El otro día, asimismo, me enviaron un power point al correo, que se titula "La mujer con alma de león".
Ahora sé perfectamente quién soy. No dejaré que nadie me manipule.
Este texto, que he extraído del citado pps., está dedicado especialmente a Acuario46, forera de astro.com, pero también a todas las mujeres que, como ella, han sabido protegerse del peor enemigo que tenemos: nosotras mismas.
Hoy, a día 26 de julio de 2010, Día sin Tiempo, Luna Llena, me prometo a mi misma que abandonaré o aniquilaré, si es preciso, a cualquiera que trate de someterme de palabra o de obra, sea cual sea el medio que trate de utilizar contra mi Soberana Voluntad.
... Palabra de Diosa. ¡Así sea!
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"En 1997, Waris Dirie escribe su primer libro, su autobiografía, "La flor del desierto", que publicó en Nueva York.En el segundo libro, año 2002, "Amanecer en el desierto", describe su viaje.
En su tercer libro, 2005, "Niñas del desierto", habla del día que rompió el silencio, sus contratiempos y sus éxitos.
Su cuarto libro salió publicado en 2007, y se titula "Cartas a mi madre". Según dice Dirie, "éste es mi libro más intimista. Hay heridas que tardan en cicatrizar. El deseo de ver a mi madre de nuevo, de olvidarla.., fue intenso. Tuve que darme cuenta de que el amor y el sufrimiento están muchas veces conectados. Trabajar en este libro fue doloroso, pero una experiencia realmente necesaria para mí".
"Nací en el desierto de Somalia, no sé la edad que tengo, lo único que sé es que cada día es nuevo. ¿33, 36 años? ¡Qué más da! En el desierto no hay papeles, ni falta que hacen. El desierto fue mi hogar durante toda mi infancia, yo pastoreaba el rebaño de cabras y camellos de mi padre".
"Lo peor era estar descalza, con el suelo erizado de piedras. No podíamos pagarnos unas sandalias. ¡Cómo me sangraban los pies! No teníamos nada: ni casa, ni agua; éramos nómadas.., pero teníamos el rebaño, y a nosotros mismos".
"¡Estábamos bien! Unidos: mi madre, mis hermanos, mi padre... Mi padre me pegaba, pero él mandaba. Era un hombre fuerte, alto, sólido. Guerrero. Pero debo decir que años después, cuando estaba sola en Nueva York, habría preferido mil veces un bofetón de mi padre que aquella soledad".
"Llegué a Nueva York por un milagro: cuando tenía 13 años me escapé. Mi padre iba a casarme con un viejo de 60 años, porque le daba 5 camellos. Yo era especial, rebelde. Las niñas son educadas para trabajar y ser ofrecidas en matrimonio. Eso quieren los padres para sus hijas".
"La madre se preocupa de que su hija sea pura, limpia, virgen y, por eso, la mía a los cinco años me llevó a la ablación, por amor a mí. ¡Y yo, claro, quería ser "pura y limpia"! En Somalia se practica la ablación más severa: se extirpan clítoris y labios menores de la vagina. La herida se cose dejando sólo una abertura del diámetro de una cabeza de cerilla, para la orina y la menstruación. Mi hermana murió desangrada.., y yo, desde aquel día, supe que nada podía destruirme. ¡Sólo temo a Dios, Alá es ya el único que puede hacerme daño!"
"Cuando empecé a hablar sobre la ablación en Estados Unidos me sentí muy culpable, porque estaba criticando la cultura de mi familia amada... Hoy me dedico a conseguir medios para formar maestros en Somalia, educar a las niñas, a las madres... Lo he logrado con la mía. Veinte años después de escaparme de mi casa, he vuelto a Somalia".
"Me reencontré con mi madre.., y ya piensa como yo. ¡Hay esperanza!"
"Para escaparme crucé un desierto. Una mañana desperté con un león ante mí, con su enorme melena. Le dije "Devórame, estoy preparada". Pero se fue. Ese día supe que Alá me reservaba para algo.., y sucedió que encontré a una tía mía que estaba casada con un diplomático somalí destinado en Londres, y pedí que me llevaran allí como criada. ¡Nunca antes había visto hombres blancos!"
"Me preguntan si cambiaría algo de mi cuerpo, si mis piernas están arqueadas, pero no: las agradezco, porque son hijas de mi malnutrición infantil y ellas me recuerdan quién soy. La única hermosura que valoro es la del alma. Debemos dar gracias por estar vivos".
"Hoy no me falta de nada. Pero cuando veo el agua que se va por el desagüe al ducharme, me desespero. ¡Lo que harían en el desierto con cada gota!".
"Con el tiempo volví a ver a mi padre; le habían robado su rebaño y operado de los ojos con un cuchillo en el desierto. Quedó ciego. A aquel hombre tan poderoso y fuerte lo vi ahora frágil y desvalido. ¡Pero aún con la cabeza alta! Cuando nos despedimos me confesó: "Tú eres como yo". ¡Mi padre estaba orgulloso de mí! Y lloré...".
"Waris Dirie se reencontró con familia después de 22 años. En el viaje de regreso, atravesando el desierto, quiso detenerse a recoger a una señora que caminaba con los pies ensangrentados. El chófer respondió: "No te preocupes; es sólo una mujer". Tras alcanzar el éxito en las pasarelas, el cine y la moda, Dirie recorrió África como embajadora de Naciones Unidas, y consiguió que 15 países penalicen la mutilación femenina. Ha creado la fundación Desert Dawn para luchar contra esta violencia".
"Dirie ha escrito varios libros sobre su vida y recorre el mundo en una batalla sin descanso contra la ablación, pero asegura que, hoy por hoy, su única meta "es lograr la paz, el amor y el respeto que siempre he buscado", unos valores que "exijo al mundo, para mi y para todos".
"Hoy se dedica a su hijo Aleeke, de 13 años, y a su gente. Cuesta sostenerle la mirada: es la mirada omnipotente de un león".
1 comentario:
conozco su vida y trabajo" almenos lo ke a contado.........."
impresionante!!!!!!!!!!
el alma de esta mujer.
besituuuus
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