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viernes, 17 de enero de 2014

Punto de inflexión

Parece que la semanita que andamos atravesando viene repleta de sorpresas, y los tres meses que se avecinan a partir de ahora prometen.., ¡prometen! Cuando uno se pone "al servicio", ¡hasta lo imposible resulta al alcance de la mano! Digo esto porque esta mañana, sin ir más lejos, me sorprendí leyendo a mi pragmático hermano Juan en Facebook, reflexionando sobre que "lo que hacemos en la vida tiene reflejo en la Eternidad". Esto no es muy habitual en mi hermano, que ya digo que es muy lógico y pragmático, así que me quedé con la boca abierta. "Parece que el parámetro ha cambiado en importantes puntos", pensé para mi. Eso del parámetro, en mi lenguaje, quiere decir "la línea de espacio-tiempo" que yo elijo, o más concretamente, que yo creo. Como en la foto, me la represento como una especie de "cuerda".., que en realidad es una representación idealizada por mi misma de la existencia, de la verdadera realidad. La "matrix" del Universo, por así decir. Y no; no me he fumado nada, y tan sólo estoy experimentando las alteraciones típicas de una iniciación doble en Reiki Karuna que he pedido yo misma (tercer nivel y maestría juntos). Los que me conocéis sabéis que soy severa conmigo, hasta límites a veces peligrosos.., pero nunca me había atrevido a tanto. Y es que no sé: de repente me ha entrado una urgencia, un qué-sé-yo, una aceleración extraña, después de muchos meses de estar como en dique seco.
 
Quizá por la octava superior de Marte, Plutón, o quizá por la octava superior de Mercurio, Urano (o más bien, quizá, por una combinación de ambas cosas), provoco de vez en cuando en mi vida una especie de "erupción volcánica repentina" (no encuentro ningún otro modo mejor de explicarlo para que se entienda). Es como si mi ser contara con un reloj interno, inconsciente, que me dice cuándo debo cambiar de rumbo. Después de bastantes años de encarnizada batalla, después de renacer 108 veces (el número no es casual), y de volver a morirme otras cuántas, la banca ha decidido que "no va más".
 
Ayer estaba yo reflexionando sobre los arquetipos zodiacales de Plutón y Marte por una extraña coincidencia que tuve la oportunidad de vivir... Los astrólogos decimos que Plutón es la octava superior del planeta Marte, efectivamente. Plutón, cuyo aspecto evolucionado tiene mucho que ver con el arquetipo del Águila o del Fénix, es algo que va mucho, pero que muuuuucho más lejos que las básicas y evidentes energías marcianas. Como bien dispone la astróloga Irma Esmeralda en su blog , "Marte es el soldado que da la vida, Plutón es el general al que se le responsabiliza del número de bajas".
 
Y sí, para qué lo vamos a negar: Plutón es una versión refinada de la energía bruta marciana, y tanto el poder como la violencia implícitos al planeta rojo están "transformados" en el planeta enano. Plutón es un iniciado que tiene mucha relación con el yoga, con las artes marciales, con el budismo y su filosofía. Es el que viene de repente, como el ladrón en la oscuridad, y propone las pruebas del espíritu (más que las de la carne). Si superas esas pruebas del espíritu, te devuelve lo que yo llamo "el don del Águila": centuplica, o más, tu intuición; te convierte en maestro del misticismo; y finalmente, potencia hasta límites desconocidos tu propia energía interna. Actúa desde el subconsciente, poniendo a prueba tu voluntad, tu honestidad, tu capacidad de amar, tu entrega, tu compromiso, tu generosidad. Plutón te levanta del sitio a latigazos y te pone enfrente a tu propia Sombra, y luego te dice: "mira ahí dentro, si tienes agallas".
 
En fin... Escribo esto porque ayer ya varios de vosotros me pedisteis que "refrescara" el blog, y lo hago confiada y alegremente, porque al fin y al cabo todo lo que aquí se expresa no es más que un reflejo de mi propia conciencia, y como tal debe tomarse. Quizá vosotros (tú que ahora mismo me estás leyendo) hayáis llegado al mismo punto al que yo llegué, como digo, hace ya varios años: el momento de ser probado acerca del uso o del abuso del Poder. Durante estos largos (y bonitos; los muy plutonianos somos así, y apreciamos la belleza que reside incluso en las garras oscuras de la Muerte) años, he visto muchas, muchas cosas. He llegado a determinado nivel, y una vez aquí, me he dado cuenta de que muchos me han seguido y han deseado permanecer conmigo.., mientras que otros no lo han querido así, y han elegido separarse, tomar otros rumbos, otras vías, otros caminos, seguramente en pos (como yo lo hice) de su propia Conciencia.
 
Proclamo una vez más un punto de inflexión en mi vida... A partir de hoy, de ahora, de este minuto, de este segundo, de este preciso momento, abandono las energías que he estado aplicando durante quizá ya demasiado tiempo en determinados asuntos. Así es: como la tela de una araña. Una araña (otro de mis arquetipos plutonianos favoritos) pasa tiempo y tiempo tejiendo su maravillosa tela, con el fin de atrapar los insectos de los que se alimenta. Sólo que yo no me alimento de insectos, sino de experiencias: aplico toda mi energía, mi saber, mi conocimiento, en tejer una hermosa tela que es la trama, la "matrix" existencial del amor que destila mi alma inmortal, manifestando ese amor en hechos, sucesos, ocasiones, personas.., ya digo, he sido muy, muy feliz durante este periodo (y posiblemente a cualquiera que se lo cuente, y que lo haya vivido más o menos cerca de mi, pensará que estoy de coña, o que definitivamente he perdido el juicio.., cosa que siempre parece que va a pasar conmigo, por cierto, pero que nunca sucede ni sucederá XDXD).
 
