Tengo que agradecer a Leire, que me hizo una lectura del tarot ayer muy, muy reveladora, y que culminó con un consejo de un ángel de su Tarot de Ángeles... Curiosa, me dio por "preguntar" e investigar a que ángel se refería esta respuesta.., en otras palabras, a quién podría encomendarme yo, en los momentos de "tribulación".
Llegué a la conclusión de que dicha entidad podía ser Haniel, conocido también como Anael. Se trata de un arcángel que gobierna los principados, y residente en la séfira de la Cábala Netzach, en el Pilar de la Misericordia.
Netzach es la séptima de las diez Sefiroth, y el cuarto de los atributos emotivos de la Creación. Se encuentra directamente debajo de Jesed, y corresponde a la pierna derecha. Es asociada, en el alma, con el poder de vencer aquellos obstáculos que se encuentran en el camino de las propias aspiraciones. Su nombre mismo significa tanto "victoria" como "eternidad". Se puede decir que la victoria de Netzach es sobre la muerte misma, el impedimento final de la concrección de Jesed.
El estado espiritual identificado en la Cábala como correspondiente a la sefirá de Netzaj es el de "bitajón" (confianza absoluta). Su título adicional es La Firmeza, que evoca la misma idea de dominio y de energía victoriosa. El Nombre Divino es Yejova Sabaoth, que significa el Dios de las Legiones, o también de los Ejércitos. El Orden de Netzach es el de los Elohim o Dioses, los cuales gobiernan la Naturaleza.
Por la danza, el sonido y el color es como pueden ser evocados los Ángeles de Netzach. El adorador de un dios, en esta esfera, entra en comunión con él, por medio de las artes. Aquí nos relacionamos con la función de polaridad, la cual contiene mucho más que el sexo, tal como corrientemente se lo concibe. A este respecto es importante hacer notar que Venus, o Afrodita según su nombre griego, en absoluto es una diosa fecunda como lo son Perséfone y Ceres, sino la diosa del amor. Ahora bien: en el concepto de vida de los helenos, el reino del Amor era mucho más vasto que la relación entre los sexos, pues comprendía la camaradería de los soldados y la relación entre maestro y discípulo.
En cuanto al arcángel Haniel, señor de esta Séfira, su nombre significa "Concédeme, Señor". Lo relacionan con el ángel que transportó a Enoc a los cielos. Haniel, como regente del coro de los Principados, simboliza la belleza, el placer y la amistad que te sostiene. Tiene el poder de hacer fructífero lo que antes no era así, nos sirve para cambiar estado de tristeza, ansiedad y preocupación para convertirlos en felicidad y en Paz.
Tiene poder sobre el orden social de los seres humanos, y sobre el equilibrio entre los seres humanos y las especies inferiores. A él le debemos los sentimentos, las emociones y la devoción, así como el nacimiento de la humanidad como la conocemos ahora. Influye directamente sobre los signos de Tauro y Libra.
Haniel rige el centro emocional del cuerpo, el centro de las pasiones... Gobierna las energías manifestadas como "materia", base para la manifestación del deseo. Representa la sexualidad como pasión, manifiesta su fuerza en las caderas, y se relaciona con el chakra sexual, Swadisthana, cuyo desafío es conectarse a otros sin perder nuestra identidad, y cuyo deseo es expandirse libremente, así como el movimiento y el cambio.
Se dice que Haniel tiene el poder de hacer fructífero lo que antes no era así, y que es especialmente importante para que la Humanidad logre hacer la transición que aparentemente ya está necesitando... Nos ayuda a reconocer y llenar los vacíos de nuestra vida desde nuestro interior, en lugar de desear que se llenen desde fuera. Es invocado contra las fuerzas del mal, simboliza los placeres personales e intelectuales, y ayuda a resolver los problemas de amor.
La virtud que gobierna Haniel es la generosidad; los vicios que combate son la lujuria y la impureza. Su símbolo es una estrella de ocho puntas y su color, el esmeralda. Activando este Sephiroth podremos adquirir una mayor generosidad, comprensión y talento para fomentar las mejores relaciones humanas, para obtener una sexualidad plena, y también para ampliar nuestras posibilidades de creatividad y de desarrollo artístico. Finalmente, con él podemos estimular y desarrollar el amor.
¡Gracias de veras, Leire, por el esfuerzo! ;-)
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