lunes, 14 de enero de 2013
Aspen: el álamo temblón, señor de los sueños
¡Bienvenidos a la Galaxia de Andrómeda hoy, lunes 14 de enero!
Como ha habido varios de vosotros que se han mostrado muy interesados con el alfabeto Ogham de los árboles que utilizaban los celtas, y también porque otros muchos me han insinuado que querían más info sobre las propiedades esotéricas de los árboles (en general), hoy publico este post dedicado a uno de los árboles del zodíaco celta, Eadha, el álamo temblón.
Este árbol (del cual tengo un colgante con una hoja amarillo rojiza preciosa como las de la fotografía, ¡gracias Mamen!) es también una de las flores de Bach: aquella que nos asegura seguridad, confianza y valor ante las adversidades, y que es conocida como Aspen. Esta esencia de Bach está especialmente diseñada para las personas que viven perpetuamente en una especie de estado de temor latente incontrolado, que no se sabe muy bien a qué obedece, porque no cuenta con hechos objetivos y razonables que lo sustenten.
Se dice de las personas con la esencia del Álamo que son extremadamente sensibles y receptivos, que captan los miedos de los demás, y que aceptan la existencia del inconsciente humano de una forma muy, muy natural, lo cual les lleva, casi siempre, a indagar acerca de los distintos planos no visibles de este mundo tridimensional. ¡Ahora comprendo por qué Mamen me regaló esa hoja!.
Para los celtas, el álamo también se relacionaba con la meditación y la espiritualidad. Se supone que las personas que pertenecen al zodíaco Álamo según los celtas (del 4-8 febrero y del 5-13 de agosto) tienen un alto sentido de la estética y que, si bien les falta algo de autoconfianza, son valientes y temerarios cuando es preciso. Se trata de personas muy, muy selectivas, especialmente con las amistades, a veces solitarias, pero siempre y por lo general, muy entusiastas.
Las personas que gobierna el Álamo tienen una naturaleza artística, con un gran sentido del orden y de la organización. Les atrae mucho la filosofía, son personas de las que uno se puede fiar siempre, y que asumen las relaciones de una forma muy, muy seria (a veces, incluso demasiado).
En la naturaleza el álamo es un árbol frondoso, de crecimiento rápido, que puede llegar a vivir hasta 400 años. Sus hojas en forma de corazón, como podréis ver en la foto, son muy características. Es originario de las zonas templadas del hemisferio Norte, y puede alcanzar los 30 metros de altura. Suele vivir mejor en los terrenos más húmedos y arenosos, por lo cuál lo encontrarás fácilmente en la ribera de muchos ríos. Una característica curiosa es su corteza, casi blanca cuando es joven, que se vuelve de color grisáceo al alcanzar una cierta edad.
Es una especie destacada de la mitología griega, en donde se cuenta la leyenda de que el dios del inframundo Hades, soberano del mundo de los muertos, se enamoró de Leuca. A raíz de este amor surgió el álamo, que era el símbolo de su relación. Cuando ella murió, Hades hizo surgir al álamo blanco en los Campos Elíseos, donde se encontraban todas las almas muertas. Como consecuencia de esta historia éste árbol se cultivaba en camposantos y monumentos funerarios.
Otra leyenda en la que el álamo es protagonista es aquella en las que las Helíades, hijas del dios del sol Helios, se quedaron petrificadas al enterarse del doloroso episodio de que su hermano Faetón había muerto. La reacción de las dos hermanas fue de asombro y tristeza, por lo que la fatal noticia las convirtió a ambas en álamos.
En este sentido, era habitual encontrar álamos en ceremonias y ofrendas en honor de Dionisos, dios del vino y de la Naturaleza. Era costumbre que a aquéllos que se consagraban a este culto se les cubriera con hojas de álamo. En los mitos y leyendas griegas este árbol es mencionado, tanto en ocasiones festivas relacionadas como en historias donde la muerte es la protagonista.
El álamo, además, tiene propiedades curativas que ayudan a tratamientos diversos de problemas digestivos, afecciones urinarias, en estados de fiebre y problemas de ciática. Es importante saber que no presenta ningún efecto secundario ni efectos tóxicos. Se suelen utilizar para curar el tronco del mismo, y en el álamo negro son utilizadas las yemas, para hacer infusiones.
Aparte, tenemos el profundo simbolismo que reside en este árbol... Posee, para empezar, una significación alegórica determinada por la dual tonalidad de sus hojas. Así, representa el Árbol de la Vida, verde por el lado del Agua (correspondiente a la Luna) y más ennegrecido por el lado del Fuego (correspondiente al Sol).., lo cual determina la manifestación de las dos polaridades necesarias para la vida, blanco-negro, masculino-femenino, yin-yang.
La fortaleza más llamativa de la persona Álamo es su inteligencia ágil. El Álamo es muy adaptable, aprende nuevos procesos muy rápidamente, y sabe aplicarlos justamente. Las cualidades antedichas son, por supuesto, ventajas lucrativas en el ámbito profesional. El Álamo es además, alguien que escucha solamente a la voz de su razón. ¡La intuición no tiene nada que ver con sus decisiones! ¡Para colmo exige el Álamo veracidad incondicional de su alrededor, porque no soporta mentiras!
Los individuos álamos tienen una personalidad compleja y misteriosa, pero a pesar de esa apariencia les gusta la sencillez y la espontaneidad. Su personalidad dual y un poco atormentada se desvanecerá con la madurez, pero le dará la capacidad para comprender a los demás. También obtendrán un buen juicio sobre las situaciones que envuelven la vida. A los demás les gusta creer que son seres frágiles y emocionales, pero en realidad son ellos quienes marcan los caminos que otros seguirán.
Muy utilizado por los celtas para la elaboración de escudos, el álamo era conocido por este pueblo como "el que evita la muerte"... También los celtas afirmaban que en el susurro de las hojas del álamo, cuando sopla el viento, se oyen las voces del mundo de los espíritus.
¡Que tengáis muy buen día, y que seáis muy felices! :-D
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