... Pero mi reloj interno ha dado tres campanadas, y es como si los tres Espíritus de las Navidades Pasadas, Presentes y Futuras del cuento se me presentaran fundidos en uno solo, para que yo rinda cuentas de lo que he hecho o lo que he dejado de hacer, según mi conciencia, durante todo este tiempo.
 
Me temo que la tela que durante largos, largos años he entretejido pacientemente según el patrón de mis dulces sueños, ya está ajada... Y me temo, mal o bien que me pese (eso no importa cuando se tiene un Sol conjunto a Plutón), que hay que cambiar inmediatamente el patrón.
 
Como una araña, he permanecido meses.., más bien, como digo, largos, muy laaaargos años, esperando a que las cosas madurasen. Pacientemente he entretejido, como Penélope, la urdimbre de un tejido de posibilidades infinitas alrededor de mi. Y ese tapiz contiene muchas imágenes: algunas agradables, otras no tanto. Hay en ellas Ulises perdidos y descarriados, sirenas que acechan a los navegantes bajo las aguas, dioses mercuriales que sobrevuelan los etéreos espacios llevando flores que devuelven la apariencia real a las cosas... Hay hombres que se convierten en cerdos, y mujeres que se convierten en arpías. Hay brujas desesperadas por sentir el amor de un héroe que al final las traiciona, dioses vengativos y airados, diosas serenas y estrategas... Hay en mi tapiz tantas, tantas cosas: hijos que crecen y sueñan con un padre siempre ausente, hombres que se atreven a visitar los caminos mismos del espantoso Averno. Y según tejía, y tejía, y tejía, he lanzado al mar del Infinito mis naves, esperando siempre en amorosa paciencia, como Penélope.
 
... Pero hoy me he asomado a la balconada de mi blanco palacio de marfil, desafiando la tempestuosa furia del mar.., y mis naves han regresado portando velas negras.
 
No me sorprende. No: no creáis que me sorprende, ¡en absoluto! Cuando uno acepta el reto, cuando pide "otórgame las últimas iniciaciones" en Reiki Karuna, cuando se admite la Verdad hasta las últimas consecuencias, uno sabe a lo que se está arriesgando. Más concretamente: uno se arriesga a que el espejo de su propio Ego sea destruido, despedazado, hecho añicos, masacrado, muerto, estrangulado, vencido.
 
Y eso es, exactamente, lo que me ha pasado a mi.
 
No os asustéis: como ayer mismo comentó un amigo de una buena amiga y clienta mía (gracias, Mamen), también en el Facebook, de lo que trata todo esto es de una especie de gran juego de rol a escala masiva, ¿verdad? No hay por lo tanto que tomarse demasiado en serio al personaje, y en eso consiste precisamente la capacidad de doblegar a nuestro propio Ego: el Poder de dominarlo, de controlarlo (no de eliminarlo, por cierto: si Dios, o aquello en lo que sea que creáis, hubiera querido forjarnos sin ego, nos hubiera dejado simplemente detenidos en la abúlica fase de ameba).
 
Así que no os asustéis, ni os alarméis, ni tengáis miedo por mi: desde que era un mico que no pesaba ni lo que una mochila pequeña cuento con una gran baza, con un recurso de emergencia, con una especie de pócker de ases que me salva siempre in extremis, cuando las cosas se ponen feas (y hasta muy, muy feas).
 
... Y esa baza recóndita, amigable e incombustible se llama Plutón.
 
¡No me moriré de ésta, lo prometo!
 
Punto de inflexión para ésta que suscribe: es hora de que mi larga espera dé fin. Todas las naves ya han llegado a puerto con su mercancía.., y como digo, el mensaje que me traen sus velas negras no es demasiado halagüeño para mis esperanzas. No importa: lo que toca es deshacer apresuradamente el viejo tapiz y no permanecer más tiempo recreándose en las viejas historias, en los cuentos antiguos, en las moradas de siempre. ¡Ya no sería un aprendizaje, sino una inmensa y estúpida pérdida de energía, de tiempo! Las velas negras, señal de luto, son como el tañido aquél del cual hablaba el maravilloso poeta y metafísico, John Donne:
 
"Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo de continente, una parte de la tierra.; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti".
 
Toda la energía que he depositado en los "siempres"; toda la energía que he depositado en los "seguros"; toda la energía que he depositado en los "esperamos"; toda la energía que he depositado en los "compartimos"; toda la energía que he depositado en mis votos (de la naturaleza que éstos sean: tal cosa queda para mi), la retiro inmediatamente, después de días, semanas, meses, años, siglos.., milenios de vigencia.
 
Las campanas están doblando, y ya no puedo desoírlas...
 
Retorno a mi.
 
Ya los últimos velos han caído... Dejo atrás los retales del tapiz que quedaron inconclusos.
 
... Un nuevo amanecer está apuntando... La luna está llena.
 
¡Buen fin de semana, amigos/as! ¡Besotes, disfrutad y pasadlo bien!
 
 

2 comentarios:

Antoni dijo...

bella tu alma,,,,se espresa con una
paz llena de verdades. hacia tiempo que no te leia y justo hoy, te reencuentro en la expresion mas pura de tu ser gracias,,,
besituuus

nota en un momento me recordo , a ABHAHAM, " DE LA VIEJA SIRENA" en el episodio "la roca" tambien muy plutoniana esta.

Luz de Andrómeda dijo...

Gracias wapo! Me alegro mucho de leerte! Y sí: empezaré a escribir más a menudo.., la gente me lo pide y así ha de ser :-)

Muchos besotes! Q alegría verte de nuevo!!