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lunes, 11 de febrero de 2013

Desapego






















Por si no te habías dado cuenta, el mundo que ves es producto de tu propia mente.

Sólo hay un tiempo real: el presente. Absolutamente todo cuanto has vivido y vives, y vivirás, es el resultado de la proyección de tus deseos y pensamientos: unos conscientes, los otros no.

... Todo está sucediendo a la vez, aquí y ahora, en el mismo instante...

Y la buena noticia es que se puede ser feliz. Y la que para algunos será la mala, es que sólamente tú puedes hacerte feliz a ti mismo/a.

No hay nadie.., absolutamente nadie, ni nada, que pueda hacerte feliz, más que tu propio deseo de ser feliz, por supuesto.

Ninguna posesión material, ninguna relación; ninguna condición, ninguna experiencia, ningún trabajo, ninguna realidad tiene el poder de hacerte feliz. Sólo tú lo tienes.

La felicidad no depende de ninguna circustancia externa: es una elección del alma.

El mundo está lleno de sufrimiento, y la raíz del sufrimiento es el apego.

Las cargas emocionales del pasado nos lastran como sogas atadas a nuestros cuellos... Y la infelicidad es una elección: la experimentas porque así quieres experimentarla. Súeltala, déjala ir: eso es desapego.

Eso es libertad de conciencia.

Tu mente, por si no te habías dado cuenta, te engaña. Te dice que no podrás ser feliz si no posees tal o cual cosa, si no estás con tal o cual persona... ¡Pero eso es falso! No pùedes ser feliz si no tienes una casa, si no tienes un trabajo seguro. No puedes ser feliz si fulano o fulana no te ama. No puedes ser feliz si no tienes un cuerpo 10, si estás solo, si los demás actúan de tal modo que te hacen sentir mal a cada rato. No puedes ser feliz si...

Absolutamente todo es mentira. ¡Mentira! Tus falsas creencias, tu forma de culparte a ti o a los demás, tu forma deformada de ver las cosas es quien te está engañando... Estás llenito/a de miedos, culpabilidades, preocupaciones, angustias, ataduras, conflictos, problemas... Pero la realidad es otra: la realidad es que, si eres sincero/a contigo mismo/a, verás que no hay un solo momento de tu vida en el que te falte algo para ser feliz.

Tú crees que el apego te hace feliz. Que te hace feliz porque sientes placer y emoción cuando sientes que logras aquello a lo que estás apegado. Pero eso es también una ilusión. Porque siempre existirá la tensión del miedo a perder aquello.

Sé sincero, sé sincera: ¿qué pasa si no consigues el objeto de tu apego, eh? Que obtendrás infelicidad. Y si lo consigues, obtendrás un poco de placer, sí.., pero enseguida aparecerá la preocupación, el miedo a perderlo.

Deja de engañarte. Es mentira que no puedas ser feliz sin él/ella... Es mentira que no puedas ser feliz sin ese coche, ese piso, todo ese dinero, ese trabajo... En realidad, tú sabes que es mentira, pero quieres engañarte a ti mismo/a. Quieres echar la culpa al otro porque te ha dejado, al jefe porque te ha echado, al comercial del banco porque estás en números rojos.

Pero ninguno de ellos tienen en realidad la culpa de tu infelicidad. ¡La realidad es que sólo tú tienes la culpa!

Deja a la gente que elija libremente. Deja que sean ellos mismos a tu alrededor. No te apegues a las cosas ni a las personas. Permite que cada quién elija su propio camino, y no te duelas si su elección no coincide con tus deseos. Practica el desapego a la vez que persigues tus propias inclinaciones, y sé feliz. Renuncia al dolor. Cambia tu propia programación. Desapégate.

Recuerda, reconoce: amar no es querer. Querer es desear poseer, y eso no es amor. ¡No, no lo es! Cuando quieres a alguien para ti, lo único que deseas realmente es ponerle una cadena al cuello, atándole por motivos puramente egoístas. ¡No te engañes a ti mismo/a! Eso no es amar en absoluto.., y tú bien que lo sabes.

El Amor sólo puede existir en libertad. Elige: apegos o felicidad. Admite que sólo tú puedes hacerte feliz, y que si eres desgraciado/a, es por culpa tuya. ¡Por culpa tuya, exclusivamente tuya! Así que deja en paz a tu prójimo, y no le acuses de tus propios errores. No le cargues con el peso de tus expectativas sobre lo que debería ser y lo que no. ¡Libera a tu prójimo, y libérate con él!

Observa a tu alrededor: hay miles de personas que viven en el mundo, aunque no posean eso que tú deseas poseer tan febrilmente, y que consideras básico e imprescindible para tu felicidad. ¿Crees que ellos son menos felices, porque no tienen eso? Ahora mira hacia atrás, hacia eso que crees tu pasado.., en aquel entonces no tenías tampoco eso que ahora quieres con tanta ansia, ¿verdad? Y en ese momento, ¿eras más o menos feliz que ahora? Cuando no conocías, por ejemplo, a esa persona a la que tanto te has apegado, ¿eras más o menos feliz que ahora?

Tú ves el mundo, a las personas, no como son, sino con la idea que tú te has creado sobre todo ello... Además, actúas como un/a fanático/a, cerrado/a a todo lo que no son esas ideas tuyas. Mira cuáles son las consecuencias de los fanatismos extremos, y desapégate hasta de tus propias creencias.

El mundo con el que te relaciones, el mundo que amas, no es más que el reflejo de tu propia mente... Tiene muy, muy poco que ver con el mundo real. ¿Esto te da miedo? Bienvenido al club, pero ahora sabes lo que hay. Si tomas conciencia, si tienes valor, entonces todo lo que te esclaviza empezará a desmoronarse, y vivirás exactamente en el lugar que quieres, libre de apegos y condicionamientos.

Si dejas que la magia opere, tu creatividad va a tomar las riendas de tu destino, y va a originar un mundo a la medida de tus deseos. ¡Deja de echarles la culpa a los que no tienen la culpa! Sólo tú tienes la culpa de lo que te pasa, y además, por cierto, nadie te juzga ni te condena. Tan sólo eres tú, dentro de los límites de tu propia prisión, y ya.

Tan sólo en la medida en que puedas ver a alguien como realmente es, vas a ser capaz de amarle sin apegos.

Tan sólo en la medida en que puedas ver el mundo como realmente es, vas a poder ser feliz.

¡Besotes!

1 comentario:

Eva dijo...

Tenemos que ser más como los animales, vivir el presente continuamente, el aquí y el ahora...