El próximo fin de semana (fin de semana largo en España, ya que se celebra la Fiesta de la Constitución a nivel nacional) va a ser una fecha clave que no olvidaré fácilmente... Será para mi un importante punto de inflexión en mi búsqueda personal a través del estudio, formación y aprendizaje de Reiki (esa maravilla que nos ha ligado la tradición japonesa y que NO ES una mera técnica de imposición de manos). Como reseño en la foto de la entrada de hoy, los días 10, 11 y 12 de octubre se celebra en El Escorial (Madrid) el IV Encuentro Internacional de Gendai Reiki Ho. La importancia de este evento es enorme para todos los que estamos en relación con reiki y, sobre todo, con los linajes de enseñanza y conocimiento de esta técnica más antiguos y ancestrales.
Desde hace varios años, he podido ver como la práctica del reiki se ha ido transformando de manera importante desde sus orígenes en el Japón de principios del siglo XX. Las formas japonesas de Dento Reiki (literalmente, "Reiki Tradicional") se habían diluido sobremanera en otras formas más occidentales, actualizadas o, si se quiere, "adaptadas" a los usos y costumbres, así como a la forma de pensar europea y norteamericana... Pero en los últimos tiempos, las formas tradicionales han vuelto a resurgir, a cobrar nueva vida, por así decir, de la mano de grandes maestros de esta disciplina. Uno de ellos, y el más importante para mi dado que es la cabeza de la Gendai Reiki Ho, la escuela de reiki a la que pertenezco, es Hiroshi Doi. Con ya 80 años a sus espaldas, Doi pertenece a la tercera generación de un linaje de reiki que desciende en línea directa de Usui Sensei, el fundador. Actualmente es el presidente de la Gendai Reiki Healing Association en Japón, y éste es su último viaje a Europa por asuntos relacionados con la práctica y la enseñanza de reiki, dada su avanzada edad.
El gran aporte del maestro Doi ha sido la unificación del llamado "reiki occidental" y las técnicas más tradicionales de purificación y perfeccionamiento del sistema japonés. De hecho, Hiroshi Doi es miembro de la Gakkai (Usui Reiki Ryoho Gakkai), la escuela de reiki japonés más absoluta y auténticamente tradicional, que aún cuenta con unos 500 miembros en todo Japón y que es heredera directa del linaje de Usui. Gracias a sus años de estudio e investigaciones en profundidad acerca de las antiguas escuelas que aún perviven en Japón, Doi nos ha legado a los que seguimos su escuela un conocimiento que no se enfoca en un simple efecto terapéutico, como mucha gente cree, sino que representa una vía de autoconocimiento y desarrollo armonioso y global del ser humano en su búsqueda del equilibrio y de la paz interior, que el maestro Doi denomina Anshin Ritsumei (安心立命).
La verdad es que Reiki debe gran parte de su legado a muchos de los métodos meditativos y de búsqueda espiritual de la religión Shinto, así como del budismo esotérico o tántrico (Mikkyo) que se practicaban y se siguen practicando en el templo del monte Kurama de Kyoto... La vertiente terapéutica se fue añadiendo progresivamente al sistema, fundamentalmente bajo la dirección de Hayashi Sensei, que por ser médico militar de profesión, amplió considerablemente el estudio y la aplicación de Reiki en este sentido.
Siguiendo la vía tradicional, porque el espíritu me llamaba en esta dirección, he ido acercándome más y más a Japón durante los últimos años, hasta que, de alguna manera para mi, es como si me encontrara en un punto, mágico y perfecto, en el que hubiera "vuelto a casa". Es desde este lugar en mi interior desde el que pretendo transmitir a mis alumnos todo lo que me ha sido transmitido a mi (aunque la enseñanza prosigue y jamás acaba, perpetuándose día a día de la mano de los mejores maestros que, en diversas disciplinas, siempre tengo la suerte de poder encontrar en mi camino).
Y así pues, desde este profundo y particular lugar en mi corazón, quiero contaros algunas historias que sabemos acerca del origen: de la cuna, de la fuente.
Del monte Kurama, en Kyoto, siempre se ha dicho que es el hogar del "zorro de las nueve colas", el rey de los tengu, y que fue allí donde este personaje mítico enseñó esgrima al maestro de samuráis, el legendario Minamoto no Yoshitsune... Casi por estas fechas allí, cada 22 de octubre, se celebra el maravilloso "Festival del Fuego". Construido durante el periodo Nara, el monte Kurama está designado como Tesoro Nacional de Japón, y desde 1949 difunde su propia escuela de budismo esotérico, la Kurama Kokyo. El monte Kurama es, asimismo, conocido por sus impresionantes onsen (baños tradicionales japoneses), que en este caso se encuentran en su mayor parte al aire libre.
Dicen las antiguas tradiciones que los tengus (espíritus descendientes de Susanowo-no-Mikoto, el dios de la tormenta hermano de Amaterasu, la diosa Sol) de esta montaña son Yamabushis (monjes guerreros) de tez roja y nariz larga, habitantes de los pinos y los cedros, y muchos los consideran los fundadores de múltiples escuelas de artes marciales. Ellos son los que protegen a los guerreros en los combates, y los que inician y transmiten las artes marciales a las personas.
Desde el centro de la tradición japonesa que, de alguna manera, llevo dentro, me encuentro ahora mismo como si hubiera logrado completar y restaurar varios asuntos internos pendientes, muy trascendentales para mi espíritu... Este punto en el que me hallo lo he venido buscando sistemáticamente, confiadamente, enérgicamente, durante al menos los últimos 6 o 7 años de mi vida. Tengo que reconocer que no ha sido un camino fácil: muy al contrario, ha sido extremadamente arduo, severo, doloroso.., y si quiero ser fiel a la verdad, os aseguro que he estado a punto de darme por vencida en infinidad de ocasiones. Las trabas han sido muchas; las pruebas, enormes, tantas y tan fuertes, que mis pobres fuerzas no habrían bastado a superarlas si no hubiera contado con el apoyo y la ayuda inestimable de personas cuyas fuerzas, conocimiento, sabiduría, benevolencia y compasión superan ampliamente a las mías.
No tengo por qué mencionarlos: ellos ya me conocen, y se conocen a sí mismos...
Todos entre nosotros, en el fondo, sabemos quiénes somos. En honor a ellos escribo esto.
A la espera de este evento de Dento Reiki de gran trascendencia, en un lugar mágico y tan, tan especial como es El Escorial, os dejo con este cántico-mantra de un auténtico sacerdote yamabushi, que sigue la línea de los ascetas del Sugendo, los auténticos seguidores de la vía del budismo tántrico en Japón... ¡Espero que lo disfrutéis!
... Y que el pasado, el presente y el futuro se unan en una sola cosa.., como siempre ha sido, es y será.
Sed felices.., como yo lo soy :-)
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