es nada sin el cuidado, el sostén y el amor de su contraparte: el poder femenino.
Así que ya lo saben: mi tarea es curar, restañar las heridas que lo femenino tiene en su epidermis, y aún más en profundidad. Para mi no hay "marujas" a las que tratar despreciativamente "porque no llevan un sueldo a casa": me parece increíble que aún hoy, a estas alturas del milenio, todavía no nos hayamos dado cuenta y seamos incapaces de reconocer que, sin la valiosa e inestimable aportación de las mujeres, este mundo no vale absolutamente un pimiento.
... Las leonas sabemos cazar y traer comida a casa nosotras solas... Y pienso que hay que tener mucho cuidado con ese mito de la Era de Acuario tan traída y tan llevada, y presentada por diversas fuentes y gurúes interesados como la panacea universal que necesita este planeta. Mucho ojo con eso, porque Acuario es un signo masculino, frío como la misma muerte si se le provoca y que, en su lado más negativo, puede desempolvar regímenes dictatoriales de naturaleza tecnócrata que ya han empezado a asomar su patita por debajo de la puerta. ¡Para los que todavía no se hayan enterado!
Mucho cuidado con las tonterías que se están escribiendo y divulgando por doquier sobre la famosa Era de Acuario. ¡Recuerden todas las tonterías que se escribieron antes sobre la famosa profecía de los mayas, sin tan siquiera entenderla!
No es tan sólo Acuario lo que necesita este mundo... ¡Ni muchísimo menos!
¡Saludos, y que tengan buena comida y sobremesa! :-)
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