Hoy me he encontrado intacto, en plena calle, un espejo redondo precioso, de color plateado, con el precio aún puesto en la base; es de ésos que se tienen en Ikea para el baño y que se usan para maquillarse porque son de aumento... He sentido ciertas reticencias para cogerlo, pero al ver que no estaba sucio ni roto, al final me he decidido a llevármelo. Lo curioso es que, cuando lo he recogido, se me ha venido una frase extraña a la cabeza (de ésas que me surgen de vez en cuando "como al dictado"); algo así como "aprende a mirar y admirar tu belleza, tus hermosas cualidades de cuerpo y alma". Sé que sonará raro, o quizás incluso pretencioso. Pero como este blog lo leen muchos de mis clientes, y también muchas otras personas que sé que se sienten inspiradas por él, o que les sirve para dar respuesta a muchas de sus problemáticas existenciales, pues yo lo reflejo tal y como ha sido. ¡Espero que no me tachéis de soberbia, o de vanidosa!
Esta mañana, curiosamente, ya me he levantado con ciertas ideas curiosas rondándome el magín, acerca de la actual retrogradación de Venus. Para aquellos/as que no tengan mucha idea de astrología, decir que Venus, la diosa romana del amor y la belleza, es un planeta que simboliza la búsqueda de la armonía a través de las relaciones, del amor o de las artes. Actualmente está en una fase retrógrada (se mueve hacia atrás en el cielo, en movimiento aparente)... Esta fase, muy resumidamente, convoca a todos aquellos con el nivel de conciencia adecuado, a replantearse cosas acerca del área de su vida que el planeta Venus ocupa en su carta natal, según signo y aspectos. En otras palabras: es tiempo de revisión hasta el 31 de enero por lo menos, fecha en la que Venus retomará su movimiento en el cielo astrológico. Con Venus retrógrada, la gente suele conectarse con el pasado para resolver determinados problemas relativos a sus relaciones, por ejemplo. ¡Que es exactamente lo que servidora anda haciendo estos días!
En la carta astral de una mujer, los indicadores femeninos por excelencia son Venus y la Luna... Venus es el lado sensual, seductor de la mujer: representa el poder femenino, mientras que la Luna es la parte maternal, nutricia de la mujer. Una faceta muy importante de Venus que he visto pasar por alto a algunos astrólogos es que también simboliza la necesidad humana de sentirse deseados, así como nuestra capacidad para atraer a los demás. Asimismo, también representa el grado de aceptación subconsciente que creemos que el prójimo nos otorga. Y éste es el punto importante al cual yo quería llegar, y el motivo por el cual escribo hoy este blog. Sobre todo porque sé.., soy consciente de que hay muchas mujeres (lo siento, chicos, pero por una vez y sin que sirva de precedente, hoy voy a dedicarme por completo al universo femenino) que tienen demasiados problemas con el tema de su autoestima. Pocas veces me había detenido a analizar a Venus desde el punto de vista kármico en una carta astral: craso error, porque resulta que yo tengo un punto importantísimo de mi carta, nada menos que al nodo sur, conjunto a Venus. ¡Siempre me había ocupado de la Luna, nunca de Venus!
Pero debido a mis recientes iniciaciones en Maestría de Reiki Karuna, y a ciertos tránsitos astrológicos en los cuales no voy a entrar hoy.., pero sobre todo debido a la retrogradación de Venus, me he visto obligada a replantearme a fondo lo que el planeta más brillante del cielo nocturno me quiere decir.
En astro kármica, la fase retrógrada de Venus puede poner de manifiesto graves problemas con respecto a las relaciones, mediante el hecho de "revivir" sucesos relacionados con supuestas encarnaciones anteriores. En general, la persona no sabe lo que le está pasando, ya que todas estas vivencias yacen a un nivel muy subterráneo, el del subconsciente. Si una persona ha tenido la suerte de poder "recordar" todas estas vivencias, comprenderá mejor que esta fase está especialmente diseñada para resolver cuestiones kármicas, relativas a las cuestiones que plantea Venus. Y Venus es la riqueza personal, el matrimonio, las comodidades, el amor, la esposa, los vehículos... ¡No sé si os parecerá curioso o no, pero durante la fase retrógrada de este Venus tan.., puñetero, tuve que cambiar sí o sí mi antiguo automóvil por uno nuevo!
En mi caso, no lo voy a negar (porque no soy una maestra esotérica o espiritual que vive allá arriba, en su blanca torre de cristal, intocable e intocada, sino que en realidad soy muy terrenal y muy de carne y hueso, y sufro y me alegro como el que más, y tomo alimentos como cualquiera), la cosa me ha dado "de alma"... Es más: prefiero explicarlo abiertamente, porque mi única labor en esta tierra consiste en ir de alguna forma por delante, de avanzadilla, para recorrer el camino antes que otros, de tal manera que luego pueda darles indicaciones sobre cómo caminar. Pues bien: este Venus R me ha tocado la autoestima en cosas relacionadas con el universo femenino, con el matrimonio, las comodidades, la abundancia, etc.., muy, muy ocultas y dolorosas, relacionadas obviamente con mi más escondido pasado kármico. Y sobre todo, me ha servido para explorar muy a fondo LOS APEGOS a nivel amoroso y afectivo que aún mantenía, y que no eran (al parecer) ni conveniente ni correcto mantener ya.
Así que el Universo me ha traído directamente a las manos un espejo, para que vea reflejadas en él mis cualidades y mis buenas virtudes, y las reconozca y las honre (por fin)... Ayer mismo le dije a mi pareja que "me veía guapa".., ¡y se lo dije con auténtica sorpresa, no con entusiasmo fingido ni con coquetería falsa! De repente me vi al pasar en uno de los espejos de casa, y me sentí bella. Esto, que parece una estupidez, una idiotez morrocotuda, no lo es tanto: sobre todo cuando he recibido en los últimos tiempos ciertos golpes muy, muy dolorosos para mi ego, relacionados con la autoestima femenina y con mi triste pasado en otro tiempo y en otro lugar. En definitiva, y por si a alguna de las mujeres que me estáis leyendo le sirve: es posible que hoy os sintáis incapaces, heridas en vuestro orgullo femenino; quizá sintáis que habéis sido rechazadas, humilladas, maltratadas y hasta abandonadas en algún momento de vuestras vidas (presentes o pasadas). ¡Pero eso no importa, no hay de qué preocuparse! Esta fase, como digo, es excelente para mirarse a fondo, muy a fondo en el Espejo de Venus para ver dónde está nuestra autoestima femenina herida de muerte. ¡Es hora de levantarse, chicas, y demostrar al mundo de lo que sois capaces!
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