Cuando yo era muy jovencita, escuché como mil veces la frase "Dios escribe recto con renglones torcidos".., y la verdad, entonces no fui capaz de vislumbrar hasta dónde llegaban sus más íntimas implicaciones. Ahora, que soy algo más madura (eso dicen, jajaja), sí que sé y siento que el mundo espiritual se revela de formas a veces inesperadas y maravillosas.
Eso me ocurrió ayer, cuando una buena amiga y cliente que me estaba enviando reiki a distancia... Ella me hizo recordar (por algo que pudo visualizar a partir de una petición que yo le había hecho), una suceso importante que prácticamente tenía ya olvidado... Me es imposible relatar aquí, en abierto, de qué trata el asunto en cuestión: basta con mi palabra, y con la certeza de mi palabra. Os aseguro que la cosa fue increíble. Ella me visualizó a mi, en una teórica vida pasada que yo había visto bajo hipnosis, hace ya mucho tiempo. ¡Increíble! No se lo explicaba pero, en cuanto me lo contó, supe exactamente lo que ocurría, y por qué se le había revelado eso mientras me mandaba reiki a distancia.
Muchas veces sentimos que no avanzamos en nuestras vidas... Es como si hubiera toda una larga serie de obstáculos que nos aprietan el gaznate, o el corazón, y que parecen obstaculizar constantemente nuestros planes, sueños y proyectos. Hay muchas razones que pueden explicar este fenómeno, pero sobre todo una muy escurridiza y curiosa, de la cual nunca antes había hablado aquí. Se trata de los "acuerdos de almas": un impedimento que puedes ignorar hasta tal punto que te parezca una alucinación o cosa de fantasía.
¿Qué es un acuerdo de almas? Bien, entramos en un terreno complejo y profundo. Muy, muy profundo... Para resumir, digamos que se trata de un compromiso: del tipo y del nivel que sea. Es un acuerdo espiritual que genera unos votos, y que en muchos casos pueden trascender a la muerte. Así es, como lo oyen: pueden trascender a la muerte, ¡y de hecho lo hacen a menudo, casi siempre! Si ponéis "acuerdo de almas" en el buscador, van a saliros mil y una entradas, casi calcadas las unas de las otras, copiadas hasta el infinito y más allá... Yo voy a tratar de ser un poco más original, y a explicarlo, además, de una forma clara y sencilla.
Usted puede haber sido un soldado, o puede haber sido una monja. Usted puede haber sido una esposa, o quizá un hermano que perdió a otro hermano por circunstancias de la vida... Bien. Todo esto, suponiendo que la teoría de que vivimos muchas vidas, y que reencarnamos como personas en múltiples ocasiones (por sólo mencionar cuando lo hacemos como personas) sea cierta.., cosa sobre la cual no me pronuncio en estos momentos... Vamos pues a trabajar como si todo esto fuera un juego: nada más que una hipótesis, que puede ser cierta o no, claro está.
Si usted ha sido un soldado, puede haberse comprometido en esa otra vida de una forma muy íntima con su país o con su patria... En el caso de la monja, puede haber firmado (física y/o espiritualmente) votos de castidad o de pobreza. Si se ha casado, ha admitido un compromiso de fidelidad y asistencia hasta la muerte (o incluso más allá); y si ha perdido a un hermano, puede haberse jurado a sí mismo que no cejaría hasta proteger al más débil, o que daría su vida por alguien más necesitado, dado que en una vida anterior no pudo hacerlo; cosas así. El compromiso es fuerte, muy fuerte: si sus votos han sido poderosos, el acuerdo puede trascender no una, ¡sino varias vidas! Normalmente se trata de decisiones serias, muy serias, y el que firma el compromiso no puede liberarse de ellas, hasta que ocurre algo.
Algo que necesariamente ha de ser brusco, dramático y trascendental.
Este "algo" pueden ser muchas cosas... Puede que el acuerdo ya no tenga sentido, que el compromiso que existió en su momento tenga que ser necesariamente rescindido porque alguno o todos los implicados han aprendido la lección que tenían que aprender; o porque quizás van a pasar a otra fase de su desarrollo espiritual, y el citado acuerdo anterior ya no les sirve...
