Flipo: es que últimamente flipo con las personas a las que escucho hablar de trabajo y de dinero. He llegado a la conclusión de que más de uno y más de dos (eso por no decir todos, que parece mucho más drástico) tiene un problemón de narices con esta materia.
Parece como si el dinero fuera algo despreciable: yo es que no lo entiendo. Y del trabajo no hablemos: lo de la maldición bíblica nos lo tomamos, habitualmente, al pie de la letra. Pocas veces se escuchan decir cosas tales como "a mi es que mi trabajo me encanta", "disfruto plenamente con lo que hago", o "qué satisfecho estoy con mi labor". Del dinero siempre oímos que nos falta, que a ver si nos toca la lotería, que no es algo espiritual o que corrompe a la gente. Sigo sin entender bien el mecanismo que nos lleva a "demonizar" de tal forma tanto al trabajo como al dinero, y como ya he hablado unas cuántas veces sobre este asunto, no lo haré hoy. Pero sí que voy a contaros un caso específico (obviamente, anónimo) que muestra cómo los traumas y condicionamientos de otras supuestas existencias pueden influirnos en la mala relación que podamos tener tanto con el dinero, como con el trabajo.
El perfil es el de una mujer de mediana edad; profesional liberal, muy competente, empieza en una determinada época de su vida a tener problemas con el trabajo, hasta que la despiden. Desarrolla a raíz de ello una especie de "pánico escénico" al mundo laboral, no es capaz de encontrar nada que coincida con la categoría que le corresponde, y por debajo de su categoría, tampoco. ¡Pasa así 4 largos años! Acude a mi desesperada y angustiada porque por una parte tiene miedo a no volver a trabajar en su vida, y por otro lado, también tiene miedo a encontrar un trabajo que le suponga, según sus propias palabras, "más de lo mismo" (es decir, según me comenta, mucho estrés, mucha dependencia de sus jefes, situaciones en las cuales se le humilla o no se le reconoce su estatus, etc). Tampoco quiere ya condicionar la mayor parte de su tiempo a un trabajo que, afirma, le provoca muy pocos beneficios y bastante angustia.
Enseguida me doy cuenta de que está exagerando mucho la situación, porque sus anteriores trabajos sí que le han reportado evidentes beneficios (independencia económica, dinero disponible para llevar a cabo las cosas que realmente le gustan...). Extrañada por el sufrimiento que transmite y el rechazo hacia todo lo que implique trabajo (e indirectamente, hacia el dinero también, dado que me asegura que siempre, en todos las empresas en las que ha estado, ha cobrado muy por debajo de la categoría que le corresponde), le insinúo la posibilidad de tratar el tema con hipnosis, y acepta.
Tras unas cuantas sesiones, entramos en el ámbito de la regresión, que yo no había considerado como técnica válida en este caso, pero en fin... Y surgió una supuesta vida pasada en la que esta mujer era también una mujer que había perdido completamente el "estatus" que poseía en su ámbito familiar por desobedecer las órdenes del patriarca de la familia. A raíz de eso, había sido expulsada de su tribu, y se había visto obligada a vagar ejerciendo la prostitución y pasándolo realmente muy, muy mal, hasta que otra mujer de alto estatus de otra tribu quiso ayudarla, acogiéndola en su casa para que trabajara como criada (prácticamente como esclava), llevando a cabo las tareas más penosas y degradantes, por lo cual falleció repentinamente más o menos a la edad.., ¡que mi clienta tenía cuando perdió su último trabajo y se sumió casi en una especie de depresión!
Obviamente la envié al psicólogo (que para eso está), pero seguimos trabajando con reiki y regresiones durante bastante tiempo.., y yo creo que todo fue positivo, porque ahora mismo está al frente de su pequeña empresa y se encuentra mucho mejor con lo que hace.
Pero lo curioso del tema es cómo todo concuerda: en su vida actual, ella ha sido muy dependiente de la figura de su madre, que prácticamente parece un calco de la mujer que en esa supuesta vida "la acogió". Sigue presentando (cada vez menos) un rechazo casi patológico ante la autoridad patriarcal de los hombres (y no soporta prácticamente que le de órdenes un jefe), y ostenta unas dificultades muy grandes para elevar su nivel de vida y su estatus.., como si el trauma del pasado se le hubiera quedado, de alguna manera, "enquistado", y no fuera capaz de librarse de él definitivamente.
Es sorprendente lo que podemos encontrar en el inconsciente una vez que nos ponemos a investigar a fondo... Pero sobre todo, hoy quiero dejaros el siguiente mensaje, y quiero que os lo grabéis muy, muy profundamente en vosotros; que lo meditéis, que le deis forma, que tratéis de entenderlo a vuestra manera, y que penséis si hay algo de cierto, o no, en esto que os digo:
EL DINERO NO ES MALO; SÓLO ES UN FIN QUE NOS PERMITE HACER AQUELLO QUE QUEREMOS HACER EN ESTA VIDA.
¡Buen fin de semana.., y un besote a todos y a todas!
;-D!!!
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