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miércoles, 28 de julio de 2010

La Hermandad del Camino

No: a pesar del título, no es que me haya dado por la fantasía heroica (aún); en realidad quería explicar algunas cosas que creo que se me quedaron pendientes en torno al Camino de Santiago (esa vía legendaria y maravillosa que me emocionó tanto recorrer en su variante del Camino del Norte, y que estoy segura de que repetiré, aunque en otras variantes, por supuesto).

Cuando volvimos a Madrid, una ciudad que cuenta actualmente con seis millones trescientos mil habitantes, nos sorprendimos al entrar en un local en el que normalmente, nunca paramos.., y encontrarnos con Bea, una de las peregrinas que nos acompañaron durante un trecho en nuestro azaroso caminar. La perdimos de vista después de la infame etapa de los camiones, la niebla y los conductores suicidas, entre Mondoñedo (hermoso pueblo) yVilalba, aunque ella se quedó a mitad de camino. ¡Qué duro fue ese día! Entre la cuesta (500 metros de desnivel, que normalmente no son nada, pero que andando por carretera y tras 32 kms, parecen el Everest) y el mal tiempo del principio, yo cogí frío, y a puntito estuve de pillar también una infección de orina. Una braga un poco más alta de lo normal, que me compré en Vilalba, solucionó el tema muy bien XDDD.

El caso es que Bea, madrileña también, nos amenizó con su simpatía, inteligencia, amabilidad y serenidad una buena parte del viaje. Es una tía que anda lo que le echen, y que encima no se queja. Iba sola, y en una jornada se cubrió tan campante más de 40 kms., de una sola sentada. ¡Yo me hubiera echado a llorar si llego a encontrarme en esas circustancias! O a lo peor: al día siguiente me hubieran tenido que mover con una grúa hidráulica. Pero ella, no: se levantó tan tranquila, se calzó su mochila y, a pesar de las ampollas y el agotamiento, siguió adelante. Estoy convencida de que Bea tiene algún poderoso componente del signo Cáncer, que la vuelve tan sacrificada, resistente y tenaz.

... Pero ella no fue la única... A las primeras que nos encontramos, ya en la primera etapa, fueron a María y a Ainhoa. Pensé que no iban muy bien, porque parecían caminar muy lento, pero al final completaron el Camino y pudimos tomarnos una bien merecida cervecita con ellas en Santiago, entre bromas y risas. Tengo que agradecerles especialmente a las dos por su inestimable compañía (venían de Valencia y Alicante, respectivamente); también por su inmenso, tremendo sentido del humor y del compañerismo (Ainhoa, en cuanto percibía en ti la más mínima vacilación, ya te estaba preguntando qué te pasaba). María tenía un entusiasmo invencible, típico de Sagitario.., y además, era una apasionada del manga y el anime (!!!).., y le encantaba, como a su compañera, todo lo esotérico. En cuanto a Bea, es reikiana. ¡Caprichos del destino, que no da nunca una puntada sin hilo!

Encontrarme con esta gente fue estupendo.., la Hermandad del Camino consiste en darse uno cuenta de que, frente al caminar, todos estamos desnudos/desnudas. Somos poco más o menos como vinimos al mundo: con un equipaje a cuestas que nos hace andar más lentos y que nos impide ir tan ligeros como quisiéramos, aunque a veces ni lo notamos y, desde luego, no lo vemos (porque lo llevamos a la chepa). Así es la vida; pero en el Camino uno siempre se encuentra a gente auténtica, con la que compartir unos días o unas horas, incluso, acaba siendo una experiencia inolvidable.

Quiero recordar también a Marc, el alemán jovencito, apenas un niño, que estaba imbuído de una profunda fe religiosa y que continuó adelante, aún a pesar de que le dieron el cambiazo con sus botas y de que apenas podía andar; a la pareja de madre-hija italianas que se vieron con nosotros, dando botes de emoción, el memorable Alemania-España del Mundial en una cafetería; y al francés de Baamonde, que había salido de los Alpes y que se volvía a pie, recorriendo casi 5.000 kms a pata en aquella su extraña peripecia; y al alemán risueño, que acompañó a María y a Ainhoa durante la segunda parte de su viaje, y que nunca entendí cómo podía reírse tanto, y que tenía previsto recorrerse todas y cada una de las variantes del Camino, una detrás de otra; y al siciliano que se quemó como un cangrejo cocido en la etapa más dura que encontramos; y a nuestro amigo el manchego José Luis, que nos acompañó precisamente en esa infernal etapa, en la que nos quedamos sin agua con 40 grasos a la sombra, y al que encontramos luego, apenas subiendo el Monte del Gozo, y más tarde en la Santiago, y ya no volvimos a ver. Tantas y tantas personas que corrían nuestro mismo destino, nuestra misma suerte.., que seguían nuestros mismos pasos...

... Hay que vivirlo, creedme. No hacen falta más que ganas y voluntad. La fe, para los que la tengan, también está bien. Para otros, sentirse "iluminados" por una especie de visión interna es suficiente. Y el gusto por caminar, siempre, siempre, siempre: un poco más alto, un poco más fuerte, un poco más lejos.