Sin embargo, en otras ocasiones la cuestión está caduca pero no podemos desprendernos con facilidad del "voto". ¿Por qué? A lo mejor, porque la otra/o las otras almas implicadas, que no se encuentran aún en esa fase del proceso, se resisten a "dejarte ir". Quizá simplemente por tu propia ignorancia: no conoces la naturaleza ni el motivo de tus votos, ni cuándo fueron creados, ni bajo qué circunstancias, ni por qué. En tal caso, es posible que ni siquiera tengas idea de lo que te está pasando, y aunque el compromiso te limita y te duele, impidiéndote realizarte tal y como tu alma querría, tú no lo sabes.., ¡ergo, no puedes resolver el dilema!
Hay gente que defiende a capa y espada su territorio, su pueblo, su nación, porque quizá en otra vida ha sido soldado y juró llevar hasta la muerte este compromiso. Hay personas que profesaron como religiosas y ahora no son capaces de llevar una vida sexual completa, o de disfrutar de los dones de la prosperidad y la abundancia (porque en su momento firmaron votos de pobreza y castidad que aún les retienen). Hay gente que contrajo matrimonio con alguien a quién amó de veras, y ahora no es capaz de desprenderse de esa persona aunque esté con otra, o le cuesta mucho dejar la relación atrás porque firmó una especie de "matrimonio místico" que le ató a través de la muerte y que sigue vigente. Y no: no es una alucinación lo que escribo, y les aseguro que tiene mucha mayor trascendencia de lo que creen. Están por ejemplo los que dejaron morir a un hermano (o no pudieron evitar que falleciera) y ahora se sienten ligados a la persona que reencarnó, no ya como un hermano, sino como una madre, jefe, pareja, amigo.., de una forma automática y misteriosa, y no saben qué hacer porque siempre, en todo momento, es como si se vieran "impelidos" a tratar de consolar, atender, servir o ayudar a esa persona. ¡Constantemente! Entre mis clientes hay varios casos que parecen obedecer a este fenómeno...
Y luego está el asunto del perdón. Curarse y ser feliz requiere otro tipo de compromiso, distinto al que estoy explicando: requiere vivir en el presente. Las heridas del pasado son como agujeros en nuestro campo energético: producen una serie de "fisuras" por las cuales, literalmente, "se nos va la fuerza" y hasta la vida. Si uno se siente víctima por algún suceso del pasado (que conoce o no), o tiene miedo al cambio (¡dejar de ser una víctima es uno de los mayores cambios que uno puede dar en la vida!), permanece permanentemente anclado en el pasado y no recupera la energía vital que está perdiendo en ese asunto ya muerto. Esto es una considerable fuga energética: el negarnos a perdonar a una persona o evento del pasado lo provoca. Ya digo: podemos estarlo haciendo consciente, o inconscientemente (en ambos casos, la fuga energética es la misma).
Ser víctima de otro es una ilusión, igual que cualquier cosa que ocurre en el mundo material. Así que si te sientes víctima y, por ello, no eres capaz de perdonar, estás perdiendo el tiempo y, lo que es más importante: tu energía. Quítate de la cabeza que alguien te ha hecho algo, y quítatelo lo más rápido que puedas, porque si no lo haces, vas a estar eternamente repitiendo la "escena del crimen" por el cual te consideras tan ofendido/a. ¡Nada dura eternamente!
Ni siquiera los contratos de alma.
Mantenerse en un compás de espera, esperando que el problema se solucione por si solo, es muy fácil.., pero tampoco resuelve nada. Puedes intentar convencerte a ti mismo/a de que estás esperando el mejor momento para actuar, pero no es así. Simplemente, tienes miedo al cambio, y a lo que pueda traerte ese cambio. Toda sanación requiere hacer modificaciones en el estilo de vida, en las relaciones y en el medio ambiente, y eso suele asustarnos mucho.., ¡pero es imprescindible! El cambio, en ocasiones, significa renunciar a algunos de los "acuerdos de alma" a los que más apegados estamos. Por ejemplo, a un antiguo y maravilloso amor de otra vida. Se siente como si se perdiera todo, como si hubiéramos de renunciar a una parte de nuestra alma. Sin embargo.., ¡es tan, tan necesario!
