"Todos nosotros podemos quedarnos atrapados en las proyecciones de películas, hechas por nosotros mismos, sobre las situaciones y personas que nos rodean. Esto se produce cuando no somos totalmente conscientes de nuestras propias expectativas, deseos y juicios. En vez de responsabilizarnos y adueñarnos de ellos, tratamos de atribuírselos a los demás. Una proyección puede ser diabólica o divina, inquietante o reconfortante, pero al fin y al cabo se trata de una proyección: una nube que nos impide ver la realidad tal y como es. La única salida consiste en reconocer el juego. Cuando encuentras que surge un juicio respecto a otro, dale la vuelta. ¿No se refiere a ti, realmente, lo que ves en otros? ¿Es clara tu visión, o está nublada por lo que quieres ver?
(...)
Cuando estás enamorado, la persona parece hermosa; no hay comparación. Cuando odias, te resulta la más fea, y nunca llegas a ser consciente de cómo la misma persona puede ser lo más feo y también lo más hermoso.
Así que la única forma de alcanzar la verdad consiste en aprender cómo ser inmediato en tu visión, cómo desechar la ayuda de la mente. Esta colaboración de la mente es el problema, porque la mente sólo puede crear sueños... Debido a tu entusiasmo, el sueño empieza a aparecer como realidad. Si estás demasiado entusiasmado estás ebrio, dejas de estar en tus cabales; entonces, cualquier cosa que veas va a ser tu proyección. Y hay tantos mundos como mentes, porque cada mente vive en su propio mundo".
Osho, Hsin Hsin Ming: "El Libro de la Nada"
No hay comentarios:
Publicar un comentario