¡Ultreia!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo me quiero sumar a tus pasos, no estuvimos físicamente pero si mentalmente…….
Tu relato tiene magia, en tu narrar se narro en mi mente,,,,,,,,, las caras y personajes de mi camino………que también el mío fuel el tuyo pues te narre algo de el, y te di mis consejos……..
Revindicó mi lugar en tu camino…….

Leíste lo que le cuento a gloria……. En el foro………. Eso también es camino…….

Besituuuuuuussssssssssss
La hermandad del camino es inmensa.

Cuando yo hice el camino……… al llegar a santiago frente a la columna del peregrino,,,,,,,,, todos nos abrazábamos a esa piedra,,, después de dar tres vueltas a ellas.
Poníamos nuestra frente sobre la columna y luego la besábamos………
Antes de este ritual que te llena de no se que pero que en la boca sientes el ardor del primer peregrino…….. El ritual ancestral donde tantas cabezas descansaron y reposaron y cumplieron con su fin bueeeeeeeeee, la leche…….
Pues antes de esto ahí una piedra con dos aros a los pies de la columna…
Te arrodillas y pasas tus brazos………. Como reo o preso a voluntad del destino…….
El contacto con esas piedras, y la simbología de la litúrgica pagana………
A pie de puerta de la catedral………. Pensar que miles de peregrinos realizaban el acto y no solo los últimos cien años sino ves tú a saber te carga de una inmensa sabiduría y acto ancestral……… vinculado a la búsqueda del ser humano…….

Te pongo esto pues se que a día de hoy no dejan acercarse a los peregrinos a esta piedra y mucho menos hacer el acto de entrega del peregrino……. Viéndose todos a dar como final del camino el abrazo al santo…….. Allí arriba, yo no subí a ese manto de oro y joyas………
Cuando todos sabemos que el verdadero santo es el que esta tallado en la entrada a media columna……….
Donde la mano del peregrino carga y es engullido.

Anónimo dijo...

porcierto cuando yo camine , la hija de buss el presi yanky de estados unidos,,,,,,,, compartio un trozo del camino con migo.........
es que uno se encuentra de tooooooo.
cuando hace el camino.

besituuuuuuussssss

Luz de Andrómeda dijo...

¡Hola!:

Sí.., sí que he leído lo que le estabas comentando a Gloria.., lo que pasa es que tengo muchísimo curro estos días, como me voy el viernes de vacaciones, y apenas puedo participar :-(

Y sí, tienes razón: ya no dejan acercarse. Yo lo hice cuando era pequeña, aunque no de peregrinación. Es una pena. Tampoco el Pórtico de la Gloria está aún descubierto.., habrá que volver XDD

Acojonante.., a mi me dio miedo meter la mano ahí, es lo que tú dices, como un descenso al Inframundo. ¡Total, total!

¡Uh, lo de la hija de Bush! Es lo que yo quería expresar: realmente frente al Camino todos somos iguales.

Por cierto, y al margen de cuestiones políticas, ¡felicidades por lo de los toros! No los soporto, me parece una barbarie fuera de lugar. Coño, que los toreen pero no les torturen y, si se atreven, que salten por encima de ellos, como se hacía en Creta.

:-) Besotessssssss!!

Prometeo dijo...

La puerta se abre a todos, enfermos e sanos,
no solo a católicos, sino aún a paganos,
a judíos, herejes, ociosos y vanos;
y más brevemente a buenos y profanos.

Prometeo dijo...

El camino de Santiago es el estómago de un camello, la manga de un prestidigitador, el paladar de un escualo, el gaznate de un avestruz, la multiplicación de los peces, el discurso de un campazas, las manos del rey Midas, la memoria del elefante, el bolsillo de un rifeño, el coño de la Bernarda, los cajones de un mercero, el buche del milano, siete mil monos, una cifra periódica pura, el culo de Papillón, el ombligo de Kali, la curiosidad del gato, los sótanos de las Salesas, la despensa de un chino, las nalgas de una vikinga, los viajes de Brándán, el fondo del Titicaca, la guía telefónica, el Transiberiano y la conciencia de un jesuita. Gwydión, Hércules, Habidis y Juan de Ortega. La Bestia del Apocalipsis. Poseidón, Prisciliano, Hiram y Noé. Osiris, Domingo de la Calzada, Cástor, Pólux, Almanzor, Julián el Hospitalario. El Judío Errante. El lucero del alba. El Hijo del Trueno, El mielgo de Jesús. Un echador de cartas. Un masón, un alarife, un arquitecto. Un alquimista. Un azabachero, un sufí, y un apóstol. Dos apóstoles. Tres apóstoles. Santiago Matamoros, Santiago Peregrino, Santiago Caballero, Santiago Alfeo, Santiago Zebedeo, Santiago de Compostela.

Fernando Sanchez Dragó

Luz de Andrómeda dijo...

Vaya.., veo que por fin has encontrado mi libro, majo...

:-)