El árbol de la fotografía, para mi, es como un símbolo de los Registros Akáshicos, que permiten conocer todos nuestros "acuerdos de almas", el por qué de nuestras relaciones kármicas, y las consecuencias de las decisiones y hechos que se produjeron en el pasado... Renunciar a ciertos acuerdos de almas quizá sea necesario para encontrar ese trabajo que buscas, conseguir el sueldo que sabes que mereces, establecer tu relación soñada, tener un hijo, o alcanzar cualquier otra meta que te hayas propuesto en esta vida. ¡No te auto boicotees en función de vínculos no vigentes, compromisos rotos, acuerdos que ya no tienen ninguna importancia, alianzas que no te llevan a ningún lado en el hoy por hoy! Bien sé que es difícil, pero el dolor ata los nudos con fuerza en torno a las almas (aún más que el amor). Si eres capaz de ver cualquier acto doloroso como un proceso más de la vida, en lugar de como una traición personal, volverás a sentir el flujo de la energía cabalgando a través de ti, y podrás recuperar tu poder :-).
Si ni aún así puedes librarte de tus compromisos, de tus "contratos de alma", y sientes que el bloqueo es imposible de tolerar por un instante más, si te sientes bloqueado, paralizado e inerme, pero no tienes ni idea de lo que te pasa, aquí te posteo una meditación con el arcángel Miguel, que dicen que funciona muy bien, y que he encontrado en el blog de Shurya:
“Yo te perdono por todas las energías/pensamientos/acciones pasados, presentes o futuros, en esta realidad o en cualquier otra, que hayas proyectado hacia mí y que no resonaban con el Amor Incondicional.
Yo te pido perdón por todas las energías/pensamientos/acciones pasados, presentes o futuros, en esta realidad o en cualquier otra, que Yo haya proyectado hacia ti y que no resonaban con el Amor Incondicional.
Por medio de este acto rompo cualquier acuerdo, pasado, presente o futuro, en esta realidad o en cualquier otra, que no sirva a mi bien mayor”.
Libérate, y libera a todos cuantos te has apegado... Las relaciones kármicas son así, pero siempre hay solución al respecto. El alma es libre, ¡libre!, y todo lo que se aleje de esa realidad primordial, es algo que no te permite crecer.
¡Espero que os haya gustado! ¡Un beso!
5 comentarios:
Que entrada de tu blog la del día de hoy Andrómeda! Te volaste la barda! Ya había yo escuchado de estos contratos que "firmamos" desde vidas pasados o en esta misma vida para una próxima y que nos hacen actuar de cierta manera sin tenerlo consciente.
Recuerdo que cuando me leíste los Registros Akáshicos me dijiste que hay un hombre como de mi edad, de mi pasado que me está esperando y que me va a esperar toda la vida... Ufff eso me suena a un acuerdo/contrato de otra vida o de esta!
Y yo a veces también me pregunto porque actúo de tal o cual forma, porque no puedo cambiar o dejar cosas atrás que me limitan en mi actuar y he pensado que tiene que ver precisamente con esto, con lo dicho y hecho en vidas pasadas.
Hay mucho que hacer y que deshacer para seguir nuestro camino...
Gracias por la info, de verdad Gracias!
Luz
Gracias wapa, me alegro que te guste (y sobre todo, ¡que te sirva!). Y es cierto que vi aquello en tus Registros Akáshicos, ¡me acuerdo perfectamente, qué pasada! Yo también creo que es algo así lo que te pasa, a veces parece que hacemos cosas incomprensibles, pero no, ¡es que no sabemos las implicaciones espirituales de las mismas!
Un besote, linda, ¡me alegro de leerte, como siempre!
Y justo cuando necesitaba "un empujoncito" apareció tu blog! Dicen que no hay casualidades! en fin! gracias por esto!! un beso!!
Hola Fatima, antés que nada un muy bien dia.....
Respetando cualquier punto de vista respecto al tema, me cuesta trabajo creer y entender que una persona haya tenido otras vidas, y que esto a su vez, repercute en nuestra vida actual. Si creo en el llamado "Acuerdo de Almas" -eso que ni que-, pero desde la perspectiva que nuestra alma es única e intransferible, por así decirlo.
Un cordial saludo y gracias por compartir esta información....
armando.
Hola Armando, muy buenos días! Mira, a mi me interesaría mucho que nos explicaras cuál es la concepción que tienes tú.., me encanta enriquecerme con los aportes de las experiencias y/o creencias de otras personas. ¡A ver si te animas a contarlo! Un saludito desde Madrid.., un abrazo!
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