Como le decía el otro día a mi madre, "es complicado". ¡Por Dios, que sí que es complicada la cosa!
Todo esto que está pasando.., la "crisis", los mayas, los papas, el fin del mundo... Todo, todo es muy complicado, y no obedece a una única y verdadera realidad. ¡Que lo sepáis, por si hay alguno que se asusta o que sigue buscando conspiraciones, la mayor conspiración del mundo es el alma del ser humano, porque estamos encarnados y el más santo peca, como dijeron, "setenta veces siete"!
Si algo me ha enseñado el proceso de evolución que sigo, es a no dar nada por supuesto. Porque, como reza la publicidad de las películas de una curiosa cadena de TV española, "no te fíes del sheriff: en ocasiones, los indios son los buenos".
He visto mucho de todo, y en cantidades inmensas, y de todos los colores. En el mundo de lo holístico, más todavía. Pues sí, señores: en el mundo de la espiritualidad, parece que todos tenemos que ser (y de hecho somos, jajaja), "grandes maestros". Yo lo explico porque parece que es el signo de los tiempos: todo el mundo quiere llegar tan lejos y tan alto como puede (y me parece bien, qué carallo). El problema es que, en el proceso de "en llegando" (que diría mi abuelo), la cosa que mola, la fetén, la que da prestigio, honor y gustito, parece ser que es la de competir con el prójimo, y vencerle.
¡Y ser mejor maestro, más alto, más grande, más fuerte, más molón que el tuyo, porque es lo que toca!
Ya lo decía el otro día mi santo: "odio a los deportistas". Le conozco, y no es que odie a los deportistas en sí, qué va. Lo que odia es la, al parecer, autoimpuesta competividad que no sé a dónde carajo se supone que va a llevarnos. El otro día me llamó mi amiga Sabina (ésa sí que es vidente, y no la Rossner), la cual cada vez que abre la boca dicta sentencia, y me dijo: "que vengo a decirte que lo que piensas de esa persona es cierto, y que la gente tiene mucha envidia, y que lo de la crisis, en vez de hacer a la gente mejor, lo que está provocando es que el personal desee que le vaya mal al de al lado, lo peor posible, para así sentirse menos miserable".
Dicho y hecho: como siempre la clavó, la criatura... No comprendo bien por qué derivamos en este rumbo incierto, cuando la crisis (ésa que dicen que existe, los sabios y entendidos) es una oportunidad de oro para liberarnos. ¡Para aprender a controlar y a dominar nuestro Ego, para enfocarlo hacia el bien común, que falta nos hace! Pues nada: en lugar de esto, a joder al prójimo. A ver si somos más rápidos o más lentos, más tontos o más listos, más espirituales o más terrenales, más ricos o más pobres, más sabios o más tontos, más afortunados o más gafes. Eso, por no entrar en el terreno de las propiedades: mira qué casa tengo, pues yo tengo un chalet, mira qué hijos tengo, pues yo tengo un perro de raza, mira qué coche tengo, pues yo me voy de viaje a Miami...
... Y así, hasta la Eternidad, y aún más allá, como decía el vaquero de los dibujitos.
A mi me la trae al pairo que me envidien. Cada uno es libre de hacer lo que quiera. Es una pérdida de tiempo, y otra mucho más grande, intentar superarme. ¡Sobre todo, porque siempre hay alguien mejor que tú, y en mi caso, debe haber lo menos 150.000 millones! Estamos mu tontos, como dirían en la Mancha, y parece que en nuestra casa no hay botijo. Cuando es algo cierto y hasta medible lo poco con lo que puede llegar a ser feliz una persona: con poco más que un botijo, quizás un gato, una docena de libros, y un pan que llevarse a la boca.
Pero no: en vez de tomarse la crisis ésa como una oportunidad para tomar conciencia, nosotros a joderla y a seguirles la corriente a los que tratan de dirigir el cotarro (y digo tratan porque tampoco lo dirigen, qué va). En vez de sentir compasión, de ser asertivos, de tratar de ser amables con el prójimo, de establecer relaciones de tú a tú, de preocuparnos por dar en vez de por qué nos dan.., ¡qué va! A observar con detenimiento si hay algo del de al lado que nos mole, para intentar quitárselo, aunque sea por la fuerza. A ver si engañamos y conseguimos éste o aquél conocimiento, bien, servicio, beneficio, etc.., con el menos esfuerzo y al más módico precio. En vez de entregar con generosidad, a racanear cada vez más (mírate tu propio ombligo, en qué estás restringiendo lo que entregas a tu hermano, y deja en paz a la Merkel). Y los que se autodenominan espirituales, porque a lo mejor es cierto que están en búsqueda, ¡hala! A presumir porque yo tengo segundo nivel de reiki por la línea bantú y tú no; a coleccionar cursos y terapias como el que colecciona monedas de a un real. Vamos a ver si Perengano es mejor maestro que Zutarana, que dice que ha traído una técnica del lago MachuPichu que es la leche, oigan, y te saca hasta los intersticios de las células. ¡La bomba, el colmo de la idiotez y de la locura!
No sé bien a dónde nos lleva todo esto, no... Yo desde luego me aparto: sigo mi propio aprendizaje a mi ritmo, que es el que quiero, y a la gente que me viene, procuro ayudarla lo mejor que sé. No he desterrado el Ego, en parte porque estoy segura de que es una de las herramientas de las que se nos ha dotado para cumplir la misión y el papel, sea cual sea, que hemos venido a hacer en esta vida. Pero de ahí, a dejar que el Ego nos domine.., ¡hay una gran cabalgada, oigan!
Mientras sigamos siendo "coleccionistas", o más bien, "consumistas" de lo que sea (de la bici, de la montaña, de lo espiritual) como lo hemos sido de la ropa, los consumibles informáticos o los automóviles (mejor no hablar de los pisos, que en este país es lo que más cerca toca), ya podemos irnos olvidando de ningún tipo de liberación, ni particular, ni de forma colectiva. Lo que importa no es el continente, es el contenido: la materia es maravillosa, pero lo más importante es el Espíritu que reside en su interior. Así que ya no disfrutamos de nuestros hobbies, ni de nuestros aprendizajes espirituales, ni de nuestra maternidad o paternidad, ni de nuestro trabajo, ni de nuestras casas.., ¡ni lo más importante, de nuestra salud, libertad y vida! Nos hemos convertido en meros coleccionistas de la realidad.., una realidad que se nos escapa y que se convierte en "crisis" cuando no queremos aceptar que la culpa es nuestra, solo nuestra.., y que únicamente en nuestras manos se encuentra la solución.
En fin.., voy a ver si organizo el próximo curso de reiki, que yo sí que trato de disfrutar con mi trabajo... ;-)
¡Besotes, y no os dejéis engañar.., que luego salen los falsos maestros de Kung Fu matando prostitutas, y cosas por el estilo!
P.D: la foto es mía, del finde pasado en la Sierra.., y ésos son "botones de oro", por lo de la "oportunidad de oro de la crisis" del título...
2 comentarios:
Gracias guapa, últimamente tengo un poco de lío con lo del ego y me has ayudado a aclararme un poco, como siempre, jajajaja
Me interesa lo del Reiki, mándame info al mail si puedes.
Abrazotes energéticos!!
Me alegro mucho! Verdaderamente, lo del ego es complejo, sí... Muy, muy complicado, aunq no lo parezca!
Claro! Te mando la info... Un besote!!
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