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miércoles, 30 de junio de 2010

El manto de la noche

Ésa que veis ahí, reflejada en la foto, es Isis, la Gran Madre para el antiguo pueblo egipcio... Y el manto que la cubre, y que se expande a través de todo el universo, está hecho de una gema muy apreciada desde hace muchísimos años por la gran mayoría de pueblos del Mediterráneo: el lapislázuli.

Dado que Corsario Sideral me preguntó ayer sobre esta gema, voy a explicaros un poquito aquí mismo ;-). Es una de las más bonitas, de las que más me gustan. Lo curioso es que antes, hace pocos años, ni fú ni fá.

Pero últimamente, desde el último año más en concreto, esta piedra ha llegado al punto de fascinarme.

La belleza del lapislázuli, como piedra, es espectacular. Es en realidad una roca, compuesta por lazurita, wollastonita y calcita, y pirita. No es muy dura (un 5,5 en la escala de Mohs) y presenta brillo vítreo. Prácticamente todo el lapislázuli utilizado en la Antigüedad en Eurasia se obtenía de canteras situadas en las montañas de Afganistán, las cuales todavía son explotadas con procedimientos muy similares a los utilizados hace miles de años. Su color azul se consideraba símbolo de pureza, salud, suerte y nobleza, lo que motivó que fuera utilizado por egipcios, babilonios y asirios para aderezos y máscaras funerarias. De hecho, era una piedra sagrada para los egipcios. La utilizaron en sus templos porque creyeron que era una piedra del cielo (por su color que parece al cielo nocturno, con manchitas plateadas/doradas que parecen estrellas). Dicen que los ángeles regalaron a la Humanidad, mediante Moisés, las Leyes Divinas en piedras de lapislázuli.

En América, también los incas y otras culturas precolombinas explotaron hace 2000 años yacimientos en Chile, en la zona de Ovalle, utilizándolo en máscaras y ornamentación. El polvo del mineral, la azurita o lazurita, proporcionaba un pigmento azul, muy reputado entre los grandes pintores del Renacimiento por su durabilidad. Leonardo da Vinci, Alberto Durero y Fra Angélico se referían al polvo de lapislázuli como «oro azul». En esa época, su precio igualaba al del oro.

En la actualidad se sigue empleando en joyería, siendo Chile el mayor exportador de este material.

Dicen que el lapislázuli clarifica nuestros pensamientos cuando nos encontramos rodeados de caos. Así, puede guiarnos en la toma de decisiones, o simplemente en la organización de ideas o planes. Nos ayuda a tomar conciencia de cuáles son nuestros verdaderos problemas, y nos ayuda a solucionarlos.

Es un cristal óptimo para desarrollar la capacidad de comunicación. Desbloquea el chakra de la garganta, pero también el del Tercer Ojo, el Esplénico, y el de la Corona. Nos permite escuchar correctamente nuestro Espíritu Interior, y promueve nuestra relación con el Todo. Es un buen estabilizador psíquico, que permite discernir claramente entre realidad y fantasía, entre intuiciones espirituales y sueños mentales. Despierta la mente a una conciencia superior, atrae la fortuna y la fama, y cura especialmente las afecciones del hígado y del bazo.

El lapislázuli señala el camino de la iluminación, y ayuda a la apertura del Tercer Ojo. Era popular entre los antiguos alquimistas, y se utilizaba en medicina, cosmética y pintura. También se creía que otorgaba habilidad, éxito, favor divino, sabiduría de anciano, y que curaba los dolores de garganta.

La antigua ciudad de Ur ya mantenía un floreciente comercio de lapislázuli en el cuarto milenio a.C, y aparece en varios pasajes del Libro de los Muertos egipcio como piedra de inscripción. Era una de las piedras que figuraban en el bíblico “Peto del Juicio” de Aaron (Éxodo: XXVIII, 15-30). Los romanos creían que era un poderoso afrodisíaco. En la Edad Media se creía que mantenía los miembros sanos y liberaba el alma del error, la envidia y el miedo.

Cuando se introdujo por primera vez el lapislázuli en Europa, se le llamó ultramarino, que significa "más allá del mar". El lapislázuli molido, mezclado con aceite, era el secreto del azul en el ultramarino: el pigmento con el cual los pintores solían pintar el mar y el cielo hasta el siglo diecinueve.

El lapislázuli viene en segundo lugar en cuanto a popularidad en la joyería de hombre... Está considerado un "Maestro de Luz": es la piedra de la sabiduría, de la verdad, de la integridad y de la iluminación. Es protector contra los ataques psíquicos externos. Piedra Yang (o sea, masculina), es un importante activador de energía. El lapislázuli establece relaciones de amor y amistad, y ayuda a expresar los sentimientos y emociones. Te anima a hacerte cargo de tu propia vida.

Entre sus propiedades medicinales, destaca su capacidad para reforzar el sistema esquelético y activar la tiroides; su poder para dotar de mayor vitalidad al organismo e incrementar su fuerza; su facultad para aumentar la virilidad y desterrar las migrañas; y su potencia para desterrar la depresión, la tensión y el estrés.

A otro nivel, potencia el trabajo con los sueños si lo colocas debajo de la almohada; aumenta la expresión creativa del individuo; es protector contra los ataques psíquicos externos, los bloquea y devuelve la energía a su fuente; incrementa la comunicación con el Yo Superior y los Espíritus Guía; y abre la mente a lo Divino, enseñando el poder de la palabra hablada.

Personalmente puedo decir que esta piedra atrae amigos, permite controlarte mejor y aprender a mantener la calma con mayor facilidad, y hace crecer de forma exponencial tu capacidad de concentración. Así que ya sabe, amigo/amiga: ponga un lapislázuli en su vida.., ¡verá qué maravilla! ;-)

¡¡Besotes!!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Un día entre en discusión con un vendedor de piedras en una exposición……. De estas que montan esotéricas……….
Pues vendía lapizul a un precio de risa………
Una piedra maja costaba más menos 5 euros……….
Y yo le dije a una amiga esto no es lapizul…….
El señor me dijo si que es no es el de calidad pero si que escogí una de las piedras la mire y le dije no es……….
El me dijo bueno no es de las pepitas de oro pero esta también se llaman lapizul………
Total……… que se fue a su coche me imagino t trajo un lapizul mas autentico……..
Con vetas de oro y pepitas era una piedra espectacular…….. El doble de tamaño que las otras pero su precio no era el doble si no mucho mas. 350€.
Le di las gracias por enseñarnos una piedra autentica…… pero no me la pude comprar…….
En el barrio gótico ahí una casa de gemas espectacular pregunte……. Y una del tamaño de 5€ del otro ahí cuesta, 60€ con sus vetas y pepitas doradas no solo polvo dorado.. Dentro…….
Total yo tengo 3 y la mas autentica que tengo es una que solo se ve una pepita un poco de polvo y unas pocas vetitas……. Pero es la que mas quiero………" es la mas peque"
Por lo que entiendo que el lapizul genuino es aquel que en su interior tiene oro.

Besitussssssss toni

Corsario Sideral dijo...

Saludos Toni...

Que te veo seguido por aquí comentando...

:D

Corsario Sideral dijo...

Mil gracias por este trabajo que haz hecho Andrómeda querida!

Esto me dispersa muchas dudas al respecto!

No hay duda que por estas descripciones, que tiene relación a Júpiter. Porque además, sale a colación que el lapislázuli ayuda a un buen funcionamiento hepático. Y ya sabes por dónde yo "cojeaba" :)

Saluditos wapa!

Luz de Andrómeda dijo...

Joer Toni, menuda historia.., si es que hay mucho falsificador. Ayer mismo vi yo una falsa carneola, que el vendedor me aseguraba que era auténtica. Toque dos o tres veces en ella con la uña y él me dijo "¿Qué hace?" y le contesto "Escuchar a la piedra, me dice "faaaaalsoooo, faaaaalso" XDDD

Además, el lapislázuli es bastante caro. No sé si porque tienen que traerlo de lejos, o por cualquier otra cosa ;-)

¡Muaka!

Luz de Andrómeda dijo...

Sí, Ricky: cuidadín con el hígado. Que todos tenemos nuestro punto débil, y el tuyo.., ya sabemos cuál es ¿verdad?

Un besooooote!!