Hoy ha sido fascinante... Hemos estado 3 horas sin luz en la oficina. Pero me ha servido, curiosamente, para que alguien, mi jefa, me hablase largo y tendido sobre la luz.
He llorado un poco. Dulce y cálidamente, sin vergüenza y sin angustia.
He llorado un poco. Dulce y cálidamente, sin vergüenza y sin angustia.
Una mujer curiosa, con sus defectos, claro.., con un Gran Trígono de Fuego que la lleva por la vida medio poseída. Con Plutón en Cáncer en la Casa X, en una muy buena posición celeste. No es la primera vez que discuto con ella o que me hace algo que considero una puñetería, pero eso ahora no importa nada. Porque ella murió, y volvió a nacer. Escucharla contar su historia es increíble.
Viajó por toda Sudamérica, y por los Estados Unidos, gran parte de su vida. Conoce México (donde vivió largos años y tiene muchos amigos) como la palma de su mano. Con 38, sufrió un terrible accidente de coche. Le destrozó el rostro, la mandíbula. Allí ella supo que se moría. Sábado de Gloria. Sintió, según sus propias palabras, una paz como jamás ha vuelto a sentir. Vio la famosa luz, y sonrió. Supo que su conciencia ya no pertenecía a su cuerpo. Un chorro de sangre inundó su boca, y sólo le salvó la vida la prontitud con la que la llevaron al hospital sus amigos mexicanos.
No he querido preguntarle quién murió en el accidente... Simplemente, creo que murió alguien a quien amaba. Lo siento, lo sé. Pero por pudor no le he preguntado hoy. Ni creo que lo haga más adelante.
Ella, espontáneamente, me ha contado su historia. Han sido dos largas horas de exposición, porque yo hablaba poco o nada. Y se lo agradezco. Ella lo necesitaba. Y sé que yo también.
Un largo calvario de operaciones de reconstrucción la esperaba... Una dolorosa y terrible rehabilitación, una desubicación al estar en un país que no era el suyo. Problemas económicos debido a que no tenía seguro ni trabajo para hacer frente a todo aquello. Un viaje a Guatemala, con los mayas, casi iniciático. Pero antes, la experiencia: la experiencia suprema.
Cuando se miró al espejo, de vuelta ya del hospital.., en ese momento, se "vio".., pero desde fuera, desde un costado. Se vio a sí misma, según cuenta, como muy pequeña.., como si su cuerpo, su ego, su personalidad, lo que de ella vemos ahora, fuera su hijo, un niño que hubiera parido alguna vez. Sintió, según sus palabras, un amor como jamás había sentido. La necesidad de proteger, amar y cuidar a ese hijo que era ella, a esa parte de ella que no era ella totalmente, pero que, como un hijo, la pertenecía.
He oído hablar de la luz, del famoso túnel.., de las apariciones. He oído y leído muchas cosas. Pero nada me ha impactado hasta el momento como estas dos horas de revelación, de escucha de su experiencia vital. Porque ella, ya, no teme a la muerte. Cree firmemente, a pesar de ser una mujer muy racional, que no hay dolor, que hay paz, que hay luz ahí. Su padre falleció recientemente, y a él le consolaba con esa conciencia que tiene de haber vuelto, prácticamente, desde el otro lado.
Sábado de Gloria, ella murió al mundo; se sintió mor¡r, y así lo dice: como un baño de sangre fue su muerte. Domingo de Resurreción en México: el despertar. Como Jesucristo.
Lo que estoy viviendo personalmente.., lo que experimento a través de todos los seres que me rodean.., simplemente, no encuentro palabras para explicarlo. Como esta narración de un relato que ha venido a mí sin yo pedirlo.
Una sincronía. Yo, que a punto estoy de embarcarme en una sesión de regresiones, cortesía de una amiga (una de las mejores personas que he conocido nunca); yo, con un ego tan grande siempre.., que he debido abrirme a la fuerza a los demás para conocer todas estas cosas; yo, que persigo el secreto de lo que me une al amor, a la vida, a la libertad del ser verdadero.
Si tuviera que contar las sincronías que me ocurren, numéricamente.., no habría computador en el mundo capaz de anotarlas todas.
2 comentarios:
Hay personas que tenemos la gran suerte de cruzarnos en nuestro camino, que son de una importancia esencial (aunque todas las personas que nos cruzamos son importantes, algunas dejan una huella más profunda en nosotros), para que comprendamos ciertas cosas, que de otra manera nos sería muy difícil comprender.
A pesar de ser casi una ermitaña, me considero afortunada en ese sentido, porque he conocido a muchas personas que han sido esenciales para mi progreso, y sin las cuáles, no sería lo que soy hoy, aunque no soy más que una brizna de hierba en un campo muy extenso.
Hay personas que son como luces en una senda oscura, seguramente, algo así es tu jefa :)
Sobre el ego, que veo que es un tema candente en tu vida, hace un tiempo estaba muy preocupada por él, quería combatirlo a toda costa y como fuera... ahora ya no. He entendido que para luchar contra algo, primero hay que comprenderlo y al comprenderlo, aceptarlo... una vez aceptado, seguramente ni siquiera haya que luchar contra él, porque al sentirse aceptado, necesitará expresarse menos, al no tener que combatir contra alguien que lo quiere eliminar.
Y además, hemos de tener en cuenta, que el ego es una parte de nosotros. ¿Qué sería de nosotros sin esa parte de reconocimiento propio frente a los demás?
Sobre las sincronías, las llevo experimentando hace años y con el tiempo se convierten en algo fascinante, porque cada vez ocurren cosas más complicadas y que parecen casi mágicas... seguramente lo son.
Hay un libro de Chopra, SincroDestino, que tiene algunos detalles interesantes acerca de este tema.
Un abrazo, Andrómeda y que encuentres mucha luz :)
Hola de nuevo, Reina de las Nieves:
Dicen algunos que los seres humanos tenemos siempre un alma gemela, y luego multitud de almas amigas que nos acompañan siempre en este devenir cotidiano de la existencia.., bueno, no tengo muy claro yo ese concepto, y ni muchísimo menos puedo demostrarlo. Pero tampoco lo descarto, por ser como soy.
Sin embargo, la importancia de determinadas personas en la vida de cada uno, es un hecho incuestionable. ¡Sin ellos no seríamos quienes ahora somos!
No: mi jefa no es una luz. Ella es una niña perdida que anda a tientas en medio de una gran oscuridad, por el contrario. Alguien que obtuvo mucha fuerza en algún momento dado, que se ganó el impulso bendito de la suerte.., pero que olvidó en el proceso de dónde ha venido. Quizá en estos momentos le toque recordar.
El ego.., con una carta tan polarizada como la mía, hacia el este, hacia el amanecer del Sol.., pero tienes razón. Meditaré tus palabras, ¡porque me parecen tan acertadas!
Oh.., si la magia es la fuerza del amor y lo que puede mover en nosotros, y no hablo metafóricamente sino de una forma muy física y real, creéme, ¡existe la magia!
Ummm.., voy a ver si encuentro esa obra de la que hablas, y hago una reseña sobre él en el próximo viraje de esta nebulosa mía, jajaja.
¡Igualmente, Reina de las Nieves